jueves, 16 de agosto de 2018

El Teléfono de la Esperanza te ayuda a superar la ruptura de una relación de pareja paso a paso





José Portillo
Orientador del Teléfono de la Esperanza
A partir del 18 de septiembre, a las 7 de la tarde, durante 12 martes consecutivos, impartiré en el Teléfono de la Esperanza de Málaga un taller sobre la superación de ruptura de relaciones de pareja. El taller se dividirá en tres partes.
Los asistentes tendrán la ocasión de conocer las diferentes etapas de la separación afectiva por medio de una serie de documentos de estudio y de la expresión de sentimientos en un entorno grupal.
Dado que no venimos al mundo siendo expertos conocedores de la vida, necesitamos aprender de nuestros errores. Los constituyentes del grupo tendrán la oportunidad de rebatir creencias irracionales, mitos y comportamientos que en muchas ocasiones acaban con las relaciones de pareja.
En último lugar, los miembros del grupo reflexionarán sobre las características del amor sano de pareja y también reflexionarán sobre la manera más conveniente de tener nuevas relaciones en el caso de que decidan tener una nueva pareja después de haber superado el difícil proceso de la separación.


Procesos de la separación afectiva

Schock. Aunque las etapas de la separación afectiva no se viven según un orden determinado, ya que lo natural es pasar de una a otras muchas veces hasta superar la ruptura de la relación afectiva, el schock es la primera de las etapas de la ruptura. Quienes son dejados quisieran despertar de la pesadilla que para muchos es la separación, pero no pueden hacerlo. La vida cambia repentinamente y quienes se separan han de enfrentar las consecuencias personales, familiares y sociales que caracterizan la separación.

Pena. Quienes acaban con sus relaciones de pareja deben cambiar muchos aspectos de su vida, y la separación puede sumirlos en un estado de tristeza que es necesaria para llegar a la aceptación de lo sucedido.

Rabia. Quienes abandonan a sus parejas pueden sufrir por causa del sentimiento de culpa que pueden tener por haberles hecho daño a las personas con quienes han compartido muchas vivencias, y quienes son dejados pueden sufrir pensando que sus relaciones afectivas fracasaron por su culpa, por culpa de sus ex parejas o de las dos partes. Es necesario expresar la rabia adecuadamente y no vivir pensando en quién o en quiénes hicieron posible que se acabaran las relaciones.

Resignación. Aunque en muchos casos ha de anteponerse la aceptación a la resignación ante lo que no se puede cambiar, en la separación afectiva la resignación es necesaria, porque, cuando quienes desean reconstruir sus relaciones se percatan de que eso es imposible, buscan las herramientas necesarias para enfrentar el dolor y reconstruir sus vidas.

Reconstrucción. En esta etapa de la separación afectiva, quienes se separaron están preparados para iniciar una nueva relación de pareja. Esto sucede porque están en una fase muy avanzada de su recuperación emocional en la que han comprendido en qué medida fueron responsables de su anterior ruptura de pareja y han hecho un gran trabajo emocional para evitar, por ejemplo, la dependencia emocional de los que mantuvieron relaciones de apego ansioso durante los años de su infancia con sus padres o sus madres. La consecuencia de que una persona haya mantenido relaciones de apego evitativo con su madre durante los años de su infancia es que, en bastantes casos, abandone a su cónyuge que a su vez tuvo relaciones de apego ansioso con uno de sus progenitores. Esto se produce porque el deseo de los primeros de estar siempre con quienes aman agobia a los segundos, ya que quienes mantuvieron relaciones de apego evitativo con sus madres durante los años de su infancia necesitan tiempo para estar solos, y evitan la intimidad que les demandan los ansiosos, porque temen ser manipulados por aquellos con quienes se relacionan.

Resolución. Los problemas emocionales difíciles de sanar se superan, pero no se olvidan. Así como quienes dejan de fumar pueden hacerlo nuevamente en el futuro y quienes cambian una creencia irracional por otra racional pueden volver a adoptar su anterior creencia con el paso del tiempo, quienes superan una gran pérdida de cualquier índole, al saber que no la olvidarán, necesitan tener al menos un ¿para qué? que caracterice cada día de su vida, y gestionar sus emociones para que, aunque se abran sus viejas heridas, en cada ocasión que eso suceda, su sufrimiento sea más débil.

Errores personales que desestabilizan y rompen las relaciones de pareja.
El enamoramiento fue designado por Sigmund Freud como "enajenamiento temporal". Eso nos recuerda que no existen los príncipes azules ni las princesas encantadoras de los cuentos, y que las medias naranjas tampoco existen, pues todos somos naranjas enteras, porque nadie complementa a su pareja. Las relaciones de pareja conocidas como "democráticas" porque sus constituyentes son iguales en dignidad y derechos no son utilitaristas ni están basadas en la manipulación. Quienes constituyen tales relaciones se aman con el cerebro y con el corazón, porque han aprendido a resolver sus conflictos negociando con el fin de que ambas partes renuncien a algunos de sus intereses el menor número de veces posible.

¿Es el amor incondicional?
Si en la convivencia de pareja se puede pactar, el amor es condicionado, porque está sujeto a ciertas condiciones que garantizan la estabilidad de las relaciones democráticas.
El amor no tiene por qué ser eterno y tampoco tiene por qué estar basado en el sacrificio de sí mismo. Cuando se les dice a las mujeres que son los pilares de sus familias, se les hace cargar con muchas responsabilidades familiares haciéndoselas ver como una bella experiencia, de manera que se les hace aceptar el paradójico "sufrimiento feliz".
Es necesario que quienes vivimos en pareja sepamos cuándo hablar con quienes convivimos de ti, de mí y de nosotros. Fusionarnos como si fuéramos un solo ser o que una de las dos partes renuncie a sí misma para satisfacer a la otra constituyen fuentes de sufrimiento, pues en las relaciones de pareja ha de hacerse lo posible para que las dos partes tengan que hacer el menor número de renuncias posibles para facilitar su crecimiento personal y su convivencia en pareja.

Las relaciones de pareja se interrumpen porque:
1. Los anhelos de una de las dos partes son ignorados por la otra.
2. La vida de uno o de los dos constituyentes de la relación es impredecible e insegura.
3. Una de las dos partes renuncia al cumplimiento de su voluntad con el fin de cumplir la voluntad de la otra, de la que espera que solvente una gran carencia que tiene.

Reflexionemos sobre las siguientes preguntas:
¿Hay que hacer los mayores esfuerzos para mantener el amor?
Eso depende de si atentaremos contra nuestra dignidad y nuestros principios. La sociedad en la que vivimos nos ha enseñado a mantener encendida la llama del amor aunque sea imposible conseguir que eso suceda, y, como es lógico, esto crea sufrimiento innecesario para quienes no aceptan la ruptura.

¿Es la separación un fracaso?
Dependiendo de las circunstancias que hayan vivido quienes se han separado, no pocos verán la ruptura de sus relaciones como una liberación.

¿Qué pensará la gente cuando sepa que no convivimos con quienes tanto hemos amado? Quienes nos critiquen no estarán dispuestos a ayudarnos ni a brindarnos su amistad.

¿Qué sucederá si nos arrepentimos de separarnos? Esta pregunta se la hacen quienes sienten que no han hecho lo suficiente para mantener junto a sí a quienes aman, por lo que tienen sentimientos de culpa. Si reanudan sus relaciones, se expondrán nuevamente a ser rechazados.




Características del amor sano de pareja.

Independencia. Quienes se aman libremente no se fusionan como si fueran un solo ser de manera que uno absorbe al otro. Dos personas que se aman han de saber cuándo han de hablar de ti, de mí y de nosotros. No tienen la misma manera de ser ni los mismos puntos de vista respecto de muchos temas, pero conviven porque se aman y se respetan.

Libertad. Quienes se aman han de crear un entorno en el que las dos partes crezcan y tengan que hacer el menor número de renuncias posible a la hora de conseguir lo que se propongan.

Realismo. Como indiqué más arriba, no existen los príncipes azules ni las princesas encantadoras. Todos tenemos cualidades y defectos, y al vivir en pareja necesitamos crear un ambiente en el que las dos partes puedan crecer sin perjudicarse una a la otra.

Inscripciones al Taller 'Separación afectiva'

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