José Portillo, orientador y dinamizador de grupos en el Teléfono de la Esperanza, reflexiona en el presente artículo, sobre las consecuencias de la timidez infantil.
La inhibición es consecuencia de la timidez, y es necesario que los tímidos fomenten la confianza en sí mismos según se atrevan a enfrentar sus propios miedos gradualmente, ya que esa es la única manera de superarlos.
Las
consecuencias de la timidez infantil
Baja
autoestima. Al no sentirse queridos, muchos niños tímidos llegarán
a creer que no son interesantes para nadie. Esta es la consecuencia de haberse
sentido despreciados por sus seres queridos, de haber comprobado cómo los tales
les han hecho exigencias muy superiores a sus capacidades por ejemplo en el
terreno de su educación, y/o de haber tenido profesores que han comparado a sus
alumnos menos aventajados con los más aventajados, haciéndoles sentir a muchos
de los primeros que son inferiores a los segundos. La infusión del sentimiento
de culpa, la humillación y las amenazas son elementos claves a la hora de
aplicar castigos, pero muchos niños no se superan cuando se les ridiculiza como
muchos adultos esperan de ellos, pues les sucede justo lo contrario, según
pierden la confianza en sus capacidades para superarse.
Falsa
confianza en sí mismos y en sus actuaciones. Muchos padres tienen
la tendencia de sobrevalorar a sus hijos sobreprotegiéndolos para que no
experimenten ninguna frustración, por miedo a que se traumaticen. Los niños no
se traumatizan cuando tienen una vida menos placentera que la de sus amigos,
sino cuando no se sienten amados. Los niños han de ser adecuadamente valorados,
y necesitan saber en qué áreas pueden superarse sin ser sometidos a fuertes
presiones. Conozco a muchos adultos que sienten gratitud hacia sus padres
porque los presionaron mucho para que estudiaran, pero, aunque ganan mucho
dinero, no terminan de superar las circunstancias en las que, la visión que
tuvieron de la presión que sus padres ejercieron sobre ellos, les hizo sentir
que no eran queridos. Muchos profesores han aprendido a educar a los niños
pequeños jugando con ellos, con el objetivo de lograr que la formación sea
grata para los pequeños.
Inseguridad
y la carencia de iniciativa para llevar actividades a cabo. Los
niños necesitan confiar en sí mismos para poner en juego su creatividad, pero
difícilmente podrán hacerlo si se sienten ridiculizados y/o despreciados.
Deterioro de la actividad comunicativa.
Muchos niños tímidos tienden a aislarse para evitar pensar en sus miedos al
refugiarse en su mundo interior, que suele ser muy rico. Todos conocemos tanto
a niños como a adultos que evitan las relaciones porque se sienten despreciados
e incomprendidos por los demás. Cuanto menos se comuniquen los tímidos con los
demás, tendrán más dificultades para comunicarse, y se les aumentará el miedo
al rechazo y a la incomprensión.
Soledad
y relaciones interpersonales pobres. Los niños tímidos suelen
refugiarse en su mundo interior, y evitar relacionarse para no enfrentar sus
miedos, ya que pueden dar por hecho que saldrán mal parados de sus intentos de
comunicarse con otras personas.
Aislamiento
y rechazo social. Muchos niños tímidos se aíslan para evitar
exponerse a las burlas de sus amigos y/o compañeros e intentar no experimentar
la misma impotencia una y otra vez, al sentirse inferiores a los otros componentes
del grupo del que forman parte.
Maltrato
infantil. Los niños tímidos son víctimas fáciles de maltratadores
adultos y de practicantes del bulling, ya que tienen tendencia a no resistírseles
a sus maltratadores. No se quejan por el daño que se les infringe, por su
sentimiento de soledad, su miedo a ser incomprendidos socialmente, y a que sus
perseguidores los agredan con más saña.
Bajo
rendimiento académico y fracaso escolar. Al creer que son incapaces
de superarse en todos los ámbitos, muchos niños tímidos fracasan
estrepitosamente en su formación.
Fobia
social. Como he indicado anteriormente, los tímidos suelen
evitar exponerse a situaciones sociales por causa de un miedo al rechazo y al
ridículo que en ciertos casos. Requiere de ayuda profesional para poder ser
superado.
Trastornos
psicológicos diversos. Veamos brevemente ejemplos de trastornos
que pueden afectar a los niños tímidos:
Trastorno de evitación. El hecho de evitar mantener
relaciones causa un trastorno de personalidad evitativo cuando dicha evitación a
exponerse a situaciones sociales alcanza una frecuencia muy alta.
Trastorno paranoide de la personalidad. El
miedo a la incomprensión, al rechazo y ser ridiculizados por otras personas,
puede conducir a los tímidos a desconfiar de la gente, hasta llegar a creer que
la sociedad en general disfruta cuando ellos sufren.
Depresión. La depresión es consecuente del
agravamiento de todas las causas y consecuencias de la timidez infantil.
Consumo de alcohol y drogas. El alcohol y las
drogas se convierten en un refugio para quienes no pueden desconectarse de los
pensamientos relacionados con las causas de su infelicidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario