Celia Díaz, Carmen Ortega y Julia Alonso |
El Día Internacional del Voluntariado nos ha dejado en España el eco de 5 millones de personas entregando su tiempo, cualidades, habilidades, conocimientos o experiencias a ayudar a los demás, a servir a los que más sufren. Hemos señalado en el manifiesto del Teléfono de la Esperanza que la sociedad española debe mucho a esta masa social que está apoyando, consolando y manteniendo el día a día de desempleados, desahuciados, ancianos en soledad y familias sin recursos.
Como dice Eduardo Galeano "son cosas chiquitas. No acaban con la pobreza, no nos sacan del subdesarrollo, no socializan los medios de producción y de cambio, no expropian las cuevas de Alí Babá. Pero quizá desencadenen la alegría de hacer, y la traduzcan en actos. Y al fin y al cabo, actuar sobre la realidad y cambiarla, aunque sea un poquito, es la única manera de probar que la realidad es transformable".
La Fundación Hombres Nuevos, la Asociación Malagueña de Artritis Reumatoide, Europa Mediterránea, Juventud, Música y Cultura, La Fábrica de Iniciativas Sociales, la Fundación Cudeca y Málaga Acoge han sido las galardonadas por el Ayuntamiento de Málaga en la gala anual del voluntariado que se celebró el martes pasado.
El Teléfono de la Esperanza está integrado por una red de 1.928 voluntarios en sus diferentes sedes, de los cuales 150 hacen posible en Málaga la gran tarea de escuchar a las personas en crisis y dar formación constante a la población malagueña para que mejore su salud mental.
Un grupo de nuestas voluntarias estuvo el viernes en la muestra organizada en la Plaza de la Merced para informar a los ciudadanos que se acercaban a pedir información sobre el Teléfono de la Esperanza.
La esperanza se construye día a día, a lo largo del año, cuando un orientador levanta el teléfono y dice al llamante: "Teléfono de la Esperanza, dígame". O en los cursos y talleres donde todos aprendemos a ser más felices y relacionarnos mejor con los demás.
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