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| El dibujante Peridis con los miembros de Lanzadera Málaga Foto: Lanzadera Málaga |
Los días de espera y esperanza que vivimos nos traen todo tipo de noticias sobre acciones solidarias. La gente se muestra más proclive a la ayuda y la generosidad. Como si una chispa de calor encendiera los corazones. Hay campañas para apoyar y sostener a niños en exclusión social, ancianos, enfermos de diversas patologías o familias sin recursos al borde de la exclusión. Bajo la lluvia de titulares negativos reflejando las realidades de la corrupción, el despilfarro y la codicia sin límites, asoma otra realidad. Alternativas, proyectos e ilusiones. Basadas en la esperanza en un día a día mejor. Aquí y allá. Por las esquinas de la sociedad, lejos del dinero y el poder, parece como si un mar de luces iluminara la oscuridad y sembrara caminos que superen un mundo en decadencia, el de las relaciones humanas basadas en la individualidad, la agresividad y la ley de la selva económica.
Se suele decir que la sociedad