miércoles, 31 de mayo de 2023

Prácticas de Psicología en el Teléfono de la Esperanza, una oportunidad para crecer profesional y personalmente

 

                                         Alumnos del Practicum con la psicóloga Ana Manrique


Trece estudiantes de Psicología han hecho su Practicum en el Teléfono de la Esperanza entre los meses de noviembre de 2022 y mayo de 2023. Los psicólogos en formación han tenido contacto directo con la escucha de las personas que llaman por teléfono pidiendo ayuda, los jóvenes que escriben sus mensajes a 'El Chat de la Esperanza' y familiares de personas que se han quitado la vida. Además, han descubierto el amplio campo de la formación en salud emocional, participando en los cursos de Desarrollo Personal y los talleres de 'Autoestima', 'Mindfulness' y 'Gestión Emocional'.

Nuestra psicóloga Ana Manrique se ha responsabilizado de tutorizar esas prácticas. "Ha sido muy gratificante para mi -detalla- ver como ahora tienen un concepto más humano de la Psicología. Ahora si podrían escuchar a las personas y tratarlas".

Una de las situaciones más graves en la salud mental de las personas es la ideación o crisis suicida. Algunos de estos estudiantes "no querían hablar de suicidio, pero ya han escuchado a chicos y chicas en 'El Chat de la Esperanza', han sabido mantenerles la conversación y fijarse en lo más positivo para emplazarlos a continuar hablando al día siguiente", explica Ana Manriqure.

Ocho alumnos de la Universidad de Málaga, cuatro de la UNED y uno de la Universidad online Europea han vivido este acercamiento al voluntariado del Teléfono de la Esperanza. Pablo Lozano, uno de ellos, cree que la soledad es el hilo conductor de los chicos a los que ha atendido en el chat. "Necesitan hablar, ser comprendidos, muchos están en situaciones jodidas. Ellos responden muy bien al contacto por chat. Necesitan ordenar sus pensamientos y expresarse. Intentamos que vean una oportunidad de que hablen con sus padres o con orientadores o profesores".

Pablo Lozano le llamo la atención el caso de un adolescente al que sus hermanos culpaban de la muerte por cáncer del abuelo. El chaval se quejaba de que expresó el problema a sus padres pero no le hicieron caso y entró en una dinámica de mal rendimiento en el instituto donde también tuvo tensiones con otros alumnos.

A Magin López, su pase por nuestro Practicum le ha supuesto "un proceso de descuadre" respecto a la enseñanzas teóricas adquiridas en la Universidad y un aterrizaje en el mundo profesional de la Psicología. "Esto no ha sido una asignatura más", resume. Pero si hay un área del Teléfono de la Esperanza que la ha impactado es el grupo 'Ayuda Mutua', donde cada dos semanas mantienen sesiones terapéuticas familiares de personas que se suicidaron o participantes que ellos mismos han tenido intentos de suicidio. "Al principio ver esas situaciones parecía una locura, pero poco a poco notas que vas pudiendo entrar en el terreno necesario de un posible desarrollo terapéutico con las personas. Las sesiones podían derivar en múltiples direcciones. Hay que saber manejar que expresen sus emociones y no se contagien los demás. He visto a Juan Sánchez con la habilidad de manejar esa complejidad. Viendo la evolución de estas personas, es acertado que revivan lo vivido porque trabajar sus emociones es bueno para ellos. Estoy muy a gusto con vosotros, nos decían".  

En el grupo en el que tuvo participación Magin había incluso una familia formada por dos padres y un hijo.

Alejandro López, alumno de la UNED, buscaba un contacto presencial con la profesión después de sus estudios académicos. Acudió al Teléfono de la Esperanza porque vive cerca de la sede. Encontró unas posibilidades de crecimiento personal  y profesional "que no esperaba". Resume así su presencia en la escucha de los llamantes: "Son personas con experiencias duras, son vidas humanas, no casos ni teorías. Personas que lo pasan mal y se les escucha. La mayoría te dan su feed back (mensaje de respuesta) de que las ayudas".

La sensaciones que transmiten los participantes en el Practicum 2023-24 son de sorpresa y descubrimiento. En lo personal y profesional. Así, Paula Parrado, nos cuenta que "después de asistir a las charlas en institutos y participar en 'El Chat de la Esperanza' he descubierto que me gustaría dedicarme a los jóvenes". Tuvo una experiencia enriquecedora en la sala de orientación, donde los voluntarios atienden a los llamantes. "Me encantó. Me gustó mucho, en todo momento atendía como yo consideraba y me apoyaban. Noté la confianza, cercanía y acogida. Me sentí acompañada".

Paloma Martín ha sido otra de las integrantes del Practicum por cercanía a la sede. Sus referencias de que el Teléfono de la Esperanza es "un sitio de mayores y centrado en el suicidio" quedaron superadas por los casi dos meses que ha estado participando como voluntaria en 'El Chat de la Esperanza'. "La mayoría estaban en la misma línea de buscar alguien que les diera apoyo. El teléfono debería hacer actividades para la gente joven, aquí encontrarían apoyo a sus problemas".



A Irene Álvarez le gustó "un montón" asistir a las charlas preventivas que dieron nuestros voluntarios a niños de 12 o 13 años en los colegios. Valora muy positivamente su participación en los talleres 'Autoestima', 'Inteligencia Emocional' y 'Mindfulness', donde encontró gente muy interesante.

Ariadna Borrego es otra de las personas que tuvo la oportunidad de tener contacto con los sufrientes que asisten al grupo 'Ayuda Mutua'. Ella misma llegó con mucho dolor en su mochila vital porque su madre se suicidó cuando era una niña. "He podido empatizar como se sienten, que necesitan, calmarles y darle recursos. Lo mío fue cuando tenía 10 años, nunca se va el tema de tu vida. Con 31 años tengo ayuda. Llevo tiempo trabajándome, hago Psicología porque me gusta y no me quejo de mi vida". 

Silvia Fernández, en su paso por nuestra asociación, participó en la coescucha, 'El Chat de la Esperanza' y el Taller 'Soledad sana' dirigido a personas de más de 65 años. "Me sorprendió la capacidad de abrirse y contar sus cosas. A mi me vino bien porque no sabía hacer dinámicas de grupo y he aprendido".

Sobre el contacto con jóvenes, destaca su asistencia a las charlas de salud mental que "me han llenado mucho". La atención a personas en crisis por teléfono le resultó "emocional e impactante". Tomó nota de aspectos como el tono de voz, la forma de contar las cosas del llamante y la habilidad que los orientadores tienen para escuchar. La clave de la acogida por ese canal. Incluso cuando solo el silencio es lo que llega desde el otro lado de la línea.

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