El Teléfono de
la Esperanza impartió en septiembre el Módulo 2 'Desarrollo Personal' destinado
a cualquier persona que quiera mejorar su salud emocional y a los que se están formando como orientadores de nuestra asociación. Margarita Vázquez fue un de
las participantes. Es una mujer que lleva varios haciendo cursos y talleres y
nos explica aquí sus experiencias reflexionando sobre el ser humano y lo que
cualquiera puede encontrar si viene al Teléfono de la Esperanza.
¿En qué trabajas?
Trabajaba
como educadora en una residencia escolar. Hace tres años que me jubilé.
¿Cómo
conociste el Teléfono de la Esperanza?
De oídas,
prácticamente desde que se fundó. Personalmente, hace unos quince años.
¿Qué motivó
tu participación en cursos y talleres?
Una crisis
personal en una etapa de mi vida. Empecé yendo a 'Entre Amigos' y, a partir de
ahí, vi la oportunidad de salir adelante a través de estos medios.
¿Cuáles has
hecho?
Un taller de
Bioenergética
Un taller de
Reiki
Un curso
sobre la Alegría de Vivir
El Módulo 1 'Conocerse para Crecer'
Mindfulness
Actualmente,
el Módulo 2, Desarrollo personal
¿Qué
reflexiones puedes hacer sobre los que has hecho?
Todos, en su
momento, contribuyeron a darme una pista y una salida para resolver situaciones
de las que no sabes cómo salir.
Es
fundamental el contacto con los demás. Cuando te das cuenta que proyectas en
otros lo que no reconoces en ti, das un paso de gigante para poder sanar tus
heridas emocionales.
No es un
camino fácil porque se trata de hacerle frente a tu sombra pero cuando lo
emprendes con firmeza y sin titubeos, ya no puedes parar. Los cambios que vas
consiguiendo a lo largo del proceso, son tan beneficiosos, que merece la pena
el tiempo que tardes en conseguirlo, la dedicación e incluso algún que otro mal
momento.
¿Qué te han
aportado?
Me llevaría
mucho tiempo poder explicar todo el proceso de transformación que se ha
producido en mi interior con la realización de estos cursos. No obstante, si lo
tengo que resumir de alguna forma te diré que me han enseñado inteligencia emocional.
¿Qué diferencia percibes entre el primer curso y el segundo?
El primero fue una catarsis. Es cómo renovar tu casa, ser consciente de lo que no sirve o está defectuoso por una deficiente o errónea construcción. Después y bajo la asesoría de un experto, prepararla para darle una nueva forma o diseño. El segundo curso lo inicias con la base necesaria para poder aprender a construir los pilares de la que va a ser tu nueva casa.
En una reflexión que hiciste por escrito decías que cuatro personas habían dado un paso al frente. Explica en qué consiste dar un paso al frente en ese curso.
En primer
lugar, me refería a los cuatro voluntarios que tuvieron la generosidad de
aceptar impartir este módulo pese a las circunstancias de la pandemia. Destacar
su entrega a los demás por encima de ellos mismos y de la situación crítica del
momento en el que estamos inmersos. Para mi son un ejemplo y un espejo dónde
poderme mirar para aprender.
En cuanto al
grupo, todos estamos en la misma línea. Con muchas ganas de seguir adelante y
de mejorar nuestra actitud ante los obstáculos que surgen en la vida. Es un
querer despertar y tomar consciencia de quiénes somos en realidad.
Un paso al frente lo das cuando sabes que hay otra manera mejor de estar en el mundo.
Los cursos y
talleres son muy vivenciales. Participantes y coordinadores comparten muchas
cosas, ¿Qué te parece esta formación?
El ser
humano es sociable por naturaleza. Necesitamos a los demás para poder
evolucionar. De hecho, y cito literalmente al Doctor Mario Alonso Puig: "Hay dos
hormonas de excepcional importancia que son liberadas cuando se produce una
conexión entre dos personas que quieren conocerse, crear un lazo afectivo y
cooperar en un proyecto determinado. Estas son la oxitocina y la vasopresina".
Los efectos
beneficiosos de la oxitocina en el organismo son numerosos.
En una de
las preguntas anteriores respondo a la importancia del compartir. Es
fundamental.
Principalmente
porque se van a dar cuenta de que no están solos. Tendrán la oportunidad de
relacionarse con otras personas, de compartir vivencias y pasar momentos muy
agradables.
Encontrarán
siempre una mano amiga, profesionales que los ayudarán cuando lo necesiten.
'Entre Amigos', por ejemplo, es un espacio no solo de encuentro sino de aprendizaje.
Las charlas que imparten los coordinadores son muy interesantes e instructivas.
El Teléfono
de la Esperanza es un faro que ilumina tu camino si tienes la voluntad y el
empeño de salir de tu zona de confort.
La humanidad
ha avanzado mucho en inteligencia artificial pero no ha sido igual en cuanto a
evolución personal, de hecho, hemos sufrido un retroceso.
La COVID 19 ha
puesto de manifiesto la incapacidad del ser humano para hacer frente a sus
emociones cuando se ha visto confinado. Los trastornos psicológicos que se han
producido han sido numerosos.
La soledad
en la que se ven envueltos nuestros mayores, es producto de una educación
basada más en la importancia del tener que en la del ser. Si antepones lo
material a lo esencial, estás construyendo un mundo deshumanizado.
Es muy importante
la educación en valores, empezando por el núcleo familiar y extendiéndola a los
demás organismos que conforman nuestra sociedad.
Como decía el famoso filósofo y psicólogo estadounidense, William James: "El mayor descubrimiento de mi generación es que un ser humano cuando cambia su actitud, puede cambiar también su vida".
Añado: y por
ende, la de las personas que lo rodean.
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