sábado, 6 de junio de 2020

CON OTRAS GAFAS / Después de los aplausos, inversión económica




'Quiero un corazón contento', una canción que popularizó Marisol en los años sesenta, es la melodía que acompaña a la campaña #Quierouncorazónverde en defensa de los servicios públicos respaldada por trabajadores del sector de la sanidad, de limpieza, transporte, servicios sociales o de residencias de mayores, además de numerosos colectivos sociales, sindicales, de ecologistas, agricultores y ganaderos, entre otros. En total, 400 organizaciones y numerosas caras conocidas del mundo de la cultura se han sumado a esta importante iniciativa lanzada en esta etapa avanzada de la crisis sanitaria.
La canción ha sido adaptada con una letra dedicada a los servicios públicos y le han dado vida una veintena de personas anónimas de todas las edades protagonizando un videoclip. Su estreno en Internet dio paso a un convocatoria el 30 de mayo en terrazas y balcones en la que numersosos ciudadanos pusieron la canción y colocaron un corazón verde como símbolo de la fortaleza y la esperanza en una sanidad pública que tenga capacidad para atender a toda la población, llegar a los más vulnerables sin dejar a nadie fuera y poder ofrecer servicios de calidad y sin sobrecargas.
El sector de la sanidad ha hecho y sigue haciendo un encomiable esfuerzo en la asistencia y curación de más de 150.000 personas infectadas por el COVID 19. Médicos, enfermeras, auxiliares, celadores, limpiadoras y personal administrativo de los centros hospitalarios han dedicado y dedican largas jornadas laborales, luchando día a día por la vida de los enfermos. Muchos de ellos han cubierto largas horas de trabajo desde su propia vulnerabilidad por la falta de medios de protección inicialmente, sufriendo contagios y una alta cifra de fallecidos. Todo ello lo han hecho desde la entrega y la generosidad, padeciendo en muchos casos, otra epidemia muy extendida en la sociedad española, la de la precariedad laboral que se expresa principalmente en los salarios bajos, las contrataciones por cortos periodos de tiempos y la imposibilidad de que una persona pueda desarrollar su vida personal y familiar sin estar pensando en la supervivencia de la semana o el mes.
Luis Rico, portavoz de la campaña sostiene que "el sector sanitario tiene que ser reforzado si queremos avanzar en una desescalada segura, si queremos proteger a sus trabajadores y si queremos proteger a la población de futuras pandemias".
Desde sectores como los de la atención primaria y la salud mental se viene advirtiendo en las últimas semanas de la gran carga de trabajo que se avecina sobre sus profesionales.
Luis Rico recuerda que "la infradotación no sólo en hospitales, también en residencias de mayores, ayudas a la dependencia, sumada a la precariedad de los servicios sociales han dificultado la actuación ante una emergencia sanitaria, social y alimentaria. Queremos insistir en que la salida de esta crisis no pueden volver a ser recortes y austeridad". 
Los promotores de esta movilización social, que pretende ir mucho más allá del sencillo gesto de aplauso en los balcones, recuerdan que España "está por debajo de la media de la UE en gasto sanitario (-1,1%), educativo (-0,7%), de protección social (-1%) o de vivienda (-,1%), entre otros gastos sociales necesarios.
La sociedad española ha mostrado durante varios meses su respaldo y solidaridad con los sanitarios en forma de aplausos desde las terrazas, aplaudiendo en concentraciones a la puerta de los hospitales o entregando raciones de comida a los profesionales.
Después de la reacción social nacida en la emergencia del momento, llega la hora en la que los poderes públicos tienen que diseñar y desarrollar planes de refuerzo de la sanidad pública dotados de importantes recursos económicos y humanos.

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