martes, 28 de julio de 2015

10 recomendaciones para no "perderte la vida" por mirar el móvil




Juan Manuel Martín
Coordinador del departamento de Psicología del Teléfono de la Esperanza

Una frase muy conocida atribuida a John Lennon es: "La vida es aquello que nos pasa mientras estamos ocupados haciendo planes." En la actualidad podríamos transformarla diciendo que es lo que nos pasa mientras andamos ocupados con nuestros dispositivos inteligentes: smartphones, tablets, portátiles...
Un smartphone de apenas 150 gramos, tiene en tan reducido espacio: teléfono, reloj, alarma, calendario, cámara, calculadora, mapas, GPS,  nos permite estar en contacto con todos nuestros amigos y conocidos, podemos mandar y recibir correos electrónicos, buscar cualquier cosa en Internet, consultar el tiempo, llevar encima toda la música que queramos, lecturas... ¿Puede haber algo más útil en tan reducido espacio?
Nunca antes hemos tenido tanta información, tantos contactos con los demás y por canales tan diversos, pero todo esto está cambiando nuestras vidas con algunos aspectos negativos que han aparecido después de esta explosión de socialización que, sin duda es algo muy positivo ya que padres e hijos e incluso nietas y abuelas pueden permanecer en contacto pese a las distancias, además de las oportunidades de ocio, consumo, contactos profesionales y oportunidades de empleo que han traído las redes sociales.

Entre los aspectos negativos que cada vez se están haciendo más patentes:

- La necesidad casi compulsiva de estar conectados en todo lugar y a cualquier hora (en el coche, el bus, caminando por la calle, en el trabajo, en reuniones familiares...)
- La inmediatez: ante cualquier mensaje, incluso antes que pensar la respuesta, ya estamos opinando con un exceso de impulsividad cuando no de imprudencia.
- Falta de concentración en tareas concretas: se vive pendiente al aviso del móvil para dejar lo que se esté haciendo por importante que sea, para saber de qué se trata.
- Creación y mantenimiento de una vida paralela en las redes sociales donde mostramos nuestra vida de forma un tanto exhibicionista: viajes, comidas, distracciones, pensamientos... (Lo último es el envío a través de whatsapp del llamado “aftersex”). 
- Falta de reflexión. En determinadas redes sociales, como Twitter, se puede "sentir la obligación" de opinar sobre una cuestión porque es una tendencia del momento, porque todo el mundo habla de eso. Opinas de un asunto que sube en la espuma de la actualidad durante unas horas y al día siguiente pasa al olvido. Esto incita a la falta de reflexión y perspectiva sobre las cosas y, lo que es peor, a opinar de forma tajante y sin un mínimo de comprobación de veracidad.

A estas alturas, no podemos prescindir totalmente de nuestro “smartphone”. Cuando salimos a la calle sin él sentimos que nos falta algo muy importante, lo cual es síntoma de dependencia. Sí, somos dependientes de este artefacto y de otros similares como las tabletas o los portátiles. Incluso ya se están tratando clínicamente estos nuevos tipos de adicciones. Por eso, tenemos que buscar una forma racional de uso más que prescindir radicalmente de ellos.
¿Vivíamos mejor hace veinte o veinticinco años cuando estas tecnologías eran impensables? ¿Eramos más libres? ¿Nuestra comunicación era más cálida y satisfactoria? ¿Estábamos mejor informados?... Pensemos también que hay generaciones que no han conocido la alternativa de vivir sin conexión a Internet, sin tablet o sin móvil.
Son muchos los consejos y recomendaciones que aparecen en distintos medios, dadas por especialistas, que nos proponen un uso más racional del teléfono inteligente, para que nuestra inteligencia humana no sucumba a la inteligencia cibernética, sino que la pongamos a  nuestro servicio. De todas estas recomendaciones,  he seleccionado una decena para que empecemos a aplicarlas en este periodo estival en el que muchos disfrutan de unas merecidas vacaciones.
Advierto que algunos amigos, familiares y conocidos se extrañarán, nos tratarán como un bicho raro e incluso en ocasiones se enfadarán con nosotros por no cumplir sus expectativas. Hay que tomarlo con humor y no preocuparse: se acostumbrarán.

1. Desactiva todas las notificaciones de las aplicaciones. Todos los móviles permiten hacer esto. Activa sólo notificaciones de SMS o de llamadas perdidas. Esto evita distracciones y ahorra batería.

2. Trata de pertenecer al mínimo número de grupos de Whatsapp, o cualquier otra aplicación de mensajería instantánea. En la mayoría de los grupos no se dice nada relevante. (Hay adolescentes que pertenecen a más de 20 grupos de Whatsapp)

3. No respondas a cada mensaje de texto en el momento que lo recibas. Date un tiempo para contestar. Empieza por fijar dos o tres momentos al día para consultar los mensajes Haz lo mismo con el correo electrónico e incluso con las llamadas de teléfono.

4. No uses el teléfono móvil cuando estés en medio de una conversación con otra persona o en una reunión y menos para contestar un mensaje de texto. Recuerda que tus acciones indican lo mucho que valoras a esas otras personas, más que tus palabras.

5. Para las conversaciones importantes, llama o queda en persona. Este tipo de conversaciones siempre deben ser tratadas a través del teléfono o, mejor aún, en persona.

6. Apágalo cuando estés haciendo algo, y focalízate en lo que estás haciendo, ya sea comer, conducir, pasear o estar con tus hijos. No te pierdas la vida por estar pendiente del teléfono móvil.

7. No lleves tu teléfono móvil siempre encima. Hay momentos en la vida que son demasiado importantes para distraerse de ellos por un mensaje de texto. Pasa un tiempo sin teléfono móvil. Haz la prueba durante un día. ¿Cómo te sientes? ¿Te falta algo? ¿Tienes ansiedad? Desconéctate por un tiempo. El mundo está lleno de sensaciones reales. Para empezar, prueba a no llevarlo a la playa. Verás como incrementas tu sensación de desconexión.

8. En vacaciones, cierra durante los primeros días los temas profesionales pendientes. Es recomendable dedicar un rato durante los primeros días de vacaciones a comprobar que todo va quedando cerrado: mensajes pendientes, entregas, etc.

9. Informar de que estaremos desconectados. Avisar que estaremos una temporada dedicados a otras actividades es otra de las recomendaciones tradicionales. Habrá entonces que programar los dispositivos con avisos automáticos de que, salvo urgencias reales, se está de vacaciones. 

10. Si hay que llevar el móvil encima, es importante adquirir el compromiso con las personas con quien se comparten las vacaciones, de prestar la mínima atención al dispositivo.

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