Ana M. Manrique Mateo
Psicóloga en el Teléfono de la Esperanza
Cuando se acerca a nosotros una persona, o nos
llama, con el fin de encontrar alivio y tratando de exponernos su problema,
nuestro objetivo es que esa persona se lleve la sensación de lo que ella misma
es capaz de conseguir o resolver.
Si nos preparamos para ayudar hemos de actuar de
forma empática y eficaz. La meta es encontrar los recursos de esa persona y
hacérselos entrever de forma que adquiera seguridad para manejar sus propias
herramientas.
Para todo esto hemos de tener en cuenta aquellas conductas
que debemos omitir en el encuentro de ayuda.
Al estar activamente presentes (ante la persona) o
escuchando, se ha de ser consciente del lenguaje corporal y verbal. Estar
atentos para desechar cualquier interpretación o investigación innecesaria. Olvidarnos
de moralizar, de culpar o de juzgar. Evitar los consejos o fórmulas
mágicas que, con alguien o con nosotros mismos, funcionaron.
Si creemos que sabemos cuál es la solución al
problema huiremos de dirigir o mandar para llegar a la solución. Desterraremos
etiquetar a la persona, previa o posteriormente.
Tranquilizar, quitar importancia al problema,
consolar o adular innecesariamente, son comportamientos de doble filo con los
que hay que tener mucho cuidado, y saber cómo y en qué momento utilizarlos.
Siempre
hay que tener en cuenta que cada ser humano es único por lo tanto las
comparaciones repelen, haciendo que se
sienta disminuido, desvalorizado.
La persona que pide ayuda es vulnerable y altamente
sensible a percibir todos estos comportamientos inadecuados.
Además estos comportamientos “destapan” a quien los
usa y dejan al descubierto lagunas de falta de empatía hacia la persona a la
que pretendemos ayudar
Pulir cada día nuestras palabras y comcomportamientos erróneos hace que seamos más
certeros al utilizarlos, sepamos comunicar y escuchar mejor y consigamos ese
poder sanante de la relación de ayuda.
Para ayudar hemos de invertir el refrán pues hay que
hacer poco ruido y tener muchas nueces (recursos).
No hay comentarios:
Publicar un comentario