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| Mukwege y Murad en fotos de 'El País' |
El Premio Nobel de la Paz ha recaído este año en el cirujano congoleño Denis Mukwege y la activista yazidí, Nadia Murad. El Comité Noruego ha valorado la actividad que desarrollan los dos para hacer visible el uso de la violencia sexual como arma de guerra para que los responsables rindan cuenta de sus brutales acciones.
El cirujano era candidato desde hace varios años por la incansable labor que realiza con su equipo en el hospital de Bukavu para paliar las secuelas físicas que miles de niñas y mujeres sufren por las violaciones. Mukwege compagina su labor sanitaria con la sensibilización sobre esta lacra, denunciando la insuficiente respuesta del gobierno congoleño y otros gobiernos de la zona para detener estos ataques.
En el caso de Nadia Murad, el jurado del Premio Nobel ha destacado su "valentía poco común" por tener la fortaleza de levantar su voz y contar al mundo lo que ella y unas 3.000 niñas y mujeres sufrieron al ser vendidas, esclavizadas y violadas por los siniestros terroristas del llamado "Estado Islámico". La lucha de esta valiente activista se ha desarrollado desde que huyó de Siria, se afincó en Europa y se convirtió en la portavoz de la minoría yazidí.
El hermano de Nadia Mourad, Saoul, contó a la televisión pública noruega, NRK, que cuando habló con su hermana estaba llorando y no podía hablar por la emoción del reconocimiento, que considera una "gran noticia" para no olvidar la tragedia y el sufrimiento vividos por ella y miles de mujeres.El cirujano Mukwege, al conocer que recibía el Premio Nobel de la Paz se acordó de las víctimas a las que ha ayudado durante muchos años: "Puedo ver en las caras de muchas mujeres lo felices que están de ser reconocidas".
Mukwege y su equipo han atendido durante 16 años a unas 43.000 niñas y mujeres y había sido reconocido en 2014 con el Premio 'Sajarov' del Parlamento Europeo.
La entrega del Premio Nobel de la Paz a estos dos grandes líderes sociales sirve para alzar la voz de las víctimas de la violencia sexual en los conflictos armados y obliga a los gobiernos de los países afectados y a la comunidad internacional a incrementar los recursos dedicados a atender a estas mujeres y niñas, así como a llevar a los responsables de estos graves delitos ante los tribunales y acabar con esta lacra.
El hermano de Nadia Mourad, Saoul, contó a la televisión pública noruega, NRK, que cuando habló con su hermana estaba llorando y no podía hablar por la emoción del reconocimiento, que considera una "gran noticia" para no olvidar la tragedia y el sufrimiento vividos por ella y miles de mujeres.El cirujano Mukwege, al conocer que recibía el Premio Nobel de la Paz se acordó de las víctimas a las que ha ayudado durante muchos años: "Puedo ver en las caras de muchas mujeres lo felices que están de ser reconocidas".
Mukwege y su equipo han atendido durante 16 años a unas 43.000 niñas y mujeres y había sido reconocido en 2014 con el Premio 'Sajarov' del Parlamento Europeo.
La entrega del Premio Nobel de la Paz a estos dos grandes líderes sociales sirve para alzar la voz de las víctimas de la violencia sexual en los conflictos armados y obliga a los gobiernos de los países afectados y a la comunidad internacional a incrementar los recursos dedicados a atender a estas mujeres y niñas, así como a llevar a los responsables de estos graves delitos ante los tribunales y acabar con esta lacra.
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