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| Foto: www.unosantafe.com |
A veces hay palabras terribles, asociadas al sufrimiento y al dolor que traen mensajes repentinos de esperanza. Una situación así se ha producido esta semana. Las siglas Sida (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida) han inspirado titulares tan esperanzadores como éste: "La ONU anuncia que se ha detenido el avance del Sida".
La agencia Onusida, dedicada a coordinar los esfuerzos en la lucha contra esta lacra de la salud pública que creció mucho en Occidente y luego se cebó en países africanos, ha declarado cumplido este objetivo de detener el crecimiento de esta infección letal. Las cifras llaman al optimismo realista. Se va en la buena dirección cuando los 83 países donde residen la mayoría de los 37 millones de enfermos han logrado detener el avance. Han caído en un 35% por ciento las nuevas infecciones, bajando también las de adolescentes y niños. Un factor clave para este indudable avance de la humanidad es la extensión del acceso a los medicamentos retrovirales, que ayudan a alargar la vida de los enfermos, y su gran abaratamiento, al descender el coste desde los 10.000 a los 100 dólares. La buena noticia llega hasta las poblaciones de los países más castigados como Mozambique, Zimbabwe y Sudáfrica, que registran también importantes logros.
La combinación de avances científicos, costes económicos razonables y sensibilidad con los sufrientes está dando frutos. Incluso desciende el número de niños huérfanos y el 95% de los que perdieron a sus padres enfermos, son cuidados por familiares y vecinos. La mayoría de ellos viven en paíes africanos, en culturas donde la fuerza del clan familiar sigue estando muy presente. Capacidad de resiliencia es el término utilizado por la ONU en su informe. Generosidad y humanidad, en cualquier caso.
El siguiente reto es la erradicación de la enfermedad, fijado para 2030.
La ONU anuncia que se ha detenido el avance del Sida
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