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| Uno de los refugiados sujetando al terrorista. Foto: http://www.express.co.uk/ |
Alemania está siendo el país más generoso a la hora de acoger a miles de personas que huyen de la terrible guerra que asola Siria desde 2011, pero la tendencia a rechazarlos se ha incrementado desde finales de 2015, a raíz de numerosas agresiones sexuales sufridas por las mujeres en Nochevieja y a los atentados terroristas perpretados el pasado mes de julio. Una corriente xenófoba contraria a los recién llegados trabaja día a día para confundir a la población introduciendo a refugiados de guerra y fanáticos terroristas en el mismo saco con el objetivo de transmitir miedo. Se suele decir que el miedo es libre, lo sienten las personas o no lo sienten, pero cuando viven atenazadas por este sentimiento no piensan ni actúan en libertad.
Afortunadamente, la actitud de grandes sectores de la población es la de acoger a los refugiados. Esta semana, un gesto de gran valentía de dos sirios ha ayudado a combatir los prejuicios que existen contra ellos. Mohamed y su amigo acogieron en su piso a un hombre sirio que buscaba alojamiento anunciándolo en las redes sociales, pero comprobaron que este era Jaber Albakr, el yihadista cuya fotografía se estaba publicando en los medios de comunicación después de que la Policía encontrara un cinturón de explosivos en su casa. Los dos amigos aprovecharon que el buscado Albakr dormía para atarlo con un cable y fotografiarlo. Como no sabían hablar el alemán, hubiera sido complicado explicar lo sucedido a la Policía por lo que entregaron la fotografía e hicieron posible la detención del terrorista.
La prensa alemana los ha bautizado como "los héroes de Leipzig", pero ellos no se sienten héroes. Huyeron de un país donde reina el terror y saben muy bien lo que no quieren en sus vidas ni para nadie. "No podía permitir que le pasara algo a los alemanes" y "Solo he cumplido con mi obligación. Los terroristas no son personas", ha explicado Mohamed a los medios.
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