sábado, 27 de marzo de 2010

Participantes en el curso 'Conocimiento de sí Mismo' animan a vivir la próxima edición entre el 8 y el 11 de abril



Los próximos días 8, 9, 10 y 11 de abril, o sea, el primer fin de semana posterior a la Semana Santa va a tener lugar el curso 'Conocimiento de sí mismo', uno de los procesos más importantes del Área de Formación del Teléfono de la Esperanza que se integra en su intensa y constante actividad de promoción de la salud emocional. Se celebrará en régimen de internado en el Hotel Elimar de Rincón de la Victoria (Málaga) y está abierto a cualquier persona que quiera recibir ayuda profesional para avanzar en su propio crecimiento personal, descubrir sus propios valores positivos y conocer alternativas para afrontar su vida de una manera más sana y más autónoma.

La mejor forma de mostrar las ventajas de éste ciclo formativo y, sobre todo, la felicidad que puede generar a la persona que viva esta experiencia es el testimonio de otra que la haya experimentado. Así, MªÁngeles, una de las participantes, explica que "una vez hecho el curso y los seguimientos, veo muy lejos a la que era antes, considero que en mi vida hay un antes y un después de los cursos, son las mismas palabras que me dijo la amiga que me lo aconsejó y para mí son palabras ciertas. Me ha gustado descubrir a la persona que soy y lo que quiero de verdad en la vida (algo muy importantísimo para mí que siempre me pregunté cuál era mi meta en la vida). Estoy muy satisfecha con los resultados y a los coordinadores y compañeros os diré que gracias por todo lo que habéis aportado a mi vida. Gracias".

Enrique también está satisfecho con lo que recibió en ese intenso fin de semana y concreta sus avances personales en que "ha supuesto verme de un modo más integral, observar mis reacciones y ver que soy el que las genera. A no culpar a los demás. Ha sido un gran paso".

Otra de las mujeres que se lanzó a vivir esa experiencia de tres días a la que luego siguen sesiones de seguimiento se llama Isa y elabora está relación de aprendizajes personales tras el curso 'Conocimiento de sí Mismo'. "Sé lo que quiero hacer y llevarlo a cabo sin miedo, he aprendido poco a poco a quererme y querer a los demás sin exigencias, a hacer que los demás respeten mi espacio y a respetar yo el espacio de los demás y ha abierto en mi una ganas de seguir descubriéndome. El curso y el seguimiento me han encantado"

Otra fémina también llamada Isabel, expone que "personalmente, me ha ayudado bastante porque había aspectos de mi personalidad que no entendía, reacciones que no sabía porque las tenía, así como vivencias de mi historia que me aclaran zonas oscuras importantes para un futuro. Animo a todos a realizarlo, ya que realmente nos ayuda no solo a conocernos a nosotros mismos sino también a los demás".

La experiencia de conocerse a sí mismo forma parte del programa Agentes de Ayuda del Teléfono de la Esperanza incluido en el proceso formativo de los voluntarios que prestan su servicio gratuito y anónimo como orientadores atendiendo las llamadas de teléfono.

El curso se inicia el jueves 8 de abril por la tarde en el mencionado Hotel Elimar y finaliza el domingo 11 con un total de 34 horas de duración aproximadamente. Las personas que participan permanecen en el hotel. Posteriormente, los profesionales del Teléfono de la Esperanza imparten diez sesiones semanales de seguimiento en horario de tarde noche en 'Villa Esperanza', la sede del teléfono en la calle Hurtado de Mendoza, 3. Los que quieran disponer de más información o inscribirse pueden llamar al teléfono 952/652651 o enviar un mensaje: malaga@telefonodelaesperanza.org

martes, 23 de marzo de 2010

Se abre una campaña para ayudar al pueblo chileno y el Teléfono de la Esperanza en Chillán, que sufrió daños en su sede








La sede del Teléfono de la Esperanza en Chillán (Chile) también se vio afectada por el terremoto de 8,8 grados que el 27 de febrero afectó a ese país y causó casi un millar de muertos. Uno de los muros del local dónde nuestros compañeros trabajan por la salud emocional y ayudan a la población se encuentra en muy mal estado y tendrá que se reparado con materiales y anclajes nuevos. Los daños se pueden observar en la fotografía. Afortunadamente el propietario del inmueble ha decidido hacerse cargo de la reparación, pero ahora los esfuerzos de los voluntarios se centran en buscar un lugar más seguro para impartir los talleres y cursos y atender a los miles de ciudadanos que se han quedado sin trabajo, casa o han perdido a familiares. Jesús Madrid, presidente de la Asociación Internacional del Teléfono de la Esperanza, ha realizado un llamamiento a todos los centros para que se ayude económicamente a la sede de Chillán. Nosotros queremos también apelar a vuestra solidaridad para que colaboréis en lo que os sea posible. Un gesto solidario, que permitirá a nuestros compañeros recuperar la normalidad.

Los ingresos pueden realizarse en este número de cuenta de Caja Extremadura: 2099 0085 13 0070005021

Estamos seguros de que la acogida de esta iniciativa volverá a sorprendernos porque los voluntarios y amigos del Teléfono de la Esperanza son gente con un enorme corazón. Desde el teléfono de Málaga, queremos transmitir nuestro apoyo y solidaridad a todos los chilenos, un pueblo fuerte que sabrá superar esta catástrofe natural. La presidenta del Teléfono de la Esperanza de Chile, Ana Mirena Romero, describe en esta carta la situación que están viviendo y los retos que se plantean ahora para estar cerca de la gente en éstos momentos tan necesarios para iniciar una nueva etapa.

Estimados amigos: Se dice que este terremoto es mentiroso, las fachadas de las casa quedaron muy bien y dentro de las casa se saca y saca escombros, con el pasar de los días nosotros hemos ido descubriendo algunas cosas que te cuento a continuación:

1º Las reparaciones de la casa correrán por cuenta del dueño del inmueble que inicialmente había dicho que no, luego reflexionó y asumirá los gastos

2º Tendremos serios problemas para obtener dinero, los socios están con serios problemas económicos, nuestras fuentes de ayuda usuales están ocupados en ayudar a miles de personas que han perdido sus hogares, los cursos que eran nuestra entrada natural nos obligaran a arrendar un lugar asísmico de confianza por las réplicas que durarán aproximadamente un año según especialistas.

Por esto y algunas cosas más nuestra situación económica es paupérrima. Necesitamos dinero para pagar el arriendo de la casa (unos 200 dólares mensuales) y de las salas para talleres.
Pero aunque no lo creas lo que más nos preocupa es el daño de la población, el estrés post traumático en un número importante de ella lo que nos está haciendo replantearnos la planificación del año y preparar talleres para ello.


Resumiendo:
No pediremos dinero para reparaciones, si desean ayudarnos podrían hacerlo para pagar arriendo en esta etapa difícil y apoyo por algunos meses hasta que nos podamos valer por nosotros mismos o apoyarnos para algún taller. Si es así me lo dices y te enviaría un proyecto


Soy yo la que te da a ti un gran abrazo y de verdad muchas gracias por tu preocupación.


Ana Mirena Romero

lunes, 22 de marzo de 2010

Dolor en el Teléfono de la Esperanza por la muerte de una voluntaria en Huelva a manos de su ex pareja

Todos los que formamos la gran familia del Teléfono de la Esperanza nos sentimos tristes y vivimos de cerca el dolor por la cruel muerte de Julia Madruga Benítez, voluntaria en el Teléfono de la Esperanza de Huelva que fue acuchillada presuntamente por su ex marido el viernes pasado.


El suceso ocurrió en el hospital 'Blanca Paloma' cuando Julia acudió a visitar a su madre enferma. Tenía 56 años y se había separado hace 10 años, aunque hace cinco años volvió a vivir con él "por pena" hasta hace un año y actualmente tenía una nueva pareja, según han contado familiares de la víctima al diario Estrella Digital. La fallecida no consiguió testigos de las amenazas de muerte que sufría, de forma que el proceso judicial que seguía contra el presunto agresor quedó sobreseído.
Desgraciadamente, la muerte de Julia había sido anunciada y con demasiado tiempo de antelación para que no hubiera una reacción colectiva en su entorno, en las personas que desde agosto pasado presenciaron las amenazas de muerte de su verdugo. Como resalta nuestro compañero Fernando Alberca, en la web del teléfono, el asesinato de Julia se ha producido tras la inacción de todos esos testigos que no supieron o quisieron dar un paso adelante para apoyar a los mecanismos legales de que dispone la sociedad. Fernando va más allá porque asocia éste crimen al ambiente de individualismo del mundo de hoy, pero salva a Julia de esa tendencia negativa y egoísta que saca lo peor de cada ser humano. Julia era diferente, aprendió a ayudar y se volcó en la ayuda a los demás. Fue una persona solidaria.
También María López, presidenta del Teléfono de la Esperanza en Huelva, ha indicado que "era alguien absolutamente luminosa y positiva, alegre y capaz de transmitir y ayudar todo lo que ha transmitido y ayudado, amiga de sus amigos, compañera", a la vez que ha lamentado que "tenía miedo porque su ex marido ya la había agredido".
En éstos momentos de perplejidad, tristeza y dolor, Jesús Madrid, presidente de la Asociación Internacional del Teléfono de la Esperanza, quiere transmitir el siguiente mensaje:


Hola compañeros y compañeras.


Os escribo este correo desde la perplejidad y, sobre todo, desde la profunda
tristeza por la trágica y fatídica noticia del asesinato, a manos de su ex
cónyuge, de nuestra compañera del Teléfono de la Esperanza de Huelva Julia
Madruga Benítez.

Este luctuoso hecho, que se produjo el pasado viernes día 19, nos llena de
dolor y de indignación a todos los que formamos parte de la familia del
Teléfono de la Esperanza y, desde aquí, nos unimos a nuestros compañeros y
compañeras de Huelva, que se encuentran consternados por la pérdida de una
mujer vitalista, humana y sensible.

Deseamos que la muerte de Julia, que desgraciadamente pasa a engrosar la
lista de víctimas de violencia familiar, no haya sido en vano y su aliento y
vitalidad nos siga impregnando a diario de esperanza.

Jesús Madrid


Foto: Estrella Digital

sábado, 20 de marzo de 2010

Una apuesta desenfadada para orientar a los padres de hoy en la educación de los niños

Ayer 19 de marzo se celebró el Día del Padre y todos los que tenemos hijos pequeños recibimos dibujos o trabajos dónde los niños nos transmitieron su amor. Es un buen momento para reflexionar sobre el papel de los padres en la educación en el mundo difícil de hoy.
Hoy os invito a conocer el libro 'Padres blandiblup. Retrato de las dudas y debilidades de los padres de hoy', escrito por María de los Ángeles López Romero, redactora jefe de la revista 21. Al acceder al primero de éstos dos enlaces, podéis ver varias entrevistas que le han hecho a ésta periodista en TVE y Canal Sur sobre su reciente trabajo. El vídeo titulado entrevista para Family Watch resume bien su propuesta.
La autora está especializada en cuestiones sociales, es madre de tres niños pequeños y explica que ha tratado de hacer "un retrato de la actual generación de padres, treintañeros y cuarentones, y sus dudas y debilidades a la hora de ejercer la paternidad".
El trabajo está realizado a partir de la recopilación de testimonios y anécdotas reales "cargados de ironía y sentido del humor e inspirado en una serie de reportajes publicados en la revista 21 bajo el epígrafe Cómo ser padres y no morir en el intento".
El objetivo del libro es "desdramatizar" los problemas que conlleva educar y presentar las debilidades que hay que evitar porque pueden provocar que los niños no tengan autonomía y sean infelices.
Cuestiones como enseñar a los hijos a aceptar sus errores y asumir las consecuencias, afrontar el aburrimiento, la responsabilidad y el esfuerzo en el trabajo o evitar cargarles en exceso de actividades son abordadas con gracia y desparpajo por López Romero que hace una apuesta inteligente por la "pedagogía de la paternidad" en tiempos en los que ser padres se suele presentar como 'una carga'.
'Papás blandiblup' fue publicado en 2009 por la Editorial San Pablo y ha sido presentado en Madrid, Sevilla y Écija.

martes, 16 de marzo de 2010

"Los profesionales de emergencias se exponen a daños psicológicos seis veces más que el resto de la población"



La ayuda que el Teléfono de la Esperanza ofrece a ésta sociedad acelerada del siglo XXI para promover una salud emocional mejor no sólo se dirige a aliviar los problemas individuales, sino a facilitar estrategias para afrontar las situaciones de crisis con muchos afectados.
Enrique Parada Torres es psicólogo especializado en atención en situaciones de emergencias y el pasado fin de semana impartió en Málaga el módulo 'Intervención en crisis en incidentes con múltiples afectados y desastres' dentro del Curso Superior de Intervención en Crisis que el Teléfono de la Esperanza desarrolla entre octubre de 2009 y junio de 2010 en la sede malagueña y en la de Badajoz. Es profesor en la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma y comenzó a acercarse al mundo de los equipos de emergencias trabajando integrado en uno de ellos en la Comunidad de Madrid.
¿Qué preparación necesitan los profesionales de emergencias?
Deben saber gestionar el estrés cotidiano y en situaciones impactantes y tener habilidades para relacionarse con personas afectadas por incidentes con múltiples víctimas. La comunicación es distinta.
¿La comunicación es importante en esos casos?
La comunicación es fundamental en la relación de ayuda con los damnificados por sucesos graves. Están en crisis y en esos primeros momentos, muchas están desestabilizadas emocionalmente. En éste módulo trabajamos en como adaptar nuestra comunicación al estado psicológico de la persona.
Usted participó en la atención a las víctimas de los atentados terroristas del 11-M. ¿Durante cuánto tiempo hubo que darles apoyo?
Estuve el primer día en Ifema, pero luego después en tanatorios y en domicilios. Atendí a los sanitarios y sus reacciones tienen cierto paralelismo a otros humanos porque aunque son profesionales de las emergencias, no están acostumbrados a sucesos de ese calibre, también se ven impactados y es necesario hacer dinámicas como las que hacemos con los familiares. Estas son validar sus reacciones, normalizarlas y tener en cuenta que lo anormal es la situación que han vivido, no ellos, ni sus reacciones.
¿Qué estrategias fueron más beneficiosas para las víctimas?
Las que ayuden a conseguir objetivos como que las personas normalicen sus reacciones porque muchas veces son reacciones que no habían tenido nunca y les asusta. Sólo normalizarlas les alivia muchísimo y en otras ocasiones hay que explicarles porque son normales. También rompemos el efecto 'bola de nieve' que consiste en que cuánto más me preocupo de lo que siento, más lo siento. Otras veces tienen mucho estrés por ambiguedad o incertidumbre sobre las cosas que les están pasando y ayudarlas a enlazar con quienes les dan información es muy beneficioso. Vemos que es muy positivo informar adecuadamente para reducir ambiguedad e incertidumbre.
¿Cómo se apoya a los que han perdido a familiares o allegados?
Los que sufren pérdidas de seres queridos o bienes muy importantes están en estado de duelo. Lo que hacemos es ayudarles a empezar ese proceso y que el duelo sea funcional, que tomen contacto con la realidad de la pérdida en vez de negarlo y eso implica que si he perdido algo muy querido lo normal es estar afligido, apenado, llorar....tener dolor. Quien se niega a sentirse triste y pretende acallarlo con fármacos u otros procesos, lo que está haciendo es torcer el volante hacia un duelo que se puede complicar. Es un trabajo que tenemos que hacer con mucha frecuencia.
¿Hasta cuánto tiempo después trabajó con los afectados de Atocha?
Una intervención inmediata en crisis puede durar las cuatro primeras semanas. En esa etapa, una tarea importante es enlazar el trabajo con otros recursos asistenciales a medio o largo plazo.
Las personas afectadas son en general bastante fuertes y encuentran vías de afrontar lo que les pasa con nuestra ayuda o con sus propios recursos, pero hay una minoría que es posible que se quede enganchada al sufrimiento y que eso derive en problemas psicológicos. Eso empieza a verse pasadas cuatro semanas, mientras tanto son intentos de integrar la pérdida.
Los que han perdido a más personas cercanas sufrirán más...
Hay personas que aunque hayan perdido a muchos seres queridos tienen recursos para afrontarlos que hacen que vivan el duelo como hay que vivirlo, pero hay otras que no tienen esos recursos o apoyos y son más vulnerables a desarrollar trastornos. Un factor importante es que la persona haya tenido problemas psicológicos antes.
¿Qué recursos tienen los que son fuertes?
Son personas con habilidades para afrontar los cambios vitales, que se apañan sin el ser perdido y que aceptan que tienen que sentir dolor para continuar o directamente tienen bastante claro el sentido que dan a la vida incluso sin esa persona querida. Ahí encontramos elementos de resiliencia que van a ayudar. En todo esto es importante el apoyo social, los que rodean y acompañan a la persona.
¿Qué es la resiliencia?
La resiliencia es la capacidad que tiene una persona para sobreponerse a situaciones traumáticas vividas y une los recursos propios más los que encuentra fuera, en familiares o profesionales.
¿Hubo diferencias en los sentimientos que expresaban las víctimas de los atentados respecto a las del accidente de Barajas?
Lo que nos encontramos en Barajas fueron los mismos niveles de sufrimiento y de necesidad de apoyo, pero yo destacaría como aspecto diferenciado que en las víctimas por situaciones causadas intencionadamente hay mucha más rabia que las que viven una situación accidental. En el accidente del avión y en otros de trenes me he encontrado más pena y resignación, que no es negar el dolor, que emociones como la rabia o los deseos de venganza que se detectaban en las víctimas de los atentados de Atocha.
¿Cómo es el nivel de implantación de la Psicología de emergencias en los dispositivos de Protección Civil en España?
La implantación de la psicología de emergencias está entrando por la formación a los profesionales. Por otro lado, no se está considerando a la psicología de emergencias como algo profesional y constante. En algunas autonomías firman convenios con organizaciones y piden la colaboración de psicólogos de emergencias voluntarios y a veces se les pagan dietas, pero sin relación profesional. La implantación está siendo desigual y se está haciendo con un talante más voluntarioso que profesional. El político ve importante al psicólogo de emergencias, pero no como una persona en la plantilla.
¿Tiene datos sobre cómo las intervenciones en crisis afectan a los profesionales?
Hay estudios transcontinentales y todos dan resultados similares. Todos nos dicen que los profesionales de emergencias tienen un riesgo de sufrir un daño psicológico asociado a su labor lo que hace especialmente importante que en situaciones de mucho impacto reciban una asistencia inmediata, a veces con fines preventivos. La proporción es de seis veces más probabilidades de resultar afectados. Son estudios hechos en Canadá, en Alemania y en Kuwait.
¿Se les atiende psicológicamente?
Se atiende a los profesionales que sufren mucho, mucho impacto como Atocha y Barajas, pero sería conveniente que se interviniera en hechos más del día a día, sin tanto impacto, por ejemplo cuando mueren bomberos.
¿En los accidentes de circulación?
Sí, lo que pasa es que un accidente de tráfico lo metemos dentro de su cotidianidad. Eso si, ellos mismos dicen que cuando hay múltiples víctimas es cuando les resulta extraordinario y muy impactante.

viernes, 12 de marzo de 2010

Naturaleza y creencias personales en el entendimiento de la enfermedad


El plan previo elaborado por la naturaleza y el sistema de creencias de cada persona son claves para entender y vivir la enfermedad, ya que el medio natural crea las dolencias y sus curaciones y la visión personal de cada individuo es muy importante para vivir culpándose, trivializando la enfermedad o saber enfrentarse al sufrimiento.
Naturaleza y creencias fueron los dos grandes puntos de anclaje de la interesante conferencia'Entendiendo el enfermar' que pronunció el psiquiatra del Hospital Clínico Universitario de Málaga, Jesús Albilla, en la sede del Teléfono de la Esperanza el miércoles pasado.
Éste profesional e investigador apostó por la vigencia de que "la naturaleza es el médico de las enfermedades", tesis de Hipócrates en el 460 antes de Cristo, y apostó por no olvidarla "de ninguna de las maneras". A su juicio, es la propia naturaleza la que "crea y da forma a la enfermedad y la que deshace y produce la curación de las enfermedades". Asimismo, destacó que en todas ellas siempre hay un factor psíquico y otro biológico lo que le dio pie para dibujar un amplio panorama de formas de vivir la enfermedad, según el mundo interior de cada persona. Enumeró las dolencias como desgaste, amenazas (es algo malo que viene de fuera), ilusión o encantamiento (de sentirse víctima) y como símbolo ("llevo una carga a mis espaldas").
Desde Hipócrates a la actualidad la ciencia ha avanzado mucho en la investigación y curación de las enfermedades y el psiquiatra abogó por una respuesta biológica global, unitaria e integralen tiempos en los que se demuestra científicamente que cada patología encierra en si misma situaciones que afectan al sistema nervioso central y el cerebro, el neuroendocrino y el inmunitario. Todo ellos se engloban en lo que hoy en día denonimó Psiconeuroinmunología.
Cuando una persona siente la enfermedad, ésta se instala "entre la realidad y nuestras creencias" y dijo que "el humano crea en función de poder experimentar y, en cierto modo creamos, somos copartícipes de la creación con el creador".
"No podemos quitar la capacidad de adaptación constante al medio exterior y presente en el código genético. La naturaleza nos enferma para adaptarnos a la vida y el sentido último de la creación es la evolución", señaló el psiquiatra que valoró que cuánto más investiga el hombre más descubre la perfección de la creación. En ese punto, aportó su idea de que "los gérmenes son el ejército de Dios para hacer cumplir la creación perfecta" y mencionó el ejemplo de las matanzas entre tutsis y hutus en Ruanda y la posterior extensión de un virus "para volver al equilibrio".
La visión personal e individual de cada doliente es básica para éste psiquiatra que se mostró contrario a los diagnósticos, pronósticos y tratamientos médicos. Desde una posición poco convencional, señaló que las enfermedades "las creamos los médicos y la gente las asume e instala en ellas" y destacó el estigma que muchas veces crean los psiquiatras colocando etiquetas a los pacientes.
Jesús Albilla se mostró partidario del concepto de salud como estado de bienestar psíquico, físico y social definido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y no sólo por la ausencia de dolor. En ese sentido, los determinantes de una vida saludable son nivel de vida, trabajo, transporte, educación y los hábitos de vida saludable como el ejercicio físico más la reacción de relajación y no consumir tóxicos como alcohol, café y tabaco. Insistió en que el acceso a más medicamentos, camas y hospitales no conduce necesariamente a una vida más saludable.
Durante su intervención, Albilla insistió en la importancia del sistema de creencias de cada persona para adaptarse al 'estado de enfermedad', término acuñado por el pensador Laín Entralgo y diferenció la experiencia de los animales, puramente biológicas, de la de los seres humanos en los que pesa la autorealización y buscar el sentido. A la pregunta "¿cual es el sentido de la enfermedad?", reiteró la presencia de un plan de la naturaleza "para mejorar la especie". Y a partir de ahí, enumeró el sentimiento de culpa o castigo, la trivialización de no darle importancia a las dolencias y el sufrimiento. Se detuvo en éste último, para señalar que "no es necesario, pero si útil en relación a la creencia del paciente", recordando que en la tradición cristiana "Cristo habló de redimirnos de la culpa y el sufrimiento y seguimos sufriendo 2000 años después".
En definitiva, abogó porque cada cual busque su propio entendimiento sobre como vivir las enfermedades y tenga en cuenta el plan natural y sus propias creencias.
Por otra parte, Iosu Cabodevilla, psicoterapeuta y psicólogo clínico por la Universidad Complutense, impartirá mañana sábado 13 de marzo a las 11.30 de la mañana la conferencia'Los jóvenes ante la enfermedad y el fracaso' en la Casa de la Cultura de Arroyo de la Miel (Málaga). Actualmente ejerce en la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital San Juan de Dios de Pamplona y es miembro de la Asociación de Psicoterapeutas 'Laureano Costa', de la Asociación Vasca de Terapia Gestalt y de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos.
Está conferencia está organizada por la asociación 'Asís', de Arroyo de la Miel, y está dirigida a profesionales del Tercer Sector, padres, educadores y profesores.

domingo, 7 de marzo de 2010

Un psiquiatra hablará en el teléfono sobre la convivencia con la enfermedad

El psiquiatra y colaborador del Teléfono de la Esperanza, Jesús María Albillo Echenique, hablará el próximo miércoles por la tarde en la sede de Málaga sobre la enfermedad y la forma de abordarla cuando entra en nuestra vida o en la de familiares y personas cercanas. La charla-coloquio 'Entendiendo el enfermar' forma parte del programa Educación para la Salud y comenzará a las 19.30 horas en nuestra sede, 'Villa Esperanza'.

viernes, 5 de marzo de 2010

El teléfono trabaja en la mesa 'Solidaridad con Haití', que recoge dinero y alimentos

Los voluntarios del Teléfono de la Esperanza continúan apoyando y ayudando en las iniciativas para acompañar a la población haitiana después del seísmo del mes de enero y en la reconstrucción del país.
Nuestra asociación se ha integrado en la Mesa Coordinadora 'Solidaridad con Haití' promovida por el Ayuntamiento de Málaga y en la que se integran 80 ONGs, asociaciones e instituciones. Una veintena de ellas forman el grupo operativo de coordinación que se reúne todas las semanas y el teléfono está en ese grupo.
Los primeros frutos ya de la colaboración ya se lograron a finales de febrero con el envío de un contenedor de ayuda humanitaria a Haití gracias a la colaboraciones Almacenes Costasol y el Grupo Eroski y el trabajo de los voluntarios de Osah y Madre Coraje.
Anteriormente, a principios del mismo mes, fue enviado otro contenedor.
La directora técnica del Área de Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Málaga, Ruth Sarabia, ha invitado a todos los componentes de la mesa a que destinen una parte de los ingresos que obtengan por la celebración de actos a ésta importante causa de acompañar y sostener al pueblo haitiano en la dura labor de reconstrucción nacional.
Además, el Ayuntamiento ha habilitado la siguiente cuenta bancaria en Unicaja para recibir donaciones: 2103-014691-006000081
El Área de Participación recuerda a todos los ciudadanos que destinará al mismo fin cantidades obtenidas con las incripciones a la Carrera de la Mujer (7 de marzo), concierto 'Málaga con Haití' en el Teatro Cervantes (8 de marzo) y Caminata Solidaria (25 de abril).

Fotografía: Osah Málaga

martes, 2 de marzo de 2010

"Es doloroso para el orientador no poder responder a los problemas por la crisis"

José Carlos Cejas es profesor jubilado y orientador en el Teléfono de la Esperanza de Málaga desde 2006. Desde hace tres años cubre un turno semanal en la escucha de las personas que llaman agobiadas por incertidumbres, problemas y conflictos. En esa mañana de servicio suele atender entre seis y diez llamadas, si bien varias de ellas son de personas que piden información sobre cursos y talleres. El resto suele sentirse satisfecha tras la charla y en algunos casos son derivadas a consultas con profesionales de la casa como psicólogos o psiquiatras.

¿Cómo fue tú primer contacto con el Teléfono de la Esperanza?
Hace cuatro o cinco años, oí a un amigo que estaba aquí hablar de él y vine a participar en un grupo de desarrollo personal sobre Autoestima y Habilidades Sociales. Me gustó el clima que se respiraba, la convivencia e hice el Curso de Crecimiento Personal, que me resultó muy intenso. Luego terminé el programa de Agentes de Ayuda, me gustó y mi objetivo fue colaborar en el teléfono. Estuve un tiempo formándome en el seminario de orientación y cuando me ví con fuerzas, pasé a la escucha. Fue hace tres años.
¿En que turnos has estado?
Pues tuve la gran suerte de que una persona dejó el turno de mañana y en ese he estado desde que empecé
¿Qué tipo de persona llama al Teléfono de la Esperanza y que problemas plantea?
En un alto porcentaje, los llamantes son mujeres. Hay muchos problemas relacionados con las separaciones y las mujeres tienden a comunicarlos más. A las personas que se separan les cuesta trabajo superarlo y llaman para contar su problema y desahogarse. También hay problemas de infidelidad y he tenido algún caso de malos tratos psicológicos. A media mañana es cuando llaman las mujeres y muchas veces lo hacen para pedir información de los talleres y cursos. El taller de ansiedad es muy demandado.
¿Cual es el estado de ánimo de la persona que pide ayuda? ¿Hablan mucho o poco?
Algunos no hablan convencidos, lo hacen con reparos, pero cuando ven la confizanza y la empatía que cualquier orientador les presta, cuentan sus problemas con detalles. En los casos de conflictos más agudos conversan 45 o 50 minutos. Luego también escuchamos a personas que sufren la soledad y otras con problemas psicológicos, psiquiátricos, relacionales y familiares. En algunos casos, se les nota al hablar que están medicados.
¿Cual es el objetivo del orientador?
Que cuando la persona cuelgue el teléfono se sienta aliviada. A veces, cuando acaban de explicar lo que les pasa, lo agradecen y preguntan el nombre del orientador, pero la escucha es anónima y esa tarea la pueden hacer todos los miembros del equipo de orientación, los usuarios no pueden pedir hablar con uno concreto.
¿La dura crisis económica entra a través de las llamadas?
Sí. Las personas cuentan que han perdido el trabajo, los problemas familiares, los pagos de hipotecas pendientes...y ocurre que el parado lleva esos problemas a su familia y si la convivencia familiar no está cimentada se ahonda mucho más el conflicto y hay tirantez y tensión emocional.
La crisis y el paro provocan depresiones y la persona sin trabajo es un transportador de un problema agudo al seno familiar y a otros familiares como sus padres.
¿Acuden familias en las que ninguno trabaja?
Si hay esos casos y parejas en las que él pierde el empleo y solamente cuentan con trabajos por horas de la mujer. Esas situaciones creadas por la crisis con las que más le duelen al orientador porque no le puedes dar la solución que requieren y es doloroso tener que decir 'puedo llegar con la ayuda hasta aquí'.
¿Algún caso que te ha impactado especialmente?
El de un hombre que había puesto todo el afán de su vida en el trabajo y la familia. Estaba en una empresa y progresó a un cargo importante, pero a causa de la crisis lo echaron y vio como perdía el trabajo en el que puso todo su empeño. Sufrió un desengaño y una depresión muy grande. Todo eso lo contó en una primera llamada y un tiempo después volvió a llamar en una situación de 'gran crisis' porque tuvo desavenencias conyugales que le llevaron a la separación. Finalmente era un hombre que, aunque no buscaba la muerte, no le veía sentido a su vida.
¿Qué mensajes trasladas a una persona que piensa en quitarse la vida?
A mi me ha dicho una persona 'dame tres razones para que cuando cuelgue no me mate' y le he he sugerido que si piensa en las sonrisas de sus hijos ya vale o cosas como que se va a perder el encanto de la naturaleza si deja de vivir. Lo importante es buscar los anclajes a la vida de esa persona.
¿Qué problemas con los hijos trae la gente al Teléfono de la Esperanza?
Hay familias que tienen hijos que no quieren estudiar, ni tampoco trabajar. Tuve un caso de una madre que estaba muy agobiada porque su hijo se tiraba casi todo el día delante del ordenador, apenas paraba para comer. En ese caso, mi orientación se dirigió a que contactara con alguno de los amigos de sus hijos y, aunque la mayoría tenían novia, sirvió para que tiraran de él y empezó a salir más a la calle.
¿Qué es lo peor para el orientador?
La peor frustración es no tener llamadas, pero una sola llamada que sirva para ayudar a alguien compensa y satisface.
La sociedad actual parece tener muchos problemas de soledad e incomunicación a la vista de lo que describes y se contradice con lo mucho que se habla
La vida de hoy muestra una necesidad de comunicarse muy grande y una soledad intrínseca. A veces las personas no tienen una amistad íntima con la que hablar de sus cosas. Cuando hablan con nosotros, tratamos de que no se enreden con hechos del pasado y yo les oriento a que en sus vidas intenten estar con alguien con el que hablen de otra cosa, no del problema que les agobia.