El mes de junio nos ha traído el verano y una buena noticia en el ámbito de la protección a la infancia, el nuevo Gobierno ha decidido crear un Alto Comisionado para la Pobreza Infantil que será dirigido por la senadora María Luisa Carcedo. La creación de este organismo ha sido acogido con satisfacción por las organizaciones especializadas en el trabajo con la infancia por la gravedad del problema que se vive en España. Como nos recuerda UNICEF el 29,7% de los menores, que son casi 2,5 millones de chavales, está en riesgo de pobreza en nuestro país.
El trabajo que tiene por delante Carcedo es muy grande, ya que "la pobreza infantil solo puede combatirse con inversión y los niños han sido los más olvidados en los Presupuestos Generales del Estado de los últimos años", señala Andrés Conde, director general de Save The Children.
La cruda realidad es que España tiene el tercer mayor porcentaje de niños pobres tras Grecia y Rumania. Esta pobreza se concentra, sobre todo, en las familias de un solo adulto con varios niños -a menudo, mujeres solas-, y las de los trabajadores en precario, tanto inmigrantes como españoles. No hay que olvidar, que tener una nómina no es ya un salvoconducto para salir de la pobreza y hasta un 14% de los asalariados españoles viven en esa situación por sus escasos ingresos. Tener un empleo ya no garantiza que los miembros de una familia puedan acceder a todas sus necesidades básicas.
¿Qué medidas son necesario adoptar?
Gustavo Suárez Pertierra, presidente del comité español de UNICEF, ha pedido al Comisionado "que nos tenga en cuenta y escuche a niños y adolescentes". Sus peticiones pasan por más prestaciones por hijo a cargo, mayor número de plazas gratuitas en la educación infantil para poner fin a la inequidad educativa y mejorar la Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística. Esto permitirá conocer la situación detalladamente y poder abordar mejor el desafío de reducir la pobreza infantil.
Sobre la llamada inequidad educativa viene trabajando a fondo Fundación Educo, una ONG que solicita el incremento de las ayuda y becas para la educación hasta llegar al 0,4 del PIB en 2020. También pide que se impulsen planes y programas educativos y de ocio para los llamados 'niños de la llave'. Estos son los menores que cuando vuelven del colegio, se encuentran sus casas vacías debido a que los padres pasan todo el día trabajando en condiciones muy precarias para reunir unos mínimos ingresos. Son vidas marcadas por la falta de recursos económicos que provoca a su vez escaso tiempo para atender y cuidar a los niños. Fundación Educo y entidades que trabajan con estos menores en diferentes ciudades lamentan que pese a que tienen en marcha programas de atención, no pueden acabar con el aislamiento en el que viven esos menores respecto a sus padres.
El Alto Comisionado para la Pobreza Infantil debe escuchar a las ONGs que trabajan en la infancia, emprender planes concretos de reducción de esa pobreza dotados de recursos económicos importantes y sostener en el tiempo una acción que está ligada a la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. Para ello, es indispensable que este tipo de políticas se mantenga a lo largo del tiempo más allá del Gobierno de turno. Un país que apoya y cuida a los más pequeños es una país que apuesta por su propio futuro.
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