Ana Laxmi Thakurdas
Voluntaria del Teléfono de la Esperanza
El verano es el momento perfecto para relajarse, disfrutar al aire libre y recargar energías. Sin embargo, en la era digital, muchos de nosotros luchamos por desconectar de nuestros dispositivos, redes sociales y mensajes.
Numerosos estudios han explorado los efectos de la conexión digital en la salud mental, proporcionando una base sólida para entender la importancia de desconectar, especialmente en verano. Un estudio de Twenge y Campbell (2018) encontró que un mayor tiempo de pantalla en adolescentes se asocia con un aumento en los síntomas depresivos, exacerbados por comparaciones sociales negativas y una reducción en el sueño y la actividad física. En adultos, Primack y colaboradores (2017) analizaron el uso de redes sociales y la percepción de aislamiento social. Concluyeron que un mayor uso generalizado de redes sociales, así como el tiempo total dedicado a ellas, está vinculado a una mayor sensación de aislamiento.
¿Cómo puede afectar tanto el uso de pantallas a nuestra salud mental y aumentar el estrés y la ansiedad? Imagina que cada notificación es una pequeña chispa que enciende nuestra mente, haciendo imposible el descanso. Por eso, es crucial aprender a desconectar con estos consejos prácticos.
Establecer límites claros para el uso de dispositivos
Uno de los primeros pasos para desenredarnos de esta red digital es establecer límites claros para el uso de dispositivos. Así como un jardinero poda las ramas para permitir que las flores crezcan mejor, nosotros podemos dedicar bloques específicos de tiempo durante el día en los que no usamos nuestros dispositivos. Por ejemplo, la primera hora tras despertar y la última antes de dormir son momentos ideales para estar desconectados. Aplicaciones de control de tiempo como Detox o Forest, pueden ser nuestras aliadas en esta misión, ayudándonos a monitorizar y limitar el uso de nuestro smartphone.
Planificar actividades al aire libre
El verano nos ofrece un lienzo en blanco para planificar actividades al aire libre y alejarnos de las pantallas. Explorar senderos o parques es como abrir una puerta a la serenidad, donde el ejercicio físico y el contacto con la naturaleza reducen el estrés. Además, los deportes acuáticos no solo son divertidos, sino que también requieren nuestra atención plena, permitiéndonos sumergirnos en el presente y practicar el poderoso mindfulness. Al hacerlo, reducimos la dependencia de las nuevas tecnologías y fortalecemos nuestra salud mental.
Crear espacios libres de tecnología
Crear espacios libres de tecnología en nuestro hogar es tan revitalizante como abrir las ventanas y dejar que entre aire fresco. Esto nos permite disfrutar de momentos de verdadera conexión con quienes nos rodean. Silenciar notificaciones y utilizar el modo "no molestar" también son buenas opciones para concentrarnos en lo que realmente importa. Por ejemplo, designar la mesa del comedor como un espacio libre de dispositivos puede fomentar conversaciones significativas y fortalecer los lazos familiares.
Foto: www.khama.es
El poder del Mindfulness en la naturaleza
Practicar mindfulness mientras estamos en la naturaleza puede ser una herramienta poderosa para desconectar del mundo digital. El simple acto de caminar descalzo en la playa, sentir la brisa en el rostro o escuchar el canto de los pájaros nos ayuda a estar presentes y a apreciar el momento. Este enfoque consciente no solo reduce el estrés, sino que también mejora nuestra capacidad para manejar las distracciones digitales una vez que volvemos a nuestra rutina diaria.
Redescubre el placer de la lectura
Sumérgete en las páginas de un buen libro como si fueras un navegante explorando mares desconocidos. La lectura no solo te aleja de las pantallas, sino que también enriquece tu mente y te transporta a mundos fascinantes. Busca un lugar tranquilo, ya sea bajo la sombra de un árbol o en una hamaca junto al mar, y deja que las palabras sean tu guía en esta travesía de relajación y descubrimiento.
Practica la desconexión digital consciente
Así como un chef elige con cuidado los ingredientes para una receta perfecta, selecciona momentos específicos para desconectarte intencionalmente. Apaga tu teléfono durante las comidas, reuniones familiares o paseos al aire libre. Al hacerlo, te permitirás saborear cada instante, creando recuerdos significativos sin la interrupción constante de las notificaciones. Es en estos momentos de desconexión cuando verdaderamente te reconectas contigo mismo y con los demás.
Incorpora el arte en tu rutina diaria
Dedica tiempo a actividades artísticas que despierten tu creatividad. Pintar, dibujar, tocar un instrumento o incluso practicar la fotografía pueden ser formas poderosas de expresión personal. Estas actividades no solo te desconectan del mundo digital, sino que también nutren tu alma y fomentan un sentido de paz y satisfacción.
Desconectar en verano de la red de hilos invisibles que nos atan al mundo virtual puede parecer un desafío, pero es esencial para nuestro bienestar. El constante bombardeo de notificaciones y actualizaciones puede sobrecargar nuestra mente, llevándonos a un estado de agotamiento mental. Recuerda que el verano es un tiempo para disfrutar y recargar, y mereces tomarte un descanso. ¡Feliz verano y buena desconexión!