lunes, 24 de octubre de 2016

Pedro Villanueva: "La herramienta ATENSIS ofrece al voluntario una evaluación de riesgo de suicidio de una persona de forma automática"



Pedro Villanueva Irure es pedagogo, psicólogo y experto en logoterapia por la Universidad de Comillas. Voluntario en el Teléfono de la Esperanza de Navarra y en el Grupo 29 de octubre dictará la ponencia 'El Teléfono de la Esperanza y la prevención del suicidio: incorporación de una herramienta de ayuda' dentro de nuestras Jornadas 'Sobre vivir' para la prevención del suicidio.

¿No crees que las enseñanzas de Víctor Frankl están poco valoradas en las estrategias públicas, las pocas que ha habido hasta ahora, para prevenir el suicidio? Las personas que han intentado suicidarse y los familiares de los suicidas necesitan ayuda especializada. ¿Qué puede aportarles la logoterapia?
Las pocas estrategias de prevención son de carácter local y poblacional (poblaciones de riesgo), impulsadas en la mayoría de los casos por los departamentos de psiquiatría de los Servicios de Salud o por algunas Universidades. Tenemos ejemplos en Guipúzcoa, Madrid, Cataluña, Orense, Navarra, Asturias, Málaga. En algún caso, como Navarra, la iniciativa partió del Teléfono de la Esperanza y me consta que esto se está repitiendo en algunas comunidades como La Rioja. El éxito (hay datos) en estas actuaciones locales radica en el seguimiento que se realiza sobre la población en riesgo y este seguimiento lo lleva a cabo, en la mayoría de los casos, personal sanitario que cuenta con una formación y pautas de intervención que inciden en medidas de contención, orientaciones sobre hábitos saludables y para la salud emocional, de seguridad y sanitarias (adherencia al tratamiento). Estos planes, por lo general, se diseñan tomando como ejemplo las mejores prácticas en materia de prevención. Sin embargo, sabemos que el suicidio, más allá de los aspectos psicopatológicos, es una decisión personal de quien quiere poner fin a su existencia. En este sentido, Victor Frankl nos habla del sentido y de la actitud ante la vida y ante el sufrimiento. ¿Cómo y cuándo conectar con las personas que sufren? Este es el reto.

¿Cómo surgió la idea y que profesionales han intervenido en el desarrollo de ATENSIS?
Atensis es el resultado de una iniciativa personal. En la sede del TE de Pamplona hay un gran equipo de trabajo preocupado por mantener siempre el espíritu del TE y también por mejorar. La actitud y el compromiso de los voluntarios favorecen la comunicación y la expresión de preocupaciones e inquietudes. Las carencias de formación en conducta suicida se detectaron hace ya 5 años y se inició un programa de formación que ha dado excelentes frutos. Un riguroso trabajo de investigación, la experiencia profesional y los conocimientos informáticos de quien responde a estas preguntas, fueron la base para plantearse si era posible desarrollar una herramienta informática válida que sirviera de soporte y ayuda al voluntario ante una llamada con temática suicida. La herramienta se desarrolló inicialmente y ha experimentado permanentes mejoras para hacerla más accesible y manejable. Las sugerencias del equipo de trabajo y de los voluntarios que la han estado utilizando ha sido fundamental.

¿Qué aportará esta herramienta a las estadísticas que ya viene ulilizando el Teléfono de la Esperanza?
La herramienta se ha diseñado como base de datos y posibilitará la obtención de datos estadísticos. Con la premisa del total anonimato, el análisis de datos permitirá:
1. Caracterizar a los usuarios con tendencia a la conducta suicida que llaman al Teléfono de la Esperanza. 
2. Determinar en qué medida la herramienta ATENSIS es útil para conseguir los objetivos propuestos y útil también para los voluntarios que realizan su trabajo a través del teléfono.

¿Qué puede aportar de cara a la detección de ideas suicidas en los llamantes?
La herramienta se ha diseñado con los siguientes objetivos:
  • Soporte para la evaluación del riesgo de suicidio en las llamadas con tendencia suicida.
  • Formación y actualización de conceptos sobre temática suicida.
  • Aportar mayor conocimiento y seguridad al voluntario.
  • Reforzar el trabajo del TE y su impacto en la comunidad y en los planes de prevención del suicidio. 
El proceso de evaluación del riesgo de suicidio integra factores que le hacen vulnerable, incorporando la escala de evaluación  C_SSRS (Columbia Suicide Severity Rate Scale), ampliamente utilizada internacionalmente que pone el énfasis en la ideación suicida. El proceso está basado en las investigaciones más sólidas y en los criterios de evaluación de mayor consenso entre los expertos. La evaluación es automática y ofrece al voluntario el nivel de riesgo. Estos datos objetivos, junto a la información obtenida, servirán para que el voluntario pueda formarse un criterio sobre el nivel de riesgo y pueda lograr que su intervención sea más eficaz.

En los últimos años está creciendo la colaboración de diferentes centros del Teléfono de la Esperanza con las administraciones.  ¿Los planes públicos de salud mental pueden implantar la herramienta Atensis?
La herramienta tiene varias utilidades porque está diseñada para ayuda a las helplines, pero teniendo en cuenta que las administraciones están muy interesadas en incorporar la fase de seguimiento, una herramienta como Atensis, con mínimas adaptaciones, podría serles de gran utilidad. Por otro lado, los servicios de emergencia y los cuerpos de seguridad reciben numerosas llamadas con temática suicida y podrían servirse también de algunas características de la herramienta.
El TE es una antena especialmente sensible de la realidad acerca de la salud emocional y la conducta suicida. Nuestra labor es de prevención e intervención y así  debe considerarse por parte de la sociedad. Creo que deberíamos formar parte de los planes que la Administración vaya poniendo en marcha para reducir el número de suicidios. 

¿Crees que la crisis económica, social, de valores y los cambios acelerados de la sociedad han tenido que ver en el constante incremento de la tasa de suicidios?
Yo no tengo ninguna duda de que estos cambios han afectado a la salud emocional y mental de las personas,  y en consecuencia en las tasas de suicidio, pero conviene matizar.  Los estudios que asocian la crisis económica al incremento de la tasa de suicidio son cada vez más numerosos y parece que inclinan la balanza en este sentido. Pero existen datos contradictorios. Hay países con elevado nivel de desarrollo y tasas de felicidad (Finlandia, Noruega, Suecia::) donde las tasas de suicidio son más elevadas que la media europea. Lo cierto es que a menores niveles de protección social, se da una mayor tasa de suicidio, especialmente en los niños y adolescentes. Está demostrado y los datos que publica la OMS son muy preocupantes. Afortunadamente esto no ocurre en nuestro país. Es cierto también que los cambios sociales están afectando. Un reciente informe de Samaritans muestra cómo la pérdida de rol en los varones, motivada por problemas de trabajo, desempleo, pérdida de la masculinidad, etc. se asocia a un incremento de la tasa de suicidio en Inglaterra en varones adultos de mediana edad. Qué decir de las TIC, internet, las redes sociales, el ciberbullying que somete a los jóvenes y niños a la desvalorización como personas. Sin olvidar que el suicidio siempre es multicausal, los cambios que estamos experimentando dificultan el que las personas vulnerables contemplen, por sí solas,  soluciones a sus problemas.  

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