Juan Manuel Martín
Psicólogo en el Teléfono de la Esperanza
El diccionario de la Real Academia Española dice que alguien es asertivo
cuando expresa su opinión de manera firme.
Una manera firme consiste en defender nuestros derechos,
expresar nuestras opiniones y realizar sugerencias de forma honesta y no
agresiva.
Una persona asertiva, que defiende sus derechos, que se
respeta a si mismo, será una persona con una autoestima adecuada. Ambas cosas
están relacionadas.
ASERTIVIDAD
<===> AUTOESTIMA
¿Cómo averiguar hasta que
punto soy asertivo? Vamos a plantear cinco situaciones. Piensa en tu reacción en cada una de ellas:
1. Ante un vendedor muy insistente, ¿compraría el
producto que le ofrece sólo porque le resulta difícil decir no al vendedor?
2. ¿Duda cuando tiene que devolver algo en una tienda,
incluso si hay buenas razones para hacerlo?
3. Si alguien habla en voz alta durante una película,
obra de teatro o concierto, ¿es capaz de pedirle que se calle?
4. Cuando un amigo le hace una petición irrazonable, ¿es
usted capaz de negarse? ¿Es capaz de pedir favores, hacer peticiones a sus
amigos?
5. Cuando alguien le hace un cumplido, ¿sabe usted qué
decir?
Ante situaciones similares a las anteriores, pueden darse
tres estilos de respuesta:
PASIVO. En este caso, la respuesta sería comprar
el producto aunque no lo necesite, no devolver el producto defectuoso o no de
su agrado, aguantar la molestia de quien nos impide disfrutar de la película,
el concierto u obra de teatro, ser incapaz de negarse a la petición de un amigo
por irrazonable que sea, ser incapaz de pedir un favor y bloquearse ante un
cumplido o no atribuirse mérito alguno. Habrá quien piense que esto es timidez
o modestia, pero si tras cada una de las respuestas a las situaciones uno se
siente mal, tiene un problema de asertividad.
AGRESIVO. En este estilo de respuesta, se
defienden los derechos propios sin tener en cuenta en absoluto los derechos de
los demás. Se encarará con un vendedor insistente, acabará gritándole al
comerciante que pone objeciones a la devolución de un producto, llamará la
atención de forma impertinente a quien hable en voz alta en una función, no
sólo se negará ante una petición irrazonable, sino que terminará censurando a
quien se la hace, no pedirá favores sino exigirá que le ayuden y si alguien es
capaz de hacerle un cumplido con este carácter, dirá que sin duda se lo merece
mostrando superioridad.
ASERTIVO. Una respuesta asertiva requiere cierta
preparación. No suele surgir de forma espontánea, hay que entrenarla. Vamos a
dar en este artículo unas cuantas pistas. En los cursos del Teléfono de la
Esperanza, se profundiza en este estilo de respuesta como técnica comunicativa.
La respuesta
asertiva está basada en la autenticidad. La persona asertiva se atreve a
expresar sus verdaderos sentimientos, sus pensamientos, reflexiones, establece
con los demás relaciones positivas, orientadas hacia la armonía y la
cooperación. En el plano social, se distingue por su capacidad de escuchar, su
voluntad de comprensión, su capacidad de actuar en sentido del desarrollo de
los demás. Además persona asertiva se caracteriza también por su capacidad
para asumir la responsabilidad de sus palabras y actos.
Veamos cómo puede hacerse
una petición de forma asertiva.
Pedir
correctamente hace que me sea más fácil conseguir lo que quiero, pero sobre
todo, hace que mis relaciones mejoren. Si cuando hacemos una petición
tenemos en cuenta lo que pensamos, lo que sentimos y lo que queremos del otro,
nuestro mensaje será completo, respetuoso y eficaz.
Por
ejemplo, yo puedo decir: “Cállese que me está molestando con su desagradable
tono de voz”.
Pero
es mucho mejor si digo: “Está utilizando un tono de voz muy alto. Me cuesta concentrarme
en la película. Le agradecería que guardara silencio o que bajara el tono de
voz.
Otro
ejemplo: “Este producto que me ha vendido es muy malo, me ha timado, así que
ya me está dando el importe o le pongo una denuncia”
Pero
es mucho mejor si digo: “Este producto que adquirí ayer no funciona de la
forma en que yo creí que lo haría. Siento que no he hecho una buena compra
porque no voy a poder utilizarlo de la manera que esperaba. Por eso vengo a
devolverlo y a que me abone el importe
de mismo.”
Vamos por partes, en la respuesta
asertiva se ponen en juego:
1. Los pensamientos. Se
trata de contar cómo estamos viendo la situación, qué nos parece que está
pasando.
2. Los sentimientos. Se
trata de decir cómo nos sentimos ante esa situación de la que estamos hablando.
3. La petición. Se
trata de expresar entonces lo que se necesita del otro. Evitando, por supuesto,
dar rodeos, amenazar o manipular.
Algunas
recomendaciones para mejorar las respuestas asertivas:
1. Se debe tener muy claro el derecho que tenemos a expresar nuestros sentimientos y defender nuestras ideas. Es preciso cuestionar ideas como: “Soy un mal amigo si no le presto dinero,
aunque no me lo devuelva” o “soy un maleducado si llamo la atención a
alguien que me molesta” o “soy un
soberbio si admito que me hagan algún cumplido”.
2. Si quieres o necesitas algo, pídelo. No esperes que lo adivinen los demás. Tienes que decir cuáles son tus deseos, expresándolos de
una forma en que los demás puedan responder apropiadamente.
3. Cuando expreses tus sentimientos respecto a algo, ten en cuenta que nadie tiene el
poder de cuestionarlos porque son exclusivamente tuyos. No son ideas que
puedan rebatirse. Los demás podrán tener los suyos, coincidentes o distintos,
pero los nuestros nos pertenecen.
4. Procura ser concreto en las peticiones,
transmitiendo con exactitud y detalle lo que se quiere
del otro y no de forma vaga y ambigua. No sirve de nada expresar cómo nos
sentimos si luego no se hace una petición concreta y específica.
5. Haz referencia a los hechos y no a sus juicios: El producto
que me ha vendido es muy malo (juicio de valor). El producto que me ha vendido no funciona de
la forma en que creí que lo haría (hechos).
6. Añade motivos a lo que pide. Al
proporcionar motivos concretos, tanto al pedir algo como al negarse, se consigue que
el mensaje sea mucho más convincente y menos agresivo. Me cuesta concentrarme en la película. No voy
a poder utilizar este producto de la forma que esperaba...
7. Reduce tu estrés con el lenguaje
corporal. Mantén una postura corporal firme y calmada,
sin mostrar debilidad a tu interlocutor ni, sobre todo, a ti mismo. Si es preciso ensaya ante el espejo para
corregir malos hábitos adquiridos.
Para terminar,
voy a recomendar un libro y un par de páginas de internet entre los cientos de
libros y las miles de paginas existentes.
El libro: “No diga sí cuando quiera
decir no” Aprenda a comunicarse de forma asertiva. Autores: Herbert
Fensterheim y Jean Baer. Es un clásico de la autoayuda. Data de 1975 y algunas
cosas quedan un poco anticuadas. No obstante hay muchos ejercicios para
practicar si se desea.
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