martes, 2 de junio de 2020

Transmitir esperanza basada en la realidad actual






Ana Manrique
Psicóloga del Teléfono de la Esperanza

Quienes hemos seguido a través de hechos reales, y asistencia telefónica a personas en crisis suicidas, sabemos cómo expresan ese “tocar fondo”. Cómo sienten esa proyección de “la nada” en la vida.
Muchas personas han visto en esta circunstancia de pandemia, la confirmación de que la vida carece de sentido.
Ahora que salimos poco a poco de esta situación, vamos a ver transformaciones emocionales en la población, de hecho ya las estamos viendo. Es ahora, en esta nueva fase cuando tenemos que ser muy conscientes de que nuestras palabras de verdad transmitan vida, vida esperanzada, vida confiada.
Esta esperanza y confianza ha de estar basada, en la realidad presente. Huyamos de transferir falsas esperanzas o confianzas excesivas. Invoquemos a aquellas fortalezas que observemos en las personas y tratemos de hacerles descubrir en sus herramientas, su propia seguridad, la convicción de que saben usarlas, y mostrarles cómo en muchas otras ocasiones de su vida las han utilizado con otros fines y obtuvieron resultados. Esto va poniendo a la persona, casi sin darse cuenta, en disposición de ir tomando decisiones, de ir replanteándose su día a día con recursos propios.

Disolver el miedo
La palabra “miedo” que tanto hemos escuchado, hay que disolverla en sus propios recursos, y devolvérsela con el aspecto de “prudencia” o “sentido común”. Este aspecto es muy importante saberlo hacer, la paciencia y la escucha son primordiales, porque hemos de tener en cuenta que muchas de estas personas que ya han estado atrapadas en el miedo llegan a un punto en el que ya no tienen miedo, tanto es así, que están dispuestas a desaparecer, a quitarse la vida como liberación de su sufrimiento, de su angustia, de su miedo a seguir viviendo y tener que enfrentarse a algo que es inconmensurable para ellas.
Y un último pensamiento, que en todo momento me ha guiado estos días: el agradecimiento ofrecido como homenaje a la valentía de quienes al pedir ayuda, nos han regalado un auténtico aprendizaje profesional y humano.

No hay comentarios: