"No juzguéis el día por los frutos que habéis cosechado al atardecer, valoradlo más bien por las semillas que habéis plantado" (Robert Louis Stevenson, escritor)
Los compañeros del Teléfono de la Esperanza de León vivieron el pasado 5 de diciembre, Día Internacional del Voluntariado, con tristeza por el reciente fallecimiento de Soledad Rodríguez, una veterana orientadora que dedicó su vida a escuchar, atender y ayudar a los demás. La semilla de la entrega que sembró durante décadas germinó en el reconocimiento y el cariño de sus compañeros en el télefono y el Ayuntamiento de León, donde trabajó durante 25 años como trabajadora social. El Consistorio la reconoció en sus premios 'Labor Humanitaria del Año'. Los asistentes repetían en el homenaje "Queríamos tanto a Sole", y ese amor que ella sembró volvió en forma de ovación sobre su marido cuando recogió el premio de manos del alcalde leonés. "Daba esperanza a quien no la tenía", apuntó el regidor de la capital leonesa, Emilio Gutiérrez.
Sole se ha ido, pero nos ha dejado su entrega a la causa de dar esperanza como modelo para los 1.928 voluntarios de esta gran familia del Teléfono de la Esperanza. Un legado que nos inspira a ser mejores cada día en la ayuda a los que más sufren.
Sole se ha ido, pero nos ha dejado su entrega a la causa de dar esperanza como modelo para los 1.928 voluntarios de esta gran familia del Teléfono de la Esperanza. Un legado que nos inspira a ser mejores cada día en la ayuda a los que más sufren.
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