Juan Manuel Martín
Psicólogo voluntario del Teléfono de la Esperanza
¿Qué es la dependencia emocional?
Las consultas psicológicas reciben cada día un montón de personas
que tienen un problema en común: la dependencia emocional. La persona que lo
sufre permanece en un estado de identificación extrema hacia su pareja
sentimental y tiene una gran necesidad de mantener el vínculo emocional y el
afecto.
Aunque se da por igual en mujeres y en hombres, estos suelen
ocultar este problema pues se sienten menos capaces de reconocer que están
“atados emocionalmente” a otra persona.
Se observa a lo largo de toda la vida y con las diferentes parejas
que se tengan. Las personas que la sufren manifiestan un gran miedo
a estar solas y no pueden concebir su vida si no es al lado de una pareja
sentimental.
Muchas de las personas que son dependientes emocionales buscan
parejas con un carácter dominante, egoístas, posesivas, autoritarias y
déspotas. En algunos casos, refieren haber sufrido algún tipo de
maltrato físico o psicológico por parte de su pareja. La persona dependiente
tiende a idealizar a su pareja, viviendo en una plena sumisión hacia
ella. Pese a ser capaz de reconocer el maltrato y menosprecio diario, no tiene
la capacidad de abandonar a su pareja, con la que se muestran muy sumisa,
buscando siempre su aprobación, intentando satisfacerla en todo momento con
atenciones y gestos de sumisión.
¿Quieres autoevaluarte?.
En el siguiente enlace, puedes realizar un test para comprobar la dependencia emocional a la pareja:
¿Cuál es el origen de la dependencia emocional?
Conocer el origen de este problema nos ayudará a evitarlo. El
fondo del problema de la dependencia se encuentra en una pobre
autoestima, que conduce al dependiente emocional a desvalorizarse
sistemáticamente. Se muestran críticos consigo mismos y con su forma de ser,
hasta el punto de sentirse inferiores y culpables, incluso del menosprecio que
puedan recibir por parte de sus parejas sentimentales. . También es común
observar que este tipo de relaciones acaban rompiéndose en poco tiempo, pero
eso no soluciona el problema. El dependiente intentará volver una y mil veces
con su pareja o buscará aceleradamente otra para seguir siendo sumiso.
Aunque los familiares ven de cerca que el sufrimiento causado por
esa relación patológica, no cesa, el dependiente suele enfrentarse a ellos y
defenderá la situación, llegando a reclamar a su allegados un trato especial
hacia la otra persona.
La dependencia emocional se asocia con cuadros ansiosos o
depresivos, aparte de la falta de autoestima que ya hemos comentado, que se
ve aumentada al tomar conciencia de que se está arrastrando para recuperar el
amor de alguien que no solamente no le quiere sino que le desprecia y maltrata.
¿Conoces a alguien que sea dependiente emocional?
Los mejores consejos que se pueden dar a alguien cuyo familiar o
amigo sea un dependiente emocional son los siguientes:
1. No ceder nunca si te exige
mantener un trato exquisito hacia su pareja dominante.
2. Estar de parte de la persona
dependiente pero sin mostrarte cómplice de su relación enfermiza.
3. Dialogar con el afectado y
hacerle entender que puede contar Si finalmente decide pedir ayuda
para romper con la situación, es necesario que le acojas e impidas cualquier
contacto con la pareja.
4. También es buena idea acompañarlo
a terapia. El psicólogo no solo ayudará a encontrar el mejor camino para el
afectado, sino que también proporcionará algunas pautas a los familiares y
amigos para revertir la situación, así como algunos consejos para dudas
concretas.
Cinco claves para superar la dependencia emocional:
1. Reconocerla es el primer paso. Nunca podemos
solucionar aquello que negamos, ni aquello que no comprendemos. Tenemos que
examinar nuestras relaciones de pareja, familiares o de amistad.
2. Invierte en tu desarrollo personal. Tu propio crecimiento personal es el factor fundamental para aumentar tu confianza, creer más en ti y mejorar tu autoestima, que es lo que marcará la diferencia.
3. Céntrate más en ti. Debes darte cuenta de que lo realmente importante es lo que tú pienses sobre ti, y no las opiniones de los demás. Deja de estar pendiente de qué dirán o pensarán los demás. Es necesario reforzar la identidad personal y desarrollar una imagen valiosa que sea digna de ser respetada y amada.
4. Comprueba la rigidez de tus reglas. Hay personas que han adquirido unas rígidas reglas o creencias sobre cómo tiene que ser una relación y sobre cómo tienen que comportarse los demás. Esas creencias personales -en ocasiones erróneas- son una enorme carga en cualquier relación y se convierten en una gran fuente de constantes decepciones.
5. Asume la responsabilidad de tus emociones. A veces llegamos a pensar que todo lo que sentimos viene del exterior, pero en realidad nace de la interpretación y el significado que damos a las cosas que suceden en nuestra vida. Por eso, nadie más que nosotros mismos somos dueños y responsables de nuestras interpretaciones y, por tanto, de nuestras emociones.
La opinión de un experto:
Arun Mansukhani, psicólogo clínico y sexólogo, en una
entrevista concedida al diario Sur de Málaga, el 2 de Mayo de 2018, expone de
forma muy didáctica su visión sobre la dependencia emocional:
...Hay dos elementos clave: la autonomía y
la intimidad. Autonomía es mi capacidad para estar bien solo e
intimidad es mi capacidad para estar bien con otros. Si tengo autonomía e
intimidad, voy a tener relaciones sanas con los demás. Si me falla una de las
dos, las relaciones que establezca pueden ser patológicas...
...La primera señal que alerta de la dependencia es
que yo no acabo de estar bien del todo. Puede ser porque tenga la sensación de
que yo me implico mucho y el otro no, lo cual me alerta de que posiblemente
tengo un tipo de dependencia sumisa. O puedo encontrarme mal por lo
contrario, por ser un contradependiente: siento que me piden
demasiado y tengo la necesidad de alejarme todo el rato. Luego está el tercer
tipo de dependientes patológicos, que son los dominantes; los que
más dañados están. Estos necesitan tener control y dominio; no se pueden
relacionar de igual a igual. Otra señal de alerta: las personas que
renuncian a tener relaciones por malas experiencias. Este grupo también
está creciendo cada vez más. Tú puedes estar sin pareja y es perfectamente
sano, pero no lo es que llegues ahí por una renuncia...
...Las parejas sanas se corregulan: ante un
conflicto, yo empiezo a desregularme, a subirme y tú me ayudas a bajar. Y
viceversa. Hay muchas parejas que no se corregulan nada bien, con lo cual los
conflictos nunca se resuelven; se aparcan.
En el siguiente enlace podemos ver un vídeo de unos quince
minutos, donde este psicólogo desarrolla las ideas anteriores con un poco más
de detalle y buen humor.
Si queremos ampliar conocimientos, en la siguientes
direcciones lo podemos hacer:
Walter Riso: Guia práctica para
vencer la dependencia emocional. Es un manual de 53 páginas que se
puede bajar en la dirección adjunta para leerlo tranquilamente:
De lo mucho que podemos encontrar en la red, me ha parecido muy
interesante el enlace siguiente. De él he sacado algunas partes del artículo.
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