Un grupo de 17 alumnos de la Facultad de
Psicología de la Universidad de Málaga ha hecho prácticas desde octubre de
2020 en el Teléfono de la Esperanza. Como ya publicamos, gracias a la formación
que le han dado nuestros voluntarios han descubierto la Psicología Positiva y la escucha activa. Hoy seguimos trasladando sus impresiones después de ocho
meses de prácticas. El modelo de Psicología que se trabaja en el Teléfono de la
Esperanza les sorprende a todos por ser diferente y novedoso respecto a los
conocimientos que les transmiten en la Facultad de Psicología.
Laura es una de esas alumnas. Asegura que sus
modelos de terapia son la activación conductual y la ACT. Asegura que había
tenido contacto con la Psicología Positiva colaborando con la Asociación
Española contra el Cáncer donde también se utiliza nuestro modelo. “Es un modelo
que choca con mis valores, no me termina de convencer, pero me considero una
persona con espíritu crítico, me gusta cuestionarlo todo y la formación que he
tenido aquí me ha servido porque tocaba mis valores y principios y me ha
enriquecido”, explica Laura. Esta estudiante en prácticas ha percibido que "hay llamantes habituales que solo quieren que les escuchen
porque están solos y cuando les atienden se sienten personalmente contentos y
satisfechos. El proceso es bastante eficaz y está bien organizado”.
La actividad preventiva o paliativa con
personas que están en riesgo de suicidio o que han sufrido el de una persona
cercana es otro de los descubrimientos de estos alumnos. “En cuatro años en la
Facultad de Psicología no vemos nada
sobre el suicidio”, cuenta Marta. Y eso que en España se quitan la vida cada año
el triple de personas que las que mueren en los accidentes de tráfico. En ese punto,
Luisa valora que “me gustó mucho la experiencia y la participación de las personas
en el Taller ‘Ayuda Mutua’. Muchos contaron sus casos y se les habló de la
importancia de los hábitos saludables”.
Estefanía destaca especialmente su
participación junto a Estefanía en ‘Ayuda Mutua’. “Se hizo de forma muy
dinámica, hicimos preguntas sencillas y la gente participó muchísimo. Nosotras
nos relajamos, nos sentimos más responsables y al final todo el mundo se fue
con una sonrisa”.
Cristina comenta que “había que actuar como
psicólogas y la experiencia así fue muy práctica”. Esta participante en el
Practicum considera importante todo el aprendizaje que ha hecho entre los
voluntarios del Teléfono de la Esperanza donde observa que “saben hacer muy
bien su trabajo aunque no son expertos” y destaca la importancia de atender a
las personas en este tiempo de pandemia. “Las personas se sienten solas y es
fácil contactar con los voluntarios. Es muy importante la labor que hacen”.
También saca conclusiones positivas sobre el proceso de formación que en gran
parte ha sido online debido a la crisis. “La planificación ha sido difícil y creo
que lo hemos llevado bien. Ha sido bueno para mi crecimiento personal”.
A diferencia de los de otros años, los
alumnos Practicum apenas han tenido contacto presencial entre ellos. Algunos
han desarrollado todo el proceso online y a distancia. Este es el caso de
Pablo, residente en Oslo. Así resume su periodo de prácticas: “Tenía una idea
preconcebida, pensaba que atendían crisis urgentes y he descubierto el valor
que tienen desarrollando mucha más actividad. Yo llamaría si tuviera algún
problema y lo recomendaría. Me gustaría hacer coescucha si vuelvo de Oslo”.
Otro de los aspectos positivos que se llevan
de esta formación de cara al inicio de sus trayectorias profesionales como
psicólogos es el enfoque práctico, vivencial y la oportunidad de conocerse más
a si mismos. Estefanía recuerda que el Taller de Gestión Emocional y
Mindfulness “me ha ayudado a conocerme más y a mirarme de forma más
introspectiva".
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