sábado, 29 de febrero de 2020

CON OTRAS GAFAS / El WhatsApp de la esperanza acogerá los problemas de adolescentes y jóvenes malagueños


Reunión del jurado de Soles de Málaga / Sur

El incremento de las llamadas atendidas por nuestros orientadores durante el año 2019 y el impulso de nuevas actividades del Teléfono de la Esperanza en Málaga han hecho posible que en los últimos meses los medios de comunicación fijen su atención en nuestra asociación y nos ayuden a ampliar su presencia en la sociedad.
Recientemente la Fundación 'Soles de Málaga' seleccionó a tres asociaciones para financiar sus proyectos con la mitad de lo que se recaude en el festival que se celebrará el 25 de abril en la Plaza de Toros de la Malagueta. El Teléfono de la Esperanza es una de ellas. Otras ocho recibirán el otro 50% de la recaudación.
COPE Málaga entrevistó el pasado miércoles en el espacio 'Buenas tardes Málaga' a nuestro presidente Juan Sánchez que agradeció al jurado la elección de nuestro proyecto 'El WhatsApp de la esperanza'. Se trata de una aplicación que estará al servicio de los jóvenes y adolescentes malagueños que podrán contactar con nuestros orientadores para hablar con ellos y poder contar cualquier tipo de problemas como ya hacen las personas de más de 35 años.
El Teléfono de la Esperanza creó este proyecto tras constatar que los jóvenes no usan nuestro servicio gratuito telefónico pese a que crecen los problemas de adicciones, bullyng o identidad sexual, entre otros muchos.
Los otros proyectos seleccionados son el de la Fundación Loyola que proyecta reconstruir las escuelitas de 1.000 alumnos en Mebere (Guinea Ecuatorial) y la asociación EDAU que potenciará su centro educativo de niños con autismo.

Audio. Entrevista a partir del minuto 47.09

jueves, 27 de febrero de 2020

"Salí adelante gracias al apoyo del Teléfono de la Esperanza y ahora me formo para dar un poco de luz a las personas que lo necesitan"


Maite González en el puesto de acogida del Teléfono de la Esperanza

El voluntariado del Teléfono de la Esperanza está formado por un centenar de personas que sienten la inquietud de ayudar a los demás, a las personas que más sufren. Todos tienen en común la entrega de una parte de su tiempo para orientar a las mujeres y hombres angustiados, impartir talleres de salud emocional, realizar tareas administrativas, pasar consultas profesionales o facilitar información a las personas que llegan  a nuestra sede. Cada uno de ellos, llega con su mochila de emociones, sentimientos y experiencias vitales. 

Hoy en 'El tiempo de la esperanza', Maite González, una de nuestras voluntarias de acogida nos cuenta su periplo vital, como descubrió el Teléfono de la Esperanza y lo que ha supuesto para su vida. 

¿Cuál es tu actividad profesional?
Soy maestra de Educación Primaria. Trabajo en un colegio público de compensatoria en Torremolinos, el CEIP La Paz. Me apasiona mi trabajo. Este curso escolar soy tutora de un grupo de 5º de Primaria. Tienen en torno a los 10 y 11 años. Me aportan muchísimo. Me dan abrazos y cariño sincero continuamente y aprendo mucho de ellos, creo que mucho más que ellos de mí. Me siento una persona muy afortunada por tener la gran suerte de trabajar en lo que realmente me gusta hacer y me realiza, aunque a menudo resulte difícil y agotador superar una jornada rodeada de tantos niños, cada uno con necesidades muy diferentes que demandan un continuo estado de atención, alerta y preparación minuciosa dentro y fuera del aula, pero es sin duda una labor preciosa.

¿Conocías el Teléfono de la Esperanza?
Lo conocía sólo de oídas, como cualquier otra ONG de las que sabía que funcionaban en Málaga, pero sin información concreta sobre ella. Hasta que un buen día, hará ya unos ocho años aproximadamente, una compañera de mi cole de entonces, nos informó a todo el claustro de un curso de crecimiento personal muy interesante para los docentes. Ella era la psicóloga y orientadora del centro y nos lo recomendó como una formación importante para el profesorado. Y así lo hice. Realicé mi curso de formación de 'Conocimiento de uno mismo' primer nivel, y ese fue mi primer contacto con el Teléfono de la Esperanza.

¿Qué te aportó hacer 'Conocimiento de sí mismo'? 
 El curso fue maravilloso, una experiencia muy intensa, muy impactante y revolucionaria que te ayuda a conocerte entrando en tu yo más profundo de una forma muy afectiva y acompañada, incluso se hace lúdica en muchos momentos. Allí vas descubriendo, desgranando y colocando muchas piezas de nuestro propio puzle vital que te ayuda a comprenderte, aceptarte, perdonarte y quererte mucho más, sintiéndote además dentro de un grupo muy acogedor. Pero lo que también me impresionó, a parte de la experiencia personal, sin duda, fue todo lo que vi: la organización, la labor tan profunda y bonita que allí realizaban; el fantástico grupo humano que trabajaban de forma totalmente altruista con tantísima entrega, profesionalidad, formación y responsabilidad. Me quedé muy sorprendida y con muchas ganas de realizar el segundo nivel, pero en aquel momento, por circunstancias personales no pude. Mi vida continuó y me desconecté nuevamente de esta entidad. Aunque la experiencia del curso me marcó mucho, sin duda, y me ayudó a enfocarme en aquellos momentos, a tomar mayor conciencia de mí misma, a valorarme, a ubicarme y a gestionar mejor mi situación, tanto laboral como personal. En aquella etapa, vivía con muchísimo estrés, dentro de mi relativa normalidad; estaba en el equipo directivo de un colegio de tres líneas, en un cargo de responsabilidad con mucha presión, junto con las dificultades añadidas de una mujer divorciada de hacía pocos años, con dos hijos escolares y con una madre que llevaba ya un tiempo sufriendo una dolorosa enfermedad ósea con múltiples operaciones de columna que cada vez demandaba más cuidados. Tras ese curso, fui gestionando mejor las tensiones del día a día. Un tiempo después encontré una nueva pareja, nos hicimos pareja de hecho; dejé el cargo directivo, me centré nuevamente en la docencia y fui siguiendo así mi camino. 

¿Qué motivó que contactaras con nuestros voluntarios? Explica en qué situación estabas cuando acudiste al Teléfono de la Esperanza, que necesitabas para tu vida y
que es lo que has encontrado?
Pues como se puede ver, soy una persona muy normal, con una vida muy cotidiana de nuestro día a día, y sinceramente, no me veía yo misma, ni creo que me vieran los que me conocen, dentro del perfil que tenemos estereotipado de persona que acude a pedir ayuda a una ONG. Pero precisamente, el Teléfono de la Esperanza trabaja muy a fondo justo en esto; para intentar dar atención a cualquier persona sin un prototipo establecido y a muy diversos niveles de necesidad.

En mi caso, tal como había comentado antes, mi vida continuaba su curso. Pasado un tiempo, la enfermedad de mi madre se complicó con un cáncer que terminó derivando en metástasis y tras una dura lucha con la enfermedad falleció hará dos años a finales del próximo mes de marzo. Pero a esta situación dolorosa se le unió, que justo el día que hacía una semana del entierro de mi madre, mi pareja de cerca de cinco años de convivencia se fue de forma totalmente inesperada para mí, sin previo aviso, ni explicación de ningún tipo, ni discusión previa. Tras esta situación caí en un proceso muy doloroso y fue cuando recurrí al Teléfono de la Esperanza. Pregunté si había algún tipo de ayuda para aprender a gestionar el dolor interior tan intenso que sentía, que había llegado a somatizar en una tendinitis muy aguda y dolorosa de hombro, ya que en mi día a día no podía expresar ese dolor en ningún lugar adecuado, Vivimos en una sociedad totalmente de espaldas a la muerte, como un tabú que todo el mundo evita por completo. El dolor, incluso tienes que disimularlo, ya que desde el tercer día de una defunción tienes que trabajar ya al cien por cien y tus compañeros y amigos ni te preguntan ya lo más mínimo sobre el tema por no remover y si tú un día comentas algo, notas que resulta incómodo porque no saben cómo reaccionar ni que decir. Hasta ante tu familia tienes que disimular, porque ellos también sufren dolor, pero ellos sabían que, en mi caso, llevaba una pena añadida de la que yo ni si quiera sabía dar una explicación y ellos podían creer que era mejor no tocar, como si el normalizar aparentemente todo por fuera pudiera traer una normalidad real por dentro. Qué errónea lógica, ¿verdad? Pero es así como funcionamos a veces. Evidentemente no estamos educados ni preparados para gestionar nuestros sentimientos y aún menos si son en torno a la estigmatizada muerte, a la pérdida y al dolor, cuando es algo por lo que precisamente absolutamente “todos” sin concesiones, tenemos que pasar. Parece que nuestro mundo se recrea y sólo quiere mirar hacia ese estado irreal de: todo debe ser felicidad, todo bonito, todo diversión constante, todo alegría, y fuera de ahí no mires ni por asomo.  
Cuando llamé al teléfono me informaron  que en unos meses daría comienzo un taller especializado en trabajar estos sucesos de pérdidas. Y así fue, en septiembre comencé un “Taller de Duelo”, con un grupo de compañeras que estaban pasando por una perdida igualmente dolorosa para ellas y con nuestra maravillosa terapeuta Leli, fuimos saliendo poco a poco adelante, atravesando un proceso muy duro y difícil, pero fuimos aprendiendo, comprendiendo, procesando, aceptando a nuestro ritmo personal, según las características y necesidades de cada cual. Tras el curso fuimos encontrando más calma, sosiego, aceptación y sobre todo un lugar en el que poder permitirte hablar, contar cómo es tu dolor, cómo te sientes realmente, llorar sin complejo, sentirte realmente comprendido por quién conoce cómo realmente la intensidad de lo que sientes. Todo esto hizo que surgiera una amistad preciosa y muy sincera entre todas nosotras.

