Pedro Villanueva Irure es pedagogo, psicólogo y experto en
logoterapia por la Universidad de Comillas. Voluntario en el Teléfono
de la Esperanza de Navarra y en el Grupo 29 de octubre
dictará la ponencia 'El Teléfono de la Esperanza y la prevención del
suicidio: incorporación de una herramienta de ayuda' dentro de
nuestras Jornadas 'Sobre vivir' para la
prevención del suicidio.
¿No crees que las enseñanzas de Víctor
Frankl están poco valoradas en las estrategias públicas, las pocas que ha
habido hasta ahora, para prevenir el suicidio? Las personas que han
intentado suicidarse y los familiares de los suicidas necesitan ayuda especializada. ¿Qué puede aportarles la logoterapia?
Las pocas estrategias de prevención son
de carácter local y poblacional (poblaciones de riesgo), impulsadas en la
mayoría de los casos por los departamentos de psiquiatría de los Servicios de
Salud o por algunas Universidades. Tenemos ejemplos en Guipúzcoa, Madrid,
Cataluña, Orense, Navarra, Asturias, Málaga. En algún caso, como Navarra, la
iniciativa partió del Teléfono de la Esperanza y me consta que esto se está
repitiendo en algunas comunidades como La Rioja. El éxito (hay datos) en estas
actuaciones locales radica en el seguimiento que se realiza sobre la población
en riesgo y este seguimiento lo lleva a cabo, en la mayoría de los casos,
personal sanitario que cuenta con una formación y pautas de intervención que
inciden en medidas de contención, orientaciones sobre hábitos saludables y para
la salud emocional, de seguridad y sanitarias (adherencia al tratamiento).
Estos planes, por lo general, se diseñan tomando como ejemplo las mejores
prácticas en materia de prevención. Sin embargo, sabemos que el suicidio, más
allá de los aspectos psicopatológicos, es una decisión personal de quien quiere
poner fin a su existencia. En este sentido, Victor Frankl nos
habla del sentido y de la actitud ante la vida y ante el
sufrimiento. ¿Cómo y cuándo conectar con las personas que sufren? Este es
el reto.
¿Cómo surgió la idea y que profesionales
han intervenido en el desarrollo de ATENSIS?
Atensis es el resultado de una
iniciativa personal. En la sede del TE de Pamplona hay un gran equipo de
trabajo preocupado por mantener siempre el espíritu del TE y también por
mejorar. La actitud y el compromiso de los voluntarios favorecen la
comunicación y la expresión de preocupaciones e inquietudes. Las carencias de
formación en conducta suicida se detectaron hace ya 5 años y se inició un
programa de formación que ha dado excelentes frutos. Un riguroso trabajo de
investigación, la experiencia profesional y los conocimientos informáticos de
quien responde a estas preguntas, fueron la base para plantearse si era posible
desarrollar una herramienta informática válida que sirviera de soporte y ayuda
al voluntario ante una llamada con temática suicida. La herramienta se
desarrolló inicialmente y ha experimentado permanentes mejoras para hacerla más
accesible y manejable. Las sugerencias del equipo de trabajo y de los
voluntarios que la han estado utilizando ha sido fundamental.
¿Qué aportará esta herramienta a las
estadísticas que ya viene ulilizando el Teléfono de la Esperanza?
La herramienta se ha diseñado como base
de datos y posibilitará la obtención de datos estadísticos. Con la premisa del
total anonimato, el análisis de datos permitirá:
1. Caracterizar a los usuarios con
tendencia a la conducta suicida que llaman al Teléfono de la Esperanza.
2. Determinar en qué medida la
herramienta ATENSIS es útil para conseguir los objetivos propuestos y útil
también para los voluntarios que realizan su trabajo a través del
teléfono.
¿Qué puede aportar de cara a la
detección de ideas suicidas en los llamantes?
La herramienta se ha diseñado con los
siguientes objetivos:
- Soporte
para la evaluación del riesgo de suicidio en las llamadas con tendencia
suicida.
- Formación
y actualización de conceptos sobre temática suicida.
- Aportar
mayor conocimiento y seguridad al voluntario.
- Reforzar
el trabajo del TE y su impacto en la comunidad y en los planes de
prevención del suicidio.
El proceso de evaluación del riesgo de
suicidio integra factores que le hacen vulnerable, incorporando la escala de
evaluación C_SSRS (Columbia Suicide Severity Rate Scale), ampliamente
utilizada internacionalmente que pone el énfasis en la ideación suicida. El
proceso está basado en las investigaciones más sólidas y en los criterios de
evaluación de mayor consenso entre los expertos. La evaluación es automática y
ofrece al voluntario el nivel de riesgo. Estos datos objetivos, junto a la
información obtenida, servirán para que el voluntario pueda formarse un
criterio sobre el nivel de riesgo y pueda lograr que su intervención sea más
eficaz.
En los últimos años está creciendo la
colaboración de diferentes centros del Teléfono de la Esperanza con las
administraciones. ¿Los planes públicos de salud mental pueden implantar
la herramienta Atensis?
La herramienta tiene varias utilidades
porque está diseñada para ayuda a las helplines, pero teniendo en cuenta que
las administraciones están muy interesadas en incorporar la fase de
seguimiento, una herramienta como Atensis, con mínimas adaptaciones, podría serles
de gran utilidad. Por otro lado, los servicios de emergencia y los cuerpos de
seguridad reciben numerosas llamadas con temática suicida y podrían servirse
también de algunas características de la herramienta.
El TE es una antena especialmente
sensible de la realidad acerca de la salud emocional y la conducta suicida.
Nuestra labor es de prevención e intervención y así debe considerarse por
parte de la sociedad. Creo que deberíamos formar parte de los planes que la
Administración vaya poniendo en marcha para reducir el número de
suicidios.
¿Crees que la crisis económica, social,
de valores y los cambios acelerados de la sociedad han tenido que ver en el
constante incremento de la tasa de suicidios?
Yo no tengo ninguna duda de que estos
cambios han afectado a la salud emocional y mental de las personas, y en
consecuencia en las tasas de suicidio, pero conviene matizar. Los
estudios que asocian la crisis económica al incremento de la tasa de suicidio
son cada vez más numerosos y parece que inclinan la balanza en este sentido.
Pero existen datos contradictorios. Hay países con elevado nivel de desarrollo
y tasas de felicidad (Finlandia, Noruega, Suecia::) donde las tasas de suicidio
son más elevadas que la media europea. Lo cierto es que a menores niveles de
protección social, se da una mayor tasa de suicidio, especialmente en los niños
y adolescentes. Está demostrado y los datos que publica la OMS son muy
preocupantes. Afortunadamente esto no ocurre en nuestro país. Es cierto también
que los cambios sociales están afectando. Un reciente informe de Samaritans
muestra cómo la pérdida de rol en los varones, motivada por problemas de
trabajo, desempleo, pérdida de la masculinidad, etc. se asocia a un incremento
de la tasa de suicidio en Inglaterra en varones adultos de mediana edad. Qué
decir de las TIC, internet, las redes sociales, el ciberbullying que somete a
los jóvenes y niños a la desvalorización como personas. Sin olvidar que el
suicidio siempre es multicausal, los cambios que estamos experimentando dificultan
el que las personas vulnerables contemplen, por sí solas, soluciones a
sus problemas.
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