Foto: www.fascinaporlosdetalles.com |
Santiago Martínez
Psicólogo del Teléfono de la Esperanza
A un psicólogo, muy conocido por sus charlas en favor del matrimonio, le preguntaron qué hacía él cuando estaba deprimido y de mal genio, y respondió: "Yo trato de ocultar mi triste estado de ánimo a toda mi familia y de aparecer contento y de buen humor. Ya tengo bastante con tener que soportarme a mí mismo, para que también los demás tengan que soportarme” (que es lo que Santa Teresa recomendaba: "Las penas por dentro, y por fuera, una muralla de sonrisas").
La mayoría de todos nosotros no nos damos cuenta de los sentimientos de los demás y de cuánto hacemos sufrir a los otros por nuestra falta de delicadeza en el trato.
En la relación de pareja todos tenemos
motivos de quejas pero a veces el error está en lo desproporcionado del método
empleado, debemos recordar que al otro se le gana con el amor, la
simpatía y la comprensión, y no con el grito. No nos enseñaron que el arma
invencible de la relación de pareja es la ternura, el afecto, la
comprensión, el saber demostrar aprecio y el cariño. Todos tenemos conciencia
de cosas que funcionan en la relación y de las que no, pero a pesar de tener
conciencia de esto seguimos haciendo lo que no funciona.
La pregunta que deberíamos formularnos es: ¿qué
es lo que nos impide cambiar nuestra manera de afrontar las dificultades? Muchas
separaciones podrían evitarse con sólo criticar menos, regañar menos, no
olvidemos que quien critica y regaña está viajando hacia el divorcio. En
cambio, deberíamos dar importancia a pequeñeces o detalles como el saludarse o
despedirse con cariño, el dar gracias a tiempo, el pedir excusas, el saber
callar pequeñas cosas que no nos gustan, y el ser generoso en obsequiar
pequeños regalos. De modo que si queremos hacer(nos) feliz la vida en el hogar,
deberíamos tener en cuenta estos 11 consejos para mantener y mejorar la relación de pareja:
1. No regañar nunca.
2. No tratar de quitarle al otro su manera
de ser, sino de mejorarla.
3. No criticar hasta no haber estado caminando dos horas con sus zapatos.
3. No criticar hasta no haber estado caminando dos horas con sus zapatos.
4. Demostrar que apreciamos honradamente
las buenas cualidades de la otra persona.
5. Tener pequeñas atenciones.
6. Ser cortés y bien educado.
7. Jamás ser maleducado ni grosero.
8. A nadie le gusta recibir órdenes: pero
con gusto se presta un servicio, a quien bondadosamente lo pide.
9. Trate a su cónyuge con el mismo respeto
y la misma diplomacia con que trata a la gente de afuera.
10. Tener en cuenta el valor de una
sonrisa: No cuesta mucho... pero hace ganar mucho. Porque nadie necesita tanto
una sonrisa como quien no tiene ninguna para dar.
11. Utiliza el humor.
No debemos olvidarnos de que cualquier cambio empieza por uno mismo:
No debemos olvidarnos de que cualquier cambio empieza por uno mismo:
1. Si yo cambiara mi manera de pensar
hacia los otros, me sentiría sereno.
2. Si yo cambiara mi manera de actuar ante
los demás, los haría felices.
3. Si yo aceptara a todos como son,
sufriría menos.
4. Si yo me aceptara tal como soy,
mejoraría mi hogar.
5. Si yo aceptara mis errores, sería
humilde.
6. Si yo deseara el bienestar de los
demás, sería feliz.
7. Si yo encontrara lo positivo de la
vida, sería digna de ser vivida.
8. Si yo me diera cuenta que al lastimar,
el primer lastimado soy yo.
9. Si yo criticara menos y amara más, y si
tuviera en cuenta estas orientaciones: piensa como seria tu hogar. Una cosa que
deberíamos tener en cuenta es que en el negocio que menos conviene fracasar es
el del matrimonio. Cada vez que uno es amable en el trato a su cónyuge está
consiguiendo un premio, si no de la familia, sí de Dios que sabe pagar muy
bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario