Un grupo de personas participa desde esta tarde hasta el domingo en el curso Padres y Educadores que se imparte en 'Villa Esperanza'. Este es un ciclo formativo innovador para padres y profesores porque facilita las estrategias y herramientas prácticas para dar respuestas a los problemas que plantea hoy la educación.
El equipo de voluntarios del teléfono ofrece una formación muy actual apostando por la 'reconversión' familiar y educacional. La comunicación con los hijos es la clave y el centro de este curso. Sus contenidos son los siguientes:
- La familia como realidad histórica
- La familia es un sistema relacional
- Estructuras y técnicas de comunicación
- La escucha activa como técnica de ayuda
- La comunicación en situación de conflicto
- Técnicas de resolución de conflictos
- Criterios básicos para una educación funcional hoy
- La persona del educador
- La pareja de los padres como hecho educacional básico
- El diálogo generacional
La psicóloga Aurelia González fue alumna del curso cuando lo impartía nuestro veterano compañero Jesús García. Lleva seis años dando esta formación a padres, educadores y madres, si bien explica que "la mayor parte de personas que acuden al curso son mujeres y después algunas convencen a sus maridos para que lo realicen en otros años. En los dos o tres últimos años he percibido que acuden más personas que están separadas, pero siempre una mayoría de mujeres".
La experiencia le demuestra que las personas que participan en el curso Padres y Educadores toman conciencia de la importancia de la comunicación. "Se habla de los sentimientos tanto de nuestros hijos como de los nuestros, utilizando como estrategias técnicas como la escucha activa, la concertación, los mensajes yo".
El saber que una familia también es una unidad de relaciones entre sus miembros ayuda mucho a las personas que asisten a este ciclo formativo diseñado para mejorar el equilibrio en la convivencia del día a día. "Existe mucha angustia dentro de la familia cuando surgen conflictos, y un gran sentimiento de estar perdidos. Creo que hay muchas dudas por parte de los padres en cuanto a como resolver los problemas que van planteando los hijos", explica González.
Lo anterior es solo un primer paso para crear una dinámica de buenas relaciones entre padres e hijos y así poder actuar con más eficacia cuando surgen los problemas.
"Creo que lo primero que necesitamos los padres y los profesores cuando tenemos una situación conflictiva, tener claro quien es el que realmente tiene el problema y de esta manera poder actuar en consecuencia. Además en la actualidad, quizás, una de las cosas que más falta hace es saber poner límites a nuestros hijos".
Posteriormente, los padres y profesionales de la educación inscritos proseguirán con sesiones semanales de profundización que concluirán finalmente con una jornada de convivencia y evaluación. La duración total del ciclo formativo es de cinco meses.