martes, 18 de octubre de 2016

Cecilia Borràs: "Los supervivientes al suicidio de un familiar tenemos que mirar al otro y vernos en su espejo, es esencial para poder seguir adelante"


Cecilia Borràs fundó la asociación DSAS de personas con familiares que se suicidaron


El pasado 10 de septiembre, con motivo de la celebración del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, comunicábamos en este blog la buena noticia de que la sociedad despierta frente al tabú del suicidio. La presencia de los voluntarios del Teléfono de la Esperanza en las plazas y calles de numerosas ciudades de España motivó el interés de muchas personas y medios de comunicación y son ya diferentes administraciones las que promueven programas para prevenir el suicidio en sus políticas de salud mental. Nuestra organización juega un papel importante gracias a los convenios de colaboración que se están llevando a cabo. 
Los próximos días 29, 30 y 31 de octubre celebraremos en Málaga unas Jornadas Técnicas para la Prevención del Suicidio. La barcelonesa Cecilia Borrás, psicóloga, sufrió la muerte por suicidio de su hijo de 19 años y fundó la asociación DSAS (Després del Suïcidi – Associació de Supervivents) junto a otros familiares de suicidas. Será una de las ponentes de este importante encuentro de expertos.

¿Cual va a ser el mensaje de su ponencia?
Descubrir nuestra realidad. Este no es un duelo como otros. Lleva una carga dura de preguntas sin respuestas. Ha sido una realidad silenciada en muchas familias y eso cuesta cambiarlo. Los supervivientes son gente valiente y somos los que tenemos que romper ese tabú.

¿Cómo fue la muerte de su hijo? ¿Le ayudó el hecho de ser psicóloga?
Tenía 19 años, estaba estudiando diseño gráfico, dibujaba muy bien y era un chaval feliz. Fue muy rápido. Pasó en muy poco tiempo de la ideación a la conducta, hay un porcentaje muy pequeño de casos de ese tipo. Nuestra familia nos apoyó y arropó y mi marido y yo fuimos a terapia. Yo había estado nueve o diez años trabajando como psicóloga en el departamento de Neurología en el Hospital Vall D´Hebrón atendiendo y diagnosticando pacientes pero no tenía nada que ver con esto.

¿Cómo vivió ese proceso y dónde se dirigió para pedir ayuda?
Con una soledad tremenda porque parece que esto solo te pasa a ti. Lo habitual es conocer la muerte de personas en accidentes o por enfermedades, pero no te imaginas esto. Lo viví con muchísima soledad y confusión, tuve que pedir ayuda y no sabía donde. Es una sensación de que te vas a morir de dolor e incredulidad. ¿Cómo contacte con otros afectados?. Pues por una cadena que se iniciaba con una madre cuyo hijo murió en un accidente que conocía a otra mujer que perdió al suyo porque se suicidó. La persona clave fue Carmen Tejedor, psiquiatra del Hospital San Pablo con 30 años de experiencia. Acudimos a ella porque le hacían entrevistas y era la única que hablaba como hablamos nosotros. No había ningún recurso centrado en los supervivientes del suicidio de un familiar y ella nos dio la idea de crear la asociación.

¿Quiénes integraron el grupo de fundadores?
Éramos nueve personas que habíamos perdido a un padre, una madre, una hermana, un hijo, a diferentes familiares. En abril de 2012, fui a una entrevista en TV3 para hablar del suicidio, la periodista me pidió un correo de contacto para facilitarlo a los espectadores. La entrevista fue a mediodía y por la tarde me llegaron diferentes correos de afectados. Luego montamos la página web para estar visibles y en junio de ese año se constituyó la asociación. Son muchas las personas que han contactado con nosotros. A veces, recibimos mensajes de personas que sufrieron su pérdida hace 20 o 30 años y nos dan las gracias por nuestra labor. Esto demuestra que queda una cicatriz en las vidas.

¿Qué actividades desarrollan en Barcelona para atender a los supervivientes?
Desarrollamos atención individual a personas, grupos de apoyo y formación en la sensibilización y prevención. Estoy muy contenta del procedimiento que hemos creado y han puesto en marcha los Mossos de Esquadra para las primeras actuaciones con familiares de suicidas. Es un ofrecimiento de ayuda empática que están haciendo los policías diferente a cuando tienen que actuar por muertes violentas. 

¿Cómo se trabaja para superar un dolor tan grande como el vuestro?
Con muchísima paciencia, respetando mucho la forma de ser de cada uno y teniendo mucha paciencia cada persona consigo misma. El tiempo no cura, cura lo que tu haces en ese tiempo. Tenemos que dedicar mucho tiempo a conocernos y a hablar con mucho cariño, sin herir, sin tabú, con mucha confianza y respeto. Hay que mirar al otro y verse en su espejo, es esencial.

Los medios de comunicación empiezan a hablar del suicidio, ¿cree que empieza a caer el tabú?
Creo que sí, entre todos lo estamos haciendo. Los supervivientes decimos estamos aquí, tengo un dolor y necesitamos salir adelante. Podemos transmitir bien en los medios de comunicación porque hablamos desde la experiencia, somos cercanos, no teóricos y los medios lo están enfocando como un tema de salud, social y de concienciación. Les tenemos que hacer ver que los necesitamos para ayudar a romper los falsos mitos. Cada vez más medios se están acercando a este tema y publicando crean espacios de reflexión.

Lee más: 
Jornadas Técnicas para la Prevención del Suicidio de Málaga

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