¿Qué cursos y talleres has realizado?
Tras el Taller de Duelo, a los pocos meses comencé nuevamente el 'Curso de Conocimiento de sí mismo' que como comenté antes, ya lo había realizado hacía años, pero decidí repetir nuevamente la experiencia y volvió a ser impresionante. Esta vez la unión del grupo fue extraordinaria, incluso con el grupo de personas que vinieron desde Córdoba y de Jaén creamos todos tal conexión y amistad con tanta intensidad que aún mantenemos contacto casi a diario en nuestro grupo. Esta amistad se vio reforzada porque casi todos, al finalizar este primer curso, comenzamos el segundo nivel de “Crecimiento Personal”. En el retiro que se hizo al comienzo de esta formación, volvimos a encontrarnos todos los compañeros de Málaga, Córdoba y Jaén junto a otras tantas nuevas personas con las que pronto estrechamos igualmente lazos y seguimos compartiendo toda información interesante que nos llega casi todos los días. La formación ha sido muy intensa y muy interesante, con mucha calidad humana y profesional de la mano de Carlos López, ha sido una experiencia de un gran nivel. Realmente, en el seguimiento se ha producido una evidente evolución y crecimiento personal en todos nosotros de la que juntos somos testigos. Cada semana esperábamos el momento del curso con gran interés, con muchas ganas de vernos, para comentar y compartir opiniones y experiencias y tomarnos nuestra tapita de después con nuestro ratito de tertulia.
 Igualmente, muchos de los que terminamos el curso, hemos comenzado ahora la formación para ser en un futuro Agentes de Ayuda. Esta formación sí que requiere una gran responsabilidad, no sé si realmente llegaré a sentirme preparada, pero es francamente ilusionante poder llegar a prestar ayuda en un futuro a alguien que la necesite. Esta formación está siendo interesantísima y muy intensa, de la mano de una profesional de la talla de Ana Manrique, con tanta experiencia, es un auténtico lujo recibir sus clases, sus consejos, su calidad humana nos despierta en mil detalles a tener en cuenta en la difícil labor de escucha. Y por no parar, también he comenzado a recibir en la sede un taller interesantísimo de Mindfulness “Atención plena”  que también imparte Carlos López. Este aspecto, intento trabajarlo incluso con mis alumnos en clase, ya que la falta de atención es un problema sumamente importante entre el alumnado de hoy día.  Sin duda, este curso lo recomendaría a todo el mundo sin excepción, ya que personalmente me apasiona la meditación y el yoga. De hecho, estoy realizando una formación para llegar a ser profesora de yoga en un futuro.

¿Por qué decidiste dedicar parte de tu tiempo a acogida? 
Surgió de forma muy espontánea. Sentí el impulso de ayudar como buenamente pudiera en este grupo humano que a mí me había ayudado en su momento. Ayudar, aunque sea con un pequeñito granito de arena para que funcione todo este engranaje, cada día estoy más a gusto y más convencida de colaborar, aunque sea con tan poquita aportación como realizo, me encantaría poder ampliar mi tiempo si dispusiera de más.

¿Cómo es el ambiente entre los voluntarios? 
Es maravilloso. Es cierto, que todos vamos a una y nos apoyamos mucho ante cualquier dificultad que nos pueda surgir. Estamos muy en contacto a través de nuestro grupo y es una experiencia francamente bonita.
Comenzamos juntas otra compañera del curso y yo nuestra labor de voluntariado en Acogida hace ya varios meses. El grupo humano de Acogida es también excepcional. El ambiente es igualmente tan especial como en los cursos y talleres. Existe de forma sincera gran compenetración, cariño y disposición de ayudarnos y apoyarnos entre nosotros, pero sin duda  con la clara y evidente finalidad de ayudar y acoger como su nombre indica, lo mejor que podamos a cualquier  persona que acude a la sede o que llaman para ser atendidos en un momento de necesidad o simplemente para informarse de actividades, eventos, talleres, conferencias, encuentros, formaciones, charlas… porque como dije en un principio, la oferta del Teléfono de la Esperanza es muy amplia y acoge a cualquier posible usuario. Siempre hay algo que se adapta a tu tipo de necesidad en un momento dado.

¿Recomendarías acudir al Teléfono de la Esperanza a otras personas?
Claro que sí. Sin duda, y así lo hago. Intento difundir todo lo que puedo esta experiencia. Por eso insisto en que es muy importante que sepamos transmitir toda esta labor, toda esta información de cara al exterior, para difundir lo que realmente es esta ONG en todas sus dimensiones y potencial, para que llegue a todas aquellas personas que no nos conocen o nos conocen sólo desde una visión muy limitada. Para que aquellas personas que se pueden sentir ajenas o alejadas de la labor que aquí se realiza, logremos llegar a ellas rompiendo los estereotipos de usuario, ya que aquí hay cabida y opciones interesantes para cualquier perfil de persona, no solamente desde un ámbito asistencial que es evidente y fundamental, pero también hay ofertas muy interesantes desde un ámbito meramente formativo, o informativo, lúdico, social, relacional, sin necesidad de pertenecer a ningún sector social, ni a una edad limitada o estado o situación determinado, ni tan siquiera es indispensable  estar puntualmente en crisis para recibir uno de tantos servicios como aquí se despliegan, o para participar como propio voluntario. Aquí hay mucho que dar y que recibir en esta gran comunidad humana.
Sabemos que el Teléfono está muy especializado en la ayuda a personas en situación de crisis muy fuerte, que en un momento de desesperación necesitan ser oídas y cualquier persona se puede sentir así en alguna ocasión, independientemente del prototipo de vida que tenga. Sabemos bien la labor pionera e importantísima en todo nuestro país que realiza esta entidad en la lucha contra el suicidio, y desgraciadamente, esta plaga es evidente que irrumpe en cualquier tipo de familia y contexto social. Aquí se procura dar respuestas a muchos niveles de necesidades personales. Creo que sobre todo y muy especialmente se procura “dar cobertura al sufrimiento humano” de cualquier persona de nuestro entorno inmediato a quien podamos acceder desde nuestro teléfono, desde nuestra propia sede, incluso desde nuestras propias redes sociales. Pero el Teléfono también atiende a personas como pudo ser mi caso que, por algún motivo, en algún momento de sus vidas, sin llegar a estar en una situación de crisis extrema, sentimos la necesidad de ser ayudadas, o simplemente en otro momento nos surge un interés de orientación, de apoyo, de acompañamiento, o sencillamente de formación, información o de desarrollo personal…

¿Crees que muchas veces las personas estamos más solas de lo que parece con tantas conexiones tecnológicas con otros? 
Totalmente cierto. La soledad es una de las peores lacras que padecemos en nuestra sociedad actual y la puede padecer cualquier persona con cualquier perfil de edad, profesión… La desconexión del encuentro persona a persona en contextos y vivencias reales, el exceso de individualismo, la desconfianza en el otro al que sentimos como un extraño, el alejamiento paulatino de los demás cerrándonos en nosotros mismos y sustituyendo las necesidades básicas de socialización por una falsedad virtual de contacto, pero totalmente deshumanizado y desvirtuado, alejado de sentimientos y vínculos reales que son los que surgen en el trato natural del día a día en un contexto real.
Pues justo así es como han surgido las maravillosas amistades que me he encontrado aquí tras compartir nuestras experiencias juntos. Quizás de lo más valioso y bonito de esta experiencia, junto con la vivencia de poder contribuir a que alguien que lo necesite vea una luz y poco a poco logre ir saliendo a flote.

martes, 25 de febrero de 2020

Los días 11 y 17 de marzo iniciaremos los talleres 'Comunicación sana' y 'Separación afectiva'




Taller 'Comunicación sana'

Fecha de inicio: 11 de marzo 2020
Horario: 19:00h
 Número de sesiones:     10
Lugar: Teléfono de la Esperanza. 
Calle Hurtado de Mendoza, 3

Coordinadoras:
Rocío Domech
Ludivina García


¿A QUIEN ESTA DIRIGIDO? A CUALQUIER PERSONA.


Objetivos: 

La  función de la comunicación es  satisfacer nuestra necesidad de ser felices y esta aspiración se satisface en nuestra relación con los demás y el mejor camino para ello es la comunicación sana y positiva que nos proporciona relaciones positivas y gratificantes.
La comunicación es un proceso esencial para la existencia y el crecimiento del ser humano.

Para inscribirte puedes llamar al 952 652 651    ó    pulsar el siguiente enlace: 





Taller 'Separación afectiva'

Fecha de inicio:  17 de marzo 2020
Horario:                                 19:00H
Nº Sesiones:                                 12
Lugar:   Teléfono de la Esperanza
C/Hurtado de Mendoza,3
Coordinador:        José Portillo

Uno de los acontecimientos más estresantes en la vida de una persona es la ruptura sentimental o afectiva.

Los objetivos del taller son:
Para conocer y analizar los propios vínculos afectivos.
Para facilitar la expresión de sentimientos y pensamientos que surgen tras la ruptura afectiva.
Para integrar la separación y elaborar adecuadamente el proceso de pérdida.

Sus principales contenidos son:
Etapas de la separación afectiva.
Las relaciones de dependencia.
Creencias, expectativas y mitos sobre la separación afectiva.
Perdonar y olvidar.
El duelo.
El amor. 

El taller se compone de 12 reuniones de hora y media con una periodicidad semanal.

Para inscribirte puedes llamar al 952 652 651    ó    pulsar el siguiente enlace:






sábado, 22 de febrero de 2020

"El Taller de Separación Afectiva hace posible que las personas que han sufrido una ruptura se apoyen entre ellos y superen su dolor"




El 17 de marzo a las siete de la tarde comenzará el Taller de Separación Afectiva en la sede del Teléfono de la Esperanza. José Portillo, el dinamizador del taller, nos explica en que va a consistir esta actividad.

¿A quiénes se dirige el Taller Separación Afectiva?
Separación Afectiva es un taller apto para quienes se percatan de que están viviendo una relación que se debilita con su padre, su madre, uno de sus hijos, su pareja o un amigo muy querido, y desean disponer de herramientas para afrontar el dolor si dicha relación se termina.
También pueden beneficiarse del Taller Separación Afectiva quienes son dejados sin querer que eso les suceda, y quienes rompen sus relaciones y sufren, porque aman a aquellos de quienes se separan, pero tienen que optar entre seguir manteniendo relaciones que les hacen daño, y su realización personal.

¿De qué les servirá a los participantes de Separación Afectiva trabajar la superación de la ruptura de sus relaciones en grupo?
Los grupos de autoayuda constituyen ambientes privilegiados en los que sus miembros pueden encontrar herramientas para superarse a sí mismos al mismo tiempo que pueden hablar de temas que no les mencionan ni a sus familiares, ora para no hacerles sufrir, ora porque piensan que no los van a comprender. La ruptura de relaciones afectivas suele ser dolorosa y difícil de superar, y dado que muchos que no han tenido dicha experiencia no comprenden por qué quienes han sido dejados necesitan comunicar tantas veces lo que les ha sucedido para sentirse desahogados, estos necesitan relacionarse con gente que ha tenido experiencias semejantes a las suyas. En los grupos de autoayuda reciben apoyo quienes tienen más dificultades para superarse, y quienes se superan a sí mismos les demuestran a sus compañeros que tienen más posibilidades de alcanzar la felicidad y crecer de las que se imaginan.

¿Es posible superar la ruptura de relaciones afectivas?
Es posible superar las pérdidas afectivas, pero es necesario tener en cuenta que la superación depende de la genética y de la fortaleza emocional de cada cual. No todos estamos preparados para recuperarnos del dolor que nos puede causar una pérdida afectiva en un mismo espacio de tiempo definido.

¿En qué consiste la superación de las pérdidas afectivas?
Me he acostumbrado a relacionar las pérdidas afectivas con el fallecimiento de nuestros seres queridos, porque la superación de dichos duelos consta de fases muy parecidas. Yo considero que superamos las pérdidas afectivas cuando el dolor no nos muerde, no recordamos con odio ni rabia el daño que nos han hecho quienes se han separado de nosotros -o aquellos de quienes nos hemos separado para que no impidan nuestro desarrollo personal-, y aprendemos a gestionar nuestras emociones, hasta el punto de aprender que las fases de la ruptura son revividas por nosotros con menor intensidad según pasa el tiempo, pues, como sabemos, vivimos muchas veces las fases más dolorosas de nuestros duelos con el paso de los años.

¿Cuáles son las fases características de la superación de la ruptura de lazos afectivos?
Los occidentales no hemos sido  educados para gestionar nuestras emociones, y por eso sufrimos cuando nos sentimos abandonados y nos embargan emociones que quizás no queremos reconocer o que probablemente no sabemos nombrar, porque no las distinguimos de otras emociones. Hay rupturas que son liberadoras, y otras rupturas que son muy dolorosas.
Las rupturas dolorosas se caracterizan por el deseo desesperado de querer despertar de lo que se considera una pesadilla, la pena de haber sido abandonados, la ira hacia quienes nos han abandonado, nuestro sentimiento de culpa que nos hace creer que hemos provocado lo que nos ha sucedido, la búsqueda infructífera de razones para vivir porque lo que más anhelamos es que estén junto a nosotros quienes nos han desamparado, y la tristeza profunda que es aún más dolorosa que la ruptura porque hemos hecho todo cuanto se nos ocurrió para recuperar nuestros vínculos afectivos y hemos fracasado, la cual es el pórtico de la aceptación, y la reconstrucción de nuestras vidas sin qué estén con nosotros quienes tanto amamos.

¿Existen palabras adecuadas para consolar a una madre cuyo hijo se ha ido de su casa sin decirle nada, para alguien cuyo cónyuge le ha dejado después de que le haya consagrado su vida, y para quienes, por causa de su apego ansioso respecto de quienes les han abandonado piensan que sin ellos no les merece la pena seguir superando obstáculos?
Aunque como orientador del Teléfono de la Esperanza y dinamizador del Taller Separación afectiva orientaré puntualmente a los miembros del grupo, he aprendido que existen situaciones en las que, lo mejor que puedo hacer por quienes sufren, es permitirles que mi silencio les deje hablar. Quienes hemos vivido pérdidas afectivas necesitamos descubrir que los mejores libros de autoayuda están escritos en nuestro interior y aprender a consolarnos partiendo de nuestra autocompasión, pues la compasión no está relacionada con la lástima tal como muchos creen, sino con el hecho de apoyar a quienes sufren, no dándoles lo que creemos que necesitan, sino preguntándoles cuáles son sus necesidades, y ayudándoles a descubrir formas de satisfacerlas. Los participantes en los grupos de autoayuda exitosos son capaces de ayudar a sus compañeros después de aprender a ayudarse a sí mismos. Yo posibilito mucho esa situación en los diferentes grupos que dinamizo porque he descubierto que quienes ayudan a los demás recuerdan cómo se superaron a sí mismos y se sienten útiles y valorados positivamente.

¿Qué ayudas recibirán los componentes del grupo de Separación Afectiva?
Los componentes del grupo de Separación Afectiva contarán con materiales para trabajar la ruptura de sus relaciones afectivas y crearán un ambiente propicio en el que podrán compartir sus dudas, sus inquietudes, su dolor y sus avances. Siguiendo al psicólogo John Preston, los miembros del grupo harán suyos su dolor para iniciar la aceptación y la superación de sus pérdidas afectivas, nombrarán sus experiencias y sus sentimientos sin distorsionar sus pensamientos para contribuir a su superación, examinarán sus pérdidas para poder desahogarse siendo comprendidos y aceptados por sus compañeros, y, finalmente, dominarán sus duelos con esfuerzo y perseverancia, en el sentido de que podrán volver a ser felices.

Fecha de inicio:  17 de marzo 2020
Horario:                                 19:00H
Nº sesiones:                                 12
Lugar:    C/ Hurtado de Mendoza,3
Coordinador:              José Portillo
Aportación:                               50€

Si quieres más información sobre el taller o inscribirte puedes llamar al 952-652651.

También se puede hacer la inscripción fácilmente rellenando el siguiente formulario. Nosotros contactaremos contigo:


Testimonios de participantes en un taller anterior:

viernes, 21 de febrero de 2020

La importancia de atender con seguridad y rapidez a una persona que sufre una parada cardiorespiratoria





Esperanza Muñoz
Coordinadora del programa ‘Entre Amigos’
El pasado sábado 1 de febrero, tuvimos en nuestro grupo de Entre Amigos, una charla muy especial. El doctor José Miguel Arocena Aramburu, médico anestesista durante 20 años en el Hospital Clínico, y ahora voluntario en el Teléfono de la Esperanza de Málaga, nos habló durante una  hora sobre la actitud ante una persona con parada cardiorrespiratoria.
Se trata de tener muy clara una secuencia de acciones que pueden salvar la vida y/o dejar menos secuelas en alguien que ha sufrido un percance de este tipo, y que puede ser un conocido, un familia o sencillamente alguien a quien le ocurre en nuestra presencia.
El doctor dejó claro que no debemos tener miedo, pues esta persona, de no ser atendida en breve, sí que tendrá una situación de irreversibilidad. Es fundamental que actuemos rápida y decididamente lo mejor que sepamos.
Lo primero que hay que hacer es comprobar seguridad:  es decir no exponerse a ningún peligro y, si se puede, poner a la víctima en lugar seguro.
De forma muy esquemática se explica en la ilustración que acompaña a este post.
Es recomendable si se tiene la seguridad de que no respira, llamar directamente al 061 pues es la urgencia sanitaria y se ahorrará tiempo mientras que el 112 es urgencia general.
Gracias a la campaña que se está haciendo de instruir a la población y la instalación de desfibriladores, nuestra ciudad es una de las que está mejor preparada en este sentido, pero aún queda mucho trabajo por hacer.
En este enlace se puede leer una explicación sencilla y concreta para quien quiera introducirse o repasar el tema: https://www.enfermeriaencardiologia.com/como-actuar-ante-una-parada-cardiaca/
Hay talleres periódicamente por todos los barrios de Málaga. Os adjuntamos la información, para que podáis apuntaros. Acudamos a ellos y estemos preparados.
No sabemos cuándo puede surgir la necesidad y esto sí que es ¡cuestión de vida o muerte!
                                                                                                   

miércoles, 19 de febrero de 2020

Lucía Pérez habló sobre depresión y distimia en nuestro espacio semanal en Canal Málaga Radio


Lucía Pérez el lunes en Canal Málaga Radio

Lucía Pérez, psiquiatra que colabora con el Teléfono de la Esperanza, habló el pasado lunes sobre depresión y distimia -un tipo de depresión leve y prolongada- con Manuel Montes Cleries en el espacio 'Estamos a tu lado' que hacemos cada lunes en Canal Málaga Radio. 
Los dos síntomas más claros de la depresión son el aumento de pensamientos negativos y la pérdida de la capacidad de disfrute de la persona, mientras que la distimia no impide el desarrollo de una vida normal porque sus síntomas son más leves. Sin embargo, el diagnóstico de la distimia no se detecta hasta los dos años de que empiece a sufrirlo la persona.


Aquí podéis escuchar el programa:




sábado, 15 de febrero de 2020

CON OTRAS GAFAS / La voz mediática de los mayores en soledad

Foto: Juan y Medio RTVA

"Tengo una debilidad por ellos que me muero". Quien así se expresó es Juan y Medio  y se refería a los ancianos que viven solos y anhelan encontrar a una persona con la que sentirse acompañados y vivir juntos la última etapa de sus vidas. El popular comunicador televisivo y actor hacia esa confesión esta semana en el espacio 'El hormiguero', de Pablo Motos. La entrevista giró en torno a su experiencia de una década en 'La tarde, aquí y ahora' de Canal Sur TV.
Juan y Medio explicó que "la soledad es para mucha gente, peor que la enfermedad" resaltando que "existen medicamentos para remediar la enfermedad o incluso médicos que te ayudan a convivir con la misma, pero no existe ningún tipo de cura para la soledad".
España es un país en el que más de 850.000 personas mayores de 80 años viven solas, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). En ese contexto, el popular presentador, desde su experiencia de haber escuchado a miles de personas mayores con sus carencias y soledades, trazó un perfil triste de los mayores; hombres y mujeres que tienen la tensión alta y que, a veces, sufren el abandono de sus hijos, personas que pueden dejar el butano encendido todo el día e in cluso comer lo mismo cada día por rutina.
Cuando Juan y Medio inició su programa dedicado a tratar de buscar compañía a los mayores andaluces en septiembre de 2009 era un hombre polifacético con formación en la Sociología y el Derecho, había ejercido de abogado y disponía de una larga trayectoria en televisión. Desde sus inicios como gancho en la popular gala navideña 'Inocente, inocente' a principios de los noventa había desarrollado una extensa actividad profesional en los platós con espacios como 'Diario y Medio', 'Menuda noche' y 'Pánico en el plató', entre otros muchos. Hace diez años dejó este último programa de Antena 3 para regresar a Canal Sur y aventurarse en un espacio nuevo dedicado a los mayores. Una década después 'La tarde, aquí y ahora' es uno de los espacios más vistos de la tele autonómica andaluza, ha captado la atención masiva del público de edad avanzada y sobrevive a los cambios en la cúpula directiva en el medio. Cada tarde, este almeriense con estatura de jugador de baloncesto, abre sus micrófonos a abuelos y abuelas, los escucha con atención y respeto, les hace sentirse cómodos y les invita a relacionarse sin miedos ni complejos buscando el amor para sus vidas. A estas alturas del partido, el éxito del programa trasciende del ámbito andaluz y este hombre de poblado bigote y sonrisa socarrona revela que ha recibido ofertas de teles nacionales para emprender nuevos proyectos. Ha preferido seguir dando voz a los que viven el atardecer de sus existencias en soledad. Se queda con los que son "su debilidad" convertido en la voz mediática más potente que retrata la soledad. 

Leer más:

Voluntarios y participantes en el nuevo Programa de Atención al Mayor se reunen el próximo viernes

miércoles, 12 de febrero de 2020

Abiertas las inscripciones para participar en los talleres 'Comunicación sana' y 'Separación afectiva' que se inician los días 11 y 17 de marzo




Taller 'Comunicación sana'

Fecha de inicio: 11 de marzo 2020
Horario: 19:00h
 Número de sesiones:     10
Lugar: Teléfono de la Esperanza. 
Calle Hurtado de Mendoza, 3

Coordinadoras:
Rocío Domech
Ludivina García


¿A QUIEN ESTA DIRIGIDO? A CUALQUIER PERSONA.


Objetivos: 

La  función de la comunicación es  satisfacer nuestra necesidad de ser felices y esta aspiración se satisface en nuestra relación con los demás y el mejor camino para ello es la comunicación sana y positiva que nos proporciona relaciones positivas y gratificantes.
La comunicación es un proceso esencial para la existencia y el crecimiento del ser humano.

Para inscribirte puedes llamar al 952 652 651    ó    pulsar el siguiente enlace: 





Taller 'Separación afectiva'

Fecha de inicio:  17 de marzo 2020
Horario:                                 19:00H
Nº Sesiones:                                 12
Lugar:   Teléfono de la Esperanza
C/Hurtado de Mendoza,3
Coordinador:        José Portillo

Uno de los acontecimientos más estresantes en la vida de una persona es la ruptura sentimental o afectiva.

Los objetivos del taller son:
Para conocer y analizar los propios vínculos afectivos.
Para facilitar la expresión de sentimientos y pensamientos que surgen tras la ruptura afectiva.
Para integrar la separación y elaborar adecuadamente el proceso de pérdida.

Sus principales contenidos son:
Etapas de la separación afectiva.
Las relaciones de dependencia.
Creencias, expectativas y mitos sobre la separación afectiva.
Perdonar y olvidar.
El duelo.
El amor. 

El taller se compone de 12 reuniones de hora y media con una periodicidad semanal.

Para inscribirte puedes llamar al 952 652 651    ó    pulsar el siguiente enlace: