jueves, 29 de agosto de 2019

7 claves para conocer nuestras necesidades y expresarlas


Foto: www.lamenteesmaravillosa.com


José Portillo
Orientador en el Teléfono de la Esperanza
1. Separar problemas de sentimientos. Observemos nuestras dificultades separándolas de lo que sentimos. Evitemos los juicios, las interpretaciones, las justificaciones, etc. Expresémonos en primera persona. Es importante ponerle nombre a lo que sentimos. Por ejemplo, puedo sentir rabia. Sólo nosotros somos responsables de lo que sentimos. Evitemos frases como: "Me siento solo" cuando nos refiramos a aquellos por quienes nos sintamos abandonados, ya que depende de nosotros el hecho de disfrutar de la soledad y de encontrar a quienes les sea grata nuestra compañía, y "me siento manipulado", cuando somos nosotros quienes les permitimos a aquellos en quienes confiamos que entren y salgan de nuestra vida. Hagámonos responsables de nuestros deseos, necesidades y sentimientos.
2. No estamos obligados a satisfacer a los demás
No tenemos la obligación de satisfacer a los demás, ni ellos tienen por qué satisfacernos a nosotros. Las expectativas que tenemos respecto de los demás son generadoras de sufrimiento estéril. Si no espero nada y no recibo no me frustraré, y si recibo poco lo valoraré como si fuera mucho. No todas nuestras necesidades serán satisfechas, pero deben ser reconocidas por nosotros.
3. Cómo expresar nuestras necesidades a los otros
Hagámosles a los demás demandas realistas, positivas y negociables. Si me siento solo, no puedo pedirle a uno de mis amigos que me dedique un fin de semana, pero sí puedo pedirle que me dedique varias horas para realizar una serie de actividades gratas para los dos. Las demandas han de ser realistas y positivas, ya que nadie nos puede dedicar todo su tiempo, recursos y energía, y porque no surte el mismo efecto decir: "Nunca te acuerdas de mí", que decir: "Me gustaría pasar una tarde contigo". Las demandas también son negociables, ya que, para que los demás quieran compartir actividades con nosotros, las mismas han de ser atrayentes para ellos y para nosotros.
4. Seamos empáticos.
La comunicación consiste en escuchar y expresar. Cuando íbamos a la escuela nos enseñaron a hablar, pero no se nos ha educado para escuchar, y por eso vivimos en un mundo en el que existe una terrible necesidad de hablar, y en el que muchos que viven rodeados de gente, se sienten solos e incomprendidos.
Seamos queridos por quienes somos, y no por lo que somos. Si soy querido por mi manera de ser, disfrutaré de mis relaciones, pero, si soy querido por mi capacidad de escuchar a los demás y por las herramientas de que dispongo para ayudarlos, me sentiré utilizado por ellos, ya que, cuando no me necesiten, no me llamarán.
Si vivimos exclusivamente para complacer a los demás, quizás acabaremos creyendo que no nos comprenden y nos manipulan, sin percatarnos de que somos nosotros quienes les hacemos creer que nos gusta amoldarnos a ellos. Esta es la razón por la que necesitamos aprender a decir lo que deseamos, lo que necesitamos y cómo nos sentimos desde el primer instante en que iniciamos una relación, ya que ocultar nuestros deseos, necesidades y sentimientos para caerles bien a los demás, tiene un precio muy elevado, que puede suponer la ruptura de bastantes relaciones.
5. Decir no genera respeto a independencia
¿Queremos a nuestros familiares o a nuestra concepción de lo que debe ser una familia? Nuestros deseos no siempre se amoldan a la realidad que vivimos. Esta es la razón por la que podemos formar parte de un voluntariado en el que suceden cosas que no nos agradan, y asistir a una congregación religiosa en la que la mayoría de feligreses tienen una manera de pensar que no es afín a la nuestra en muchos aspectos.
Aprendamos a decir no para generar respeto bidireccional, responsabilidad, fuerza e independencia. Él no es un límite generador de protección respecto de nosotros y de respeto a nosotros por defender nuestros intereses, y a los demás, porque tienen derecho a que no los engañemos y a que confiemos en ellos, a no ser que nos demuestren que no son dignos de nuestra confianza.
Detrás del miedo a los conflictos está la carencia de seguridad afectiva. Los conflictos son útiles en la medida que nos ayudan a madurar y a poner en práctica nuestros recursos para superarnos a nosotros mismos, pero, si tenemos miedo a lo que suceda cuando expresemos nuestros deseos, necesidades y sentimientos, serán fuentes de miedo. ¿Conocemos a alguien que hace favores sin querer hacerlos para evitar ser rechazado?

6. Escribir cartas para desahogarnos
Gestionemos nuestra rabia, que es indicativa de la presencia de injusticias. Conectemos con la tristeza y las necesidades no cubiertas cuando estemos relajados, para evitar estallar emocionalmente contra nosotros o contra nuestros familiares, compañeros, et. A este respecto, es útil escribirles cartas a quienes nos han hecho daño las cuales serán rotas o quemadas cuando las leamos, ya que la finalidad de las mismas no es llegar a sus destinatarios, sino proporcionarnos un desahogo, y el juego de la silla vacía, cuya finalidad consiste en mantener una conversación con alguien que nos ha herido sin que esté presente, presagiando sus respuestas.
7. Observar a que le dedico mi tiempo
Utilicemos un vocabulario que no nos limite. Evitemos decir frases como "no tengo tiempo" o "no es mi responsabilidad" cuando ello nos suponga estancarnos en situaciones que no queremos resolver por miedo a lo que pueda sucedernos. Observando a quién y a qué le dedicamos nuestro tiempo, descubriremos nuestras carencias. Amparo se siente liberada cuando los enfermos de cáncer se desahogan con ella porque también tiene esa enfermedad, y porque no se permite expresar sus emociones y sentimientos. Luis preside una asociación religiosa constituida por invidentes y deficientes visuales graves, y se siente divinamente acompañando a quienes se sienten tan solos como él. Olvidemos el sistema de castigos y recompensas respecto a nuestras relaciones. Dicho sistema se ha aplicado en el sistema educativo, pero en el mundo relacional es percibido como instrumento de manipulación.





lunes, 26 de agosto de 2019

Una ventana al mundo digital que cumple diez años




'El tiempo de la esperanza', el blog que estás leyendo en este momento, cumple hoy diez años. El 26 de agosto de 2009 el Teléfono de la Esperanza de Málaga abrió esta ventana digital con el artículo Ayuda en la red, sumándose a otros centros territoriales de nuesta asociación que ya contaban con blogs para comunicar sus actividades a la sociedad.
Aquel fue un verano importante para el Teléfono de la Esperanza. 'Villa Esperanza', nuestra sede, estaba en obras, se acometía una profunda rehabilitación y reforma de los espacios. Nuestros voluntarios de orientación, acogida, administración y consultas en sede seguían prestando su labor altruista en un local cedido por el Ayuntamiento en la cercana calle Lagunillas. Juan Sánchez "veía" ya el resultado de la rehabilitación, entusiasmado con el proyecto, no despaprovechaba cualquier ocasión para invitar a voluntarios y amigos a cruzar la plaza del jardín de los monos, acercarse a la casa cerrada y explicar como serían los nuevos espacios y la cantidad de actividades que se podrían desarrollar en la sede rehabilitada.
Poco a poco la casa, que estaba en un estado que amenazaba la ruina, emergió de sus cenizas gracias al apoyo del Ayuntamiento de MálagaCajamadrid, Ikea, la constructora Hexa y Cajamar, todas ellas fundamentales para que se hiciera realidad el proyecto.
En aquellas semanas previas a la reapertura, dimos voz aquí a nuestro querido Salvador Rodríguez de Tembleque que allá por 1976 fue el primer presidente del teléfono en Málaga. El nos contó en el artículo 'Los inicios de Villa Esperanza' como fueron los primeros tiempos de la asociación. En esos mismos meses, Carmen Orellana, una de las personas más veteranas en dedicar su tiempo a escuchar a las personas que llaman, nos decía que 'Hoy hay mucho ruido y poca escucha', iniciando una serie de entrevistas a voluntarios de los diferentes departamentos, ponentes de cursos que se han impartido y otros colaboradores.
En octubre de 2009 llegó la reapertura de la sede y poco a poco se fue llenando de actividad. Además, del fundamental departamento de Orientación, donde nuestros voluntarios atienden a los llamantes, se desarrollaron cursos, talleres y grupos de desarrollo personal. Desde el principio apostamos por la formación en salud emocional de calidad. Ese mismo mes se inició el Curso Superior de Intervención en Crisis con ponentes muy experimentados en áreas como las relaciones personales, las emociones o la intervención en situaciones de emergencias, entre otros.
En estos años ha crecido exponencialmente el números de personas que se decidían a aprender a ayudar y ser voluntarios del Teléfono de la Esperanza.




La sede fue dando cabida también a actividades culturales como son conferencias y conciertos. En 2016 cumplimos 40 años de nuestra actividad en Málaga con una gran gala benéfica y un concierto en la Facultad de Comercio y Gestión. El blog recogió todos los reconocimientos que la sociedad malagueña ha hecho al Teléfono de la Esperanza, entre ellos la concesión de la Medalla del Ateneo de Málaga por la labor altruista de nuestros voluntarios.




Otro hito importante fue el hecho de que el Teléfono de la Esperanza se unió en 2015 a la celebración anual del Día Mundial de la Prevención del Suicidio, que la Organización Mundial de la Salud celebra cada 10 de septiembre, con actos de sensibilización en las calles. Asimismo, en octubre de 2016 celebramos en Málaga unas importantes jornadas técnicas dedicadas a la prevención del suicidio con la participación de destacados expertos. La apuesta de nuestra organización por atender este grave problema se concreta en nuestra sede con un grupo de Ayuda Mutua en el que participan familiares de personas que se han suicidado o han intentado quitarse la vida.

'El tiempo de la esperanza' siguió fielmente el día a día de la vida de la asociación, dedicando un esfuerzo especial en que los voluntarios estuvieran presentes en este espacio digital con sus experiencias y aportaciones, así como cualquier colaborador que acudiera a coordinar un curso o un taller. 

Más de cuarenta personas han sido entrevistadas, entre orientadores, psicólogos, psiquiatras, abogados, expertos en diferentes campos, coordinadores de talleres y artistas que participaron en nuestras galas.

En este enlace podéis acceder a las 42 entrevistas y leerlas. Primero aparecen las más recientes y más hacia abajo siguen el orden cronológico inverso.

https://eltiempodelaesperanza.blogspot.com/search/label/entrevistas

Otro apartado muy interesante han sido los artículos de nuestros voluntarios con recomendaciones para mejorar la salud emocional, afrontar crisis personales o ayudar a encauzar conflictos en las relaciones. Te invitamos a leerlos y aprender sobre asuntos como la soledad, sexualidad, asertividad, empatía, perdón, autoestima, resiliencia, relaciones de pareja y comunicación positiva, entre otras cuestiones. Son alrededor de 60 artículos a los que podéis acceder desde aquí:

https://eltiempodelaesperanza.blogspot.com/search/label/art%C3%ADculos






Hace diez años, en aquel primer post ilustrado con una fotografía dominada por el color verde del Valle del Genal, apostamos por la esperanza. Decíamos entonces que "los hombres y mujeres del Teléfono de la Esperanza reciben a las personas angustiadas por mil conflictos y trabajan para enseñarles a sacar lo mejor de cada uno de ellos". Hoy esta ventana al mundo digital continua haciéndose eco de ese esfuerzo, entrega y generosidad constantes y sigue siendo "un medio idóneo" para comunicar a la sociedad la gran vida que hay en esta ONG. La casa de la esperanza en la red sigue abierta.


Primer post publicado en el blog:
https://eltiempodelaesperanza.blogspot.com/2009/08/ayuda-en-la-red_26.html

Entrevista a Gloria Díez, biógrafa de Serafín Madrid, fundador del Teléfono de la Esperanza: "Fue un hombre listo dispuesto a hacer el bien"
https://eltiempodelaesperanza.blogspot.com/2011/11/gloria-diez-serafin-madrid-fue-un.html

sábado, 24 de agosto de 2019

CON OTRAS GAFAS / Comer sin gluten en la Feria de Málaga


Foto: Ana I. Montañez / La Opinión de Málaga


La Asociación de Celíacos de Málaga y el Ayuntamiento de Málaga han impulsado la red Málaga sin Gluten a la que se van adhiriendo establecimientos que ofrecen alimentos aptos para las personas celíacas.
Durante la Feria de Agosto, los celíacos han tenido la oportunidad de poder comer y disfrutar de la música sin la preocupación de tener que llevarse la comida preparada desde sus casas gracias a la asociación AVOI. La asociación AVOI, dedicada a atender a los niños que están hospitalizados o enfermos de cáncer, ha adaptado su caseta en el Real de la Feria con dos cocinas en las que se preparan alimentos con o sin gluten. Además, el equipo de camareros está preparado para manipular y servir a los celíacos después de unos cursos municipales.
Este encomiable servicio a las personas surgió del contacto de los voluntarios de oncología (AVOI) con niños que no pueden ingerir alimentos con gluten.
La iniciativa ha sido muy bien acogida por las familias en las que hay personas celíacas. Susanacordobesa residente en Málaga desde hace cinco años, es madre de una niña de tres años, intolerante al gluten desde los 15 meses. En un reportaje en 'La Opinión de Málaga' explica que antes de la apertura de este servicio en la caseta de AVOI "para acudir a la Feria era indispensable llevar toda la comida preparada desde casa". 
La solidaridad se vive y se hace presente en los gestos más cotidianos, también en el tiempo de ocio, haciendo posible que todos disfruten de la fiesta sin barreras.

Leer más:
AVOI crea la primera caseta sin gluten

jueves, 22 de agosto de 2019

Sé tu mismo. También cuando ayudas a los demás




José Portillo
Orientador del Teléfono de la Esperanza

La comunicación que mantenemos con nuestros familiares, amigos y otras personas de nuestro entorno es efectiva cuando podemos expresarnos libremente, sin miedo a que el hecho de decir aquello en lo que no estamos de acuerdo no suponga ser incomprendidos e incluso marginados. No hemos sido educados para amarnos, sino para que los demás nos amen. Esta es la razón por la que mucha gente se siente incapaz de expresar sus deseos, necesidades y sentimientos, ya que ha sido educada para agradar a los demás, aunque ello la perjudique. En este sentido, si pensamos que la educación que hemos recibido nos hace engañar a los demás por miedo a ser rechazados, comprobamos que se nos ha enseñado a no ser sinceros. En el terreno de la comunicación, se nos han inculcado fórmulas demostrativas de que somos conscientes de que quienes ostentan el poder deben ser respetados y obedecidos. Un ejemplo de ello es el hecho de pedir favores, ya que quienes los conceden están en una posición superior a quienes los piden. 
Lo que no se nos ha enseñado es a expresar nuestros deseos, necesidades y sentimientos. Si no sabemos lo que sucede en nuestro interior porque nos hemos bloqueado para evitar sufrir al no experimentar las emociones que consideramos negativas, podemos optar por afrontar el sufrimiento de pensar que nadie nos va a comprender si le describimos nuestra realidad mental, o por ser agresivos con los demás, al dar por supuesto que nuestros deseos jamás serán comprendidos, nuestras necesidades jamás serán satisfechas, y nuestros sentimientos nunca serán comprendidos. En esta situación, nos agredimos interiormente consumiendo grandes cantidades de azúcar, alcohol y otros productos que perjudican nuestra salud a largo plazo, y podemos agredir a los demás, al hacerlos responsables de nuestros conflictos. 

Culpar a los demás 
Sabemos con respecto a los demás lo que no nos gusta que piensen, digan y hagan, pero, al bloquearnos emocionalmente, no sabemos lo que sucede en nuestra mente. Esta es la razón por la que hemos aprendido a cargar a los demás con responsabilidades nuestras, y a culparlos de lo que sucede en nuestra mente. Inés soporta estoicamente los golpes que recibe de su marido pensando que el maltrato de que es víctima es ocasional. Dice que cuando su marido no la golpea es muy bueno y dulce tanto con ella como con su hija, y le cuesta reconocer que, cuanto más pasa el tiempo, es golpeada con mayor frecuencia por su cónyuge. Inés piensa que si su marido cambiara los dos serían muy felices. Inés ha depositado en su marido la responsabilidad de hacerla feliz, y él le ha dicho que, para que su relación sea estable, tiene que hacer todo cuanto le pida rápidamente y sin protestar. Inés es la única responsable de su felicidad, y el sufrimiento que arrastra no se lo causa su marido, sino el hecho de no hacer nada para superar una situación que algún día tendrá que resolver, cuando los golpes que reciba sean superiores a su rechazo patológico de la soledad, y, consecuentemente, al hecho de enfrentar el miedo a criar a su hija y a superarse a sí misma, sin el apoyo de su pareja. 
Para que nuestras relaciones se caractericen por la calidad y la calidez, necesitamos expresarles a los demás nuestros deseos, necesidades y sentimientos, y no culparlos por lo que nos sucede ni por lo que sentimos. Es por eso que necesitamos hablar en primera persona, siguiendo los siguientes ejemplos. En lugar de decir: "No me escuchas", podemos decir: "Me gustaría que me dediques unos minutos". En lugar de decir: "Pasas mucho tiempo viendo la tv. E ignorándome", podemos decir: "Para mí sería una gran satisfacción compartir actividades contigo". Al no responsabilizar a los demás de lo que nos sucede ni de lo que sentimos, aumentarán nuestras probabilidades de tener más relaciones de calidad y con calidez.

Olvidar lo nuestro para ayudar a los otros 
A la hora de ayudar a los demás, son muchos los que confunden las necesidades de quienes ayudan con las suyas. A modo de ejemplo, es frecuente el hecho de que bastante gente solitaria se empeñe en ayudar a otros que se sienten solos, cosa que en bastantes casos es absurda, en el sentido de que, quienes no encuentran amigos con quienes relacionarse, no serán los mejores ayudantes para otros que necesitan relacionarse. Otro ejemplo clásico es el de quienes se han bloqueado emocionalmente para no expresar su tristeza, y se sienten desahogados cuando ayudan a desahogarse a quienes les cuentan vivencias difíciles muy parecidas a las que han tenido. Para no confundir las necesidades de quienes ayudamos con las nuestras, necesitamos desconectar de nuestras vivencias antes de disponernos a ayudar a quienes nos necesiten. Bastante gente se vuelca ayudando a los demás hasta llegar a posponer la satisfacción de sus deseos y necesidades. Hay quienes hacen esto por su baja autoestima y su deseo de sentirse queridos e importantes, y quienes lo hacen por causa de su narcisismo, que les lleva a hacer a los demás dependientes de sí mismos, para satisfacer su necesidad de ser necesitados, y para asegurarse de que jamás serán desamparados, por ser imprescindibles. 
He aquí un ejemplo de lo que acabo de exponer. Se trata de un extracto de una entrevista que le hice a una señora cuyo marido había terminado su proceso de superación de la adicción a ciertas drogas. "No puedes imaginarte lo que he sufrido con mi marido. Mis amigas me decían que no permitiera nunca que lo viera ningún psicólogo, pero la tonta de yo le costeé varias sesiones de terapia, y, a pesar de lo que le he tenido que aguantar, ahora que está sano, me ha dejado y se acuesta con cualquier mujer que no sea yo, porque dice que quiere romper con el pasado". En este caso la entrevistada hubiera impedido el tratamiento psicológico de su pareja, si hubiera sabido que la iba a dejar después de desintoxicarse. Dar es tan importante como recibir. Dar es demostración de amor y generosidad, pero también puede ser manifestación de soberbia, cuando quienes dan se sienten superiores a quienes reciben. Hace años me dijo un taxista: "Yo le digo a mi mujer que comparta lo que quiera con sus familiares y amigos, pero que jamás le pida nada a nadie". 

Foto: https://www.pinterest.es/pin/214343263494968387/

Recibir indica amor y humildad 
Me gusta dar, pero, al recibir, tengo algo más valioso que los regalos que se me pueden hacer, pues se trata de gratitud y afecto. Ayudar a los demás no consiste en convertirlos en una carga para nosotros, sino en creer en su potencial para superarse a sí mismos. Todos tenemos nuestro proceso de crecimiento personal y debemos disponer del tiempo que necesitemos para superarnos. Cuanto más le dice María a su hija Inés que se separe del hombre que la maltrata, ve con rabia e impotencia cómo su descendiente la ignora o le cambia de conversación. Cada cual necesita su tiempo para resolver sus problemas y satisfacer sus carencias. Cambiar no es fácil, pero muchos lo hemos hecho cuando la necesidad nos ha urgido a optar entre hundirnos en la miseria y superarnos a nosotros mismos. En este terreno, aunque hay actuaciones cruciales en muchos casos, interpretan un mal papel quienes se creen indispensables para que los demás se superen, y los presionan, para posteriormente echarles en cara que, si no fuera por ellos, aún seguirían enterrados en el pozo. Si realmente nos caracterizamos porque amamos y respetamos a los demás, evitemos hacerlos dependientes de nosotros para inutilizarlos, para que así sepan que, si no fuera por nosotros, jamás podrían superarse. Evitemos ayudar a los demás esperando que solventen nuestras carencias. Nadie nos va a leer el pensamiento. Lucía pasó más de veinte años llevando a sus amigos a sus casas en su coche cuando terminaba sus noches de fiesta con ellos, y, después de recuperarse de un grave accidente, se disgustó con ellos, porque, cuando salían juntos y era la hora de volver a su casa, tenía que regresar en taxi. Lucía quería que sus amigos le leyeran el pensamiento y adivinaran que no los llevó a su casa gratuitamente, pues lo hizo esperando que le devolvieran el favor apenas lo necesitara leyéndole el pensamiento, sin pedírselo. Cuando se lo pidió siguiendo mi orientación, se turnaron para llevarla a su casa cada cual una semana.

martes, 20 de agosto de 2019

El 3,6% de los hombres que llaman al Teléfono de la Esperanza tiene ideación suicida, frente al 2,4% de las mujeres.


Pedro Villanueva 


Publicado en Pamplona Actual

El 3,6% de los hombres que llaman al Teléfono de la Esperanza tiene ideación suicida, frente al 2,4% de las mujeres. Las causas de esta situación están más relacionadas con los problemas emocionales y de adaptación que con los de salud mental. En cuanto a la gravedad de esta idea, asociada a factores como los intentos anteriores de suicidio, las autolesiones o el abuso de alcohol y drogas, el 70% es de carácter leve; el 19%, moderada y el 11%, grave. Además, una de cada cuatro personas que llaman con ideación suicida informa haber tenido algún intento anteriormente. Ante esta realidad, Pedro Villanueva Irure (Pamplona, 1953), licenciado en Psicología, ha diseñado una herramienta que han probado setenta orientadores del Teléfono de la Esperanza de Pamplona y que, según afirma, permite “abordar la ideación suicida y sus características de forma más precisa y eficaz”. Todos estos datos y dicha herramienta forman parte de su tesis doctoral, defendida en la Universidad Pública de Navarra (UPNA) y calificada con sobresaliente “cum laude”.
 
El suicidio es un problema de salud pública que está tomando dimensiones preocupantes —indica Pedro Villanueva—. La Organización Mundial de la Salud insiste en que se debe actuar limitando el acceso a los medios utilizados y estableciendo programas de salud mental y de reducción del consumo de alcohol. Insiste también en la formación de los profesionales de la salud, en la responsabilidad de los medios de comunicación y en la identificación temprana de las personas en riesgo”.
 
En este contexto, las “helplines” o líneas de ayuda, como el Teléfono de la Esperanza, son organizaciones de ayuda repartidas en los cinco continentes, “con más de 100.000 voluntarios que cuidan de la salud emocional de las personas”. “Entre las llamadas que reciben, la ideación suicida está presente de forma significativa. Está demostrado que su actuación es eficaz y que la afectividad negativa de los llamantes y la ideación suicida se reduce en el transcurso de la llamada. Sin embargo, existe preocupación por la calidad y la carencia de sistemas de evaluación del riesgo de suicidio”, explica el investigador, que ha ejercido como psicólogo voluntario en el Teléfono de la Esperanza. En este servicio, comprobó “la necesidad de los orientadores de tener una formación específica y un instrumento que les ayudara en la intervención telefónica para actuar con una mayor eficacia”.
 
PERFIL DE QUIENES TIENEN IDEACIÓN SUICIDA

En su tesis doctoral, dirigida por los profesores de la UPNA Javier Fernández Montalvo y Alfonso Arteaga Olleta, Pedro Villanueva estudió el perfil del usuario del Teléfono de la Esperanza. “Los hombres que llaman con ideación suicida tienen una media de 44 años, son solteros y con trabajo, frente a las mujeres, cuya media de edad se eleva a los 49 años y se hallan en situación de desempleo. Estas llamadas se reparten casi por igual: el 52% de las mujeres frente al 48% de los hombres, lo que indica un cambio de tendencia en cuanto a una mayor petición de ayuda por parte de los varones”, añade el investigador, que constató un incremento de estas llamadas en verano, en horario de noche y durante los fines de semana.
 
Los sentimientos de fracaso y soledad, el sentirse atrapado y la falta de sentido se presentan con más frecuencia que la depresión u otros problemas relacionados con la salud mental —describe—. Los hombres, más que las mujeres, se sienten atrapados, tienen desesperanza y falta de sentido, además de abusar del alcohol y las drogas y presentar trastornos de personalidad”. Según su trabajo, los mayores de 50 años presentan más problemas relacionados con la enfermedad física, la depresión y la soledad y los menores de esa edad, mayor severidad en la ideación y más problemas psicopatológicos. “Cuando el sentimiento de fracaso o el de atrapamiento o la falta de sentido se dan junto a la depresión, el riesgo de suicidio se multiplica por dos”, apunta.
 
UNA HERRAMIENTA PARA EVALUAR EL RIESGO DE SUICIDIO

La herramienta diseñada por Pedro Villanueva, denominada ATENSIS (Atención en crisis), consiste en una base de datos que incorpora un proceso para evaluar el riesgo de suicidio, “identificando los factores de riesgo y evaluando todo lo que rodea a la ideación suicida, teniendo en cuenta las escalas de medida más actuales y las teorías más relevantes sobre la conducta suicida y ofreciendo pautas de intervención, así como la conectividad con el 112 a través de SMS”. “El proceso de evaluación se concreta de la siguiente manera: identificación de los factores de riesgo y señales de alarma y si existe o no ideación suicida -señala-. En caso positivo, se analiza la ideación, su gravedad y su intensidad; se explora también si ha existido conducta suicida anteriormente y la letalidad de los intentos, así como las razones para morir y aquellas para vivir. Finalmente, se ofrece el nivel de riesgo de suicidio clasificado como bajo, moderado, alto y muy alto y se orienta sobre la actuación adecuada al riesgo”.
 
Los setenta orientadores del Teléfono de la Esperanza en Pamplona, previamente formados en conducta suicida y en el manejo de esta herramienta, la utilizaron, tomando una muestra de llamadas con ideación suicida entre febrero de 2016 y agosto de 2018.
 
Esta tesis doctoral aporta conocimiento para una intervención terapéutica que, por un lado, puede realizarse por parte de los orientadores de las ‘helplines’ que cuenten con una formación adecuada en aquellos factores de tipo emocional asociados a la ideación suicida, y facilitando también la mediación en otras circunstancias relevantes, como el aislamiento. Por otro lado, la identificación de los factores asociados permite a los profesionales abordar la ideación suicida y sus características de forma más precisa y eficaz. Propone, igualmente, un marco de actuación para las ‘helplines’ basado en tres ejes: la formación de su personal sobre la forma de actuar eficazmente ante este tipo de llamadas, teniendo como objetivo último la seguridad de las personas; la incorporación de sistemas de evaluación del riesgo de suicidio y de comunicación para trabajar en red con los diferentes agentes sociales, incluyendo la red pública de salud y los servicios de emergencia; y, finalmente, la puesta en marcha de sistemas de seguimiento, tratamiento y derivación”, concluye.
 
BREVE CURRÍCULUM

Pedro Villanueva completó una carrera profesional de 36 años en Caja Navarra, donde permaneció entre 1968 y 2004, periodo en el que también se licenció en Ciencias de la Educación en la Universidad de Navarra y cursó un título propio de Experto en Márketing en la UPNA y un Programa de Dirección General (PDG) en el IESE.
 
A partir de entonces, continuó su formación universitaria. Así, se licenció en 2008 en Psicología por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) en la especialidad de Orientación Clínica; cursó en 2015 el Máster Universitario en Metodología de las Ciencias del Comportamiento y de la Salud, impartido por las universidades Autónoma de Madrid, Complutense y UNED; y realizó en 2011 un título propio de Experto en Logoterapia por la Universidad de Comillas. Finalmente, este año se ha doctorado en Psicología en la UPNA.
 
En cuanto a su experiencia docente, Pedro Villanueva ha impartido formación en la Asociación Española Clínica Cognitivo Conductual (2010-2016) y, sobre prevención e intervención en conducta suicida, en el Instituto Navarro de Administración Pública (INAP) (2014-2015), en el Teléfono de la Esperanza (2013-2019) y en otras entidades (2013-2019). Además, ha sido voluntario con grupos de jóvenes en La Providencia y Nuevo Futuro y ha ejercido como psicólogo voluntario en el Teléfono de la Esperanza y en la asociación Besarkada-Abrazo.





sábado, 17 de agosto de 2019

CON OTRAS GAFAS / Llorando frente al mar




La imagen de un hombre solitario, sentado, mirando al mar en un apacible atardecer de verano ha recorrido las redes sociales y ha 'subido' a las webs de diversos medios de comunicación en los últimos días. El periodista malagueño Santi Souvirón caminaba por el paseo marítimo en Málaga cuando le llamó la atención la figura del hombre sobre la silla en medio de la playa vacía, encuadrado por los tonos azules y anaranjados de un cielo al que se asomaba una incipiente luna llena. Santi clicó en su móvil y se guardó la imagen, pero una historia inesperada le aguardaba en la orilla del mar. 

El periodista publicó el siguiente tuit el pasado 12 de agosto:

Primero hice la foto, me llamó la atención verle en la orilla mirando al mar. Fui hasta él por pura curiosidad. Al acercarme, lloraba sin parar. Es malagueño, emigró por necesidad y 34 años después ha vuelto a sentarse donde jugaba de niño. Me ha regalado el momento del verano.

El mensaje en Twitter ha sido retuiteado 6.200 veces y otras 29.100 personas hicieron clic en Me Gusta. El tuit y la imagen han sido compartidos por miles de personas atraídos por la sugerente imagen y la ternura de la historia que escondía. Santi Souvirón cuenta en una noticia publicada en el diario 'El Español' que estuvo hablando con el hombre, un anciano cercano a los 80 años, pero prefiere no dar más detalles de su emotiva peripecia vital. El reportero dejó atrás la playa con una mezcla de "alegría" y "tristeza". Como la vida del hombre que lloraba frente al mar.


Leer más:

jueves, 15 de agosto de 2019

Hablar de sexualidad masculina con naturalidad





Eduardo Costa
Coordinador del Taller 'Sexualidad masculina'
Hoy en día los hombres somos libres con respecto al sexo, eso es por todos sabido. Sin ir más lejos podemos hablar del tema perfectamente en casi cualquier situación, pero… sólo para bien, para alardear y jactarnos. ¿Acaso alguien ha escuchado alguna vez a un hombre hablar de sus problemas sexuales? ¿Será que no tenemos dificultades, miedos, frustraciones o dudas en ese campo?
Lo que en realidad es algo tan complejo como la sexualidad masculina, la sociedad y nosotros mismos lo reducimos a la mínima expresión. En la introducción de su completísimo libro 'El cerebro masculino' la psicóloga Louann Brizendine contaba que al anunciar la temática de su futura publicación, sus compañeras y compañeros de profesión bromeaban diciendo «¡Pues será un libro muy corto! Más bien un folleto». Esa obra tiene más de 350 páginas.
Y así estamos los hombres en pleno siglo XXI, afrontando la sexualidad desde la idea absurda de que somos seres que siempre debemos tener ganas de sexo y no hace falta erotizarnos de ninguna manera. ¿Y aquel que tiene problemas? Ese se lo calla porque, ¿cómo en la sociedad actual un hombre va a buscar ayuda si eso mismo le hace sentirse menos hombre?
Y no es una idea banal. Si repasamos el vocabulario “de la calle” de las disfunciones sexuales, al que no tiene erecciones se le llama “impotente”. Si no alcanza las expectativas eróticas porque pudo sufrir eyaculación precoz o porque está inapetente por lo que fuera, se le dice “que no cumplió como hombre” o que no funciona en la cama. De todo esto, lo peor es que no hace falta que nos lo diga nadie, nosotros mismos somos nuestro propio enemigo. ¿No es dramático? ¿No es demasiada presión? ¿No hay solución?
Sí, es demasiada presión y el estrés producido por una insatisfacción sexual por rendimiento y ejecución conduce a los hombres a evitar el sexo y a sus parejas sin dar explicaciones, a caer en profundas depresiones, a conductas asociales autodestructivas, a un aislamiento y a una espiral de la que es muy difícil salir que puede desembocar en dramáticas actuaciones. El sexólogo Albino Contreras lo sentencia en su libro “Hombre Y Sexo: La respuesta sexual masculina y sus disfunciones” «Más de la mitad de los pacientes presentan depresión, que puede llegar a ser profunda en el doce por ciento de ellos»
Por eso, el Teléfono de la Esperanza de Málaga ha preparado un taller sólo para hombres en el que nos podremos juntar para hablar libremente y sin complejos ni miedos sobre sexo, para ampliar nuestra perspectiva y alcanzar una sexualidad masculina sana, natural y real. Lejos de roles o imposiciones, desde nosotros, para nosotros y para la sociedad. Asumimos como propias las palabras que Fernando Villadangos López, cita en su obra: “Sexualidad masculina: ¿Hombres o titanes?” «Algo que puede parecer tan sencillo, y que podría sernos de mucha ayuda a los hombres es el hecho de atrevernos a hablar acerca de nuestra sexualidad»
En el taller nos replantearemos el papel que juega el sexo en nuestra vida, haciéndonos reflexionar y decidir por nosotros mismos.

Qué es y en qué consiste el sexo para ti
¿Qué es para mí el sexo? ¿Qué busco cuando “busco” a mi pareja sexual? ¿Qué deseo encontrar y conseguir? Nunca nos hemos planteados qué papel juega el sexo en nuestra vida y en nuestra relación sentimental. Nosotros nos adaptamos al sexo que creemos que debe ser el bueno, en vez de encajar a nuestra entidad como pareja el sexo que nos engrandezca a los dos. Saber qué es para ti el sexo independientemente de lo que diga la sociedad, es un paso hacia delante imprescindible que cambiará a mucho mejor la percepción de ti mismo, de tu cuerpo y de tu pareja.

Calidad vs cantidad
A la hora de pensar en sexo con nuestra pareja siempre se nos escapa plantearnos en si seremos mejores que su anterior partenaire o si los vecinos se habrán enterado ya quiénes son los mejores amantes del bloque, concepto que Eduard Garcia Cruz en su manual “20000 tíos: Lo que no te han contado acerca del sexo y la mentalidad masculina” denomina “Cuantitofrenia” Es demasiado habitual. El hombre cuantifica sus hitos sexuales para compararse consigo mismo y con los demás. Todo sexólogo está harto de la pregunta “¿cuánto […] es lo normal?”
Deberíamos aprender a hacer que el momento sexual que estamos viviendo sea único por sí mismo, propio de la pareja, sin exigencias y sin demostraciones ni numeraciones. No debemos practicar sexo para después poder hablar de ello. Debemos hacerlo por y para nosotros y por aquella persona que comparte nuestros encuentros íntimos.

Mantener a ralla a nuestros enemigos del sexo
Cuando un hombre cree que ha fallado en el sexo le puede sorprender la Ansiedad sexual o de ejecución, que sufrirá a modo de estrés en el próximo acercamiento. Sentirá que debe dar lo mejor de sí para compensar su anterior “fracaso” lo que, sin duda, aumentará su nerviosismo. Un bucle temible al que José Bustamante Bellmunt dedica mucha atención en su libro “¿En qué piensan los hombres?” Debemos conocer qué formas se nos presenta ante nosotros la ansiedad sexual, cómo podemos afrontarla y qué otros enemigos sexuales se hacen pasar por amigos en nuestro día a día.

Sexualidad sana in córpore sano
El sexo es, entre otras muchas cosas, un ejercicio físico intenso que nos rejuvenece, mantiene nuestros corazones sanos y nuestros cuerpos ágiles, pero no lo puede todo. El deporte practicado con frecuencia nos ayudará a sentirnos mejor con nuestros cuerpos y será un muy buen momento para estar con nosotros mismos o en entornos amigables y positivos donde alejarnos del estrés del trabajo y de la ansiedad sexual y nos elevará las endorfinas.
Agraciarnos con una alimentación equilibrada y alejar de nuestros cuerpos el alcohol y el tabaco nos ayudarán a que nuestros organismos se tonifiquen y fortalezca a todos los niveles. Incluido el emocional y el sexual.
Mike Lousada y Louise Mazanti lo afirman en su obra “Sexo real” «No hay que practicar sexo para estar más sano, hay que estar más sano para practicar mejor sexo».

Falsos amigos: pornografía y expectativas
Cuando pasamos una fase en la que nuestro rendimiento sexual no es el que querríamos, es muy fácil caer en la tentación de probarnos a nosotros mismos que somos seguimos “siendo capaces”, por lo que entramos imprudentemente en la pornografía sin ser conscientes del gravísimo daño que está haciendo a nuestra sexualidad, porque, entre otros muchísimos males, nos hace generar dañinas expectativas irreales e incluso llega a afectar a nuestro subconsciente generando estímulos supranormales: escenas y entornos que nos estimulan más que el sexo real, haciendo que estar con nuestras parejas nos llegue a parecer aburrido y poco apetecible multiplicando, así, los efectos de nuestro problema. Un vistazo rápido al libro “Your Brain on Porn: Internet Pornography and the Emerging Science of Addiction” . de Gary Wilson es suficiente para no querer volver a entrar en una página erótica nunca más.

Recuerda: más que el sexo
A nuestros problemas de índole sexual les damos una importancia desmedida y le quitamos atención a otras facetas de nuestra personalidad que nos hacen sentir plenos, que aportan mucho en nuestro entorno social y que deberíamos valorar más. En otras palabras, cuando estamos sometidos a un problema sexual, nos olvidamos de todas nuestras virtudes.
El hombre debe recordarse a sí mismo que él no es sólo su respuesta sexual, es una persona completa que supera retos, que afronta una vida y que lucha por los suyos.

Trátate como tratas a tu mejor amigo de verdad
Esta frase no la he sacado de ningún libro. Esta es mía y es el mantra que yo me repito mucho y que quisiera llegara a trascender el taller. Trátate bien. Busca ser ese hombre que querrías tener como mejor amigo o hermano, al que le puedas contar tus problemas y te ayude a solucionarlos sin juicios, expectativas ni obligaciones. Que te perdona y te anima a seguir luchando para disfrutar de la vida y para seguir haciéndote feliz a ti y a los tuyos.

Taller 'Sexualidad masculina'

Inicio: 26 de septiembre de 2019. 19.30 horas

Coordinan: Eduardo Costa y Juan Sánchez


martes, 13 de agosto de 2019

10 puntos para aprender a cultivar la resiliencia en la vida





Hoy queremos hablar de resiliencia personal, pero ¿sabes lo que es la resiliencia?. Una persona resiliente es la que tiene las suficientes fortalezas y recursos personales para hacer frente a las adversidades de la vida sin quedarse anclada en lo que sucedió aunque fuese un golpe injusto e inesperado en su vida.
Nuestro compañero, el psicólogo Juan Manuel Martín, facilitó anteriormente en el artículo 10 hábitos para construir resiliencia personal una serie de pautas para hacernos fuertes frente a los golpes que nos trae la vida.
Hoy os dejamos la entrevista a la psicóloga Teresa Baró en La 2 de TVE, en la que esta profesional detalla paso a paso el camino a seguir. La actitud de la persona es clave para sobreponerse y salir adelante, aunque esa ruta le traiga dificultades para salir de donde le ha situado la vida. Por contra, quedarse en la rumiación o repetición de frases como "yo no me lo merezco" solo sirven para quitarnos energía y dejarnos bloqueados. Aceptar la parte injusta de la vida es el punto de partida.

Leer más:
Resiliencia, actitud y felicidad: Vivir con optimismo para ser feliz

sábado, 10 de agosto de 2019

CON OTRAS GAFAS / Compasión frente a política ciega


La buena noticia que seleccionamos esta semana navega sobre el barco de la organización Proactiva Open Arms en forma de vidas humanas. Nada menos que 123 personas, entre ellas varias mujeres con embarazos en su fase final y dos decenas de niños, fueron rescatados en el Mediterráneo la semana pasada. Posteriormente, se evacuó a dos embarazadas a hospitales. Todas ellas, en si mismas, son una buena noticia. Si no nos acostumbramos a las frías cifras, valoraremos que gracias a los voluntarios de la ONG, estas personas que huyeron de Libia han evitado engrosar la lista de muertos en nuestro Mare Nostrum. Solo en 2019, ya han perdido la vida tras naufragar 578 hombres, mujeres y niños. La ruta por mar más peligrosa del mundo para los inmigrantes a los que no se les ofrecen vías seguras, no está en un lejano país sin desarrollar. Está aquí mismo, en el Mediterráneo.
Por contra, la oscura sombra de está buena noticia, cargada de solidaridad, generosidad y compasión, la escenifican los líderes políticos de la Unión Europea. Algo tan sencillo como es rescatar a un grupo de personas en peligro en cumplimiento de los tratados y convenios de protección de los derechos humanos, la ley natural del mar o razones humanitarias, se ha alargado ya durante nueve días por razones puramente políticas de los diferentes actores en juego. Malta, Italia, España y la Comisión Europea -cuya presidenta anuncia un nuevo pacto sobre la llegada de inmigrantes en el mar, pero a partir de noviembre- esquivan soluciones reales e inmediatas para estas personas. Exponen su muestrario de argumentos de estrategia política de corto alcance sin tener en cuenta que se ha llegado a esta situación por falta de acciones políticas globales que aborden las vías seguras para la inmigración y los acuerdos con los países de origen. La ONU aprobó en diciembre pasado un pacto global por las migraciones y el derecho al refugio. ¿Qué se ha hecho?
La secuencia de actuaciones de las políticas de la UE respecto a la llegada de immigrantes o refugiados por el mar conduce a la situación actual de incertidumbre. Se abandonó, hace ya años, una operación de rescate coordinada, dejando a los países del sur la responsabilidad de rescatar ellos a los tripulantes de las frágiles embarcaciones, lo que motivó la reacción de Italia, desbordada, y la posterior política de puertos cerrados de ese país y de Malta, que abre y cierra sus puertos de forma intermitente. La UE derivó los rescates a ONGs y, finalmente, también se ha decidido hostigar e impedir el encomiable trabajo de estas organizaciones mediante las amenazas de detenciones y multas. Cualquiera que lea estas líneas interpretará que "ni comen, ni dejan comer".
Nadie puede explicar a las personas que han huido desesperadas de sus países y, en muchos casos, han sufrido explotación laboral, torturas y violaciones en Libia porque razón llevan nueve días sin arribar a un puerto seguro. No entenderán porque la UE firmó un acuerdo con Libia para devolver a ese país en estado de guerra a inmigrantes rescatados en sus aguas territoriales.
Tampoco ninguno de los 121 que siguen navegando podrán entender como es posible que otro país europeo -Malta- ofrezca el rescate de solo 29 personas, los rescatados este sábado por el 'Open Arms'.
En el frente de la solidaridad, Oscar Camps, fundador de Proactiva Open Arms aseguró este sábado en Lampedusa que "ningún político evitará que protejamos la vida humana en el mar". Camps estuvo acompañado por el actor Richard Gere que el viernes suministró víveres al barco de la organización catalana. Gere mostró su estupor porque se pueda perseguir a organizaciones por el hecho de salvar a personas en peligro de morir ahogadas.
Las ONGs piden compasión en forma de grito por los que no tienen voz. Las organizaciones Medicos Sin Fronteras y SOS Mediterraneé han rescatado este fin de semana a otras 160 personas en el corredor central del Mediterráneo. Los diferentes barcos de salvamento humanitario desafían a los gobiernos, sobre todo a los de Malta, Italia y España, para que 300 personas puedan pisar el pavimento de un puerto seguro. Cuando eso ocurra, la pelota volverá del campo del humanitarismo al de la política. Se decidirá como acogerlos. Pero, ¿hay alguien ahí?

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jueves, 8 de agosto de 2019

Etapas a superar y mitos que no ayudan en un proceso de duelo


Foto: http://psicoclinic.net


Aurelia González
Psicóloga voluntaria en Teléfono de la Esperanza

Mi hijo ha fallecido hace seis meses y aún no puedo creerlo.

Mi marido ha muerto y aunque estuvo 8 meses muy enfermo, me resulta muy dolorosa la vida.

Mi negocio ha quebrado y he perdido la casa, pienso que mi vida no tiene sentido.

Me he jubilado hace tres meses y a pesar de que llevaba mucho tiempo deseándolo, ahora me siento vacío.

¿Qué tienen en común todas estas situaciones, a pesar de ser circunstancias muy diferentes?
Todos estos acontecimientos son sucesos que le pueden ocurrir a cualquier persona a lo largo de la vida. En todas ellas es necesario pasar por un proceso de adaptación. Adaptación a la nueva situación que exige que se produzcan “cambios psicológicos, conscientes e inconscientes”, y es a lo que se denomina “proceso de duelo”.
Por lo tanto, el duelo humano, “es una reacción adaptativa natural, normal y esperable ante la pérdida”, fundamentalmente la de un ser querido. “Aunque el duelo no es una enfermedad” (Poch, 2003), es un acontecimiento vital estresante de primera magnitud. Es un procesono un estado, en el que el doliente atraviesa una serie de fases o tareas que si se llevan a cabo conducen a la superación del acontecimiento vivido.
Afecta a todas las áreas de la persona (Worden, 1997). Los síntomas más comunes son:

En el área cognitiva. Incredulidad, preocupación y alucinaciones

En el nivel conductual. Trastornos de sueño, de alimentación y aislamiento social

En el nivel emocional. Tristeza, enfado, culpa y ansiedad

En lo orgánico. Vacío en el estómago, opresión en el pecho, sensación de despersonalización y falta de energía




Existen numerosas teorías sobre la elaboración de duelo, pero nos vamos a centrar fundamentalmente en el 'Modelo de tareas' de Worden (1982). Se trata de un modelo que plantea el proceso como algo activo, algo que la persona doliente puede hacer para adaptarse a una vida en la que el ser querido no está. Es un modelo de esperanza.

Estas tareas son:
a) Aceptar la realidad de la pérdida
b) Experimentar el dolor de la pérdida
c) Adaptarse a su medio, en el que ahora falta el ser querido
d) Volver a encontrar sentido y satisfacción en la vida desde la persona que falta

Todos estos síntomas y tareas se van sucediendo a lo largo del tiempo de forma natural y a eso se le denomina duelo normal. Pero cuando la intensidad y la duración de dicho proceso es mayor y limita la vida de la persona, se clasifica como duelo complicado, pudiendo llegar a duelo patológico.

Desenmasacarar mitos

Cabe destacar que existen una serie de mitos en relación con el proceso de duelo que es conveniente desenmascarar. Estos mitos al ser creídos por un número importante de personas producen en el doliente un mayor sentimiento de incomprensión y dolor. Los mitos más comunes son:

El tiempo lo cura todo. La realidad es que lo que ayuda a evolucionar es el trabajo personal que se realiza a lo largo del tiempo, no el tiempo en sí mismo.

El duelo dura de seis meses a un año. La realidad es que muchas personas a los seis meses empiezan a salir de shock o de la negación de la pérdida. Para algunas personas el segundo año es aún peor, porque ya conoce por lo que va a pasar y el grado de sufrimiento que conlleva.

Hacer el duelo es despedirse. La realidad es que la persona no debe desvincularse nunca del ser querido; si bien se pueden despedir de una parte, es decir de la parte física, la que ya no está presente, de la dependencia emocional; pero no de aquello que se ha vivido y que va a permanecer siempre en el recuerdo.

Escribir una carta a su ser querido. Escribir suele ayudar a liberar sentimientos y poner los pensamientos en orden. Pero es importante comprender en qué momento del proceso se encuentra cada persona, pues si no es el adecuado la persona se puede sentir fuera de lugar.

El dolor es mejor vivirlo en soledad. No es adecuado expresar el dolor. La realidad es que cada persona debe elegir a quien y con quien quiere compartir su dolor, sus emociones, pero el apoyo social y la expresión de sentimientos es un buen predictor de superación de duelo.

El duelo en niños

Quiero hacer especial hincapié en el duelo de los niños. Cuando hay un niño que ha sufrido una pérdida importarte, las personas mayores tienen un doble sufrimiento, porque al suyo propio se añade la angustia que produce el dolor del menor. En general, los niños tienen una mayor resistencia a la frustración ante las pérdidas importantes.
Hay que reseñar que la muerte se valora de forma diferente según la edad del niño. A los 5 años, no supone una emoción intensa, no se tiene conciencia de lo que ha sucedido. Entre los 5 y los 8 años, entienden la irreversibilidad y universalidad de la muerte. Ya temen la muerte de sus seres queridos y desde los 9 u 11 años a la adolescencia, se acerca al duelo más como un adulto y con la conciencia más clara del significado que tiene la muerte.

Teniendo en cuenta estas características, es importante:
  • Ayudar al niño para que el dolor no sea una amenaza ni un sufrimiento, si no un sentimiento adecuado al momento por el que se está pasando.
  • No intentar que desaparezca el dolor de forma inmediata, es importante permitirle que siga su propio proceso.
  • Legitimizar sus sentimientos, no decirle “no pasa”, “no estés tristes”. Es bueno que el niño aprenda a identificar esos sentimientos y que pueda expresarlos.
  • Sobre todo, ser sinceros, coherentes con las propias creencias y contar el suceso de la muerte como una historia, adaptada a la madurez del niño.
  • Dejarle participar de los rituales, es decir, dejarle participar del proceso, adaptado a sus necesidades.
Muchas veces el apartar a los niños de los rituales, tiene más que ver con las angustias de los adultos que con las propias del niño. Y sin embargo, con ese comportamiento se le está privando al menor de ir adaptándose a las adversidades de la vida y poder madurar de forma adecuada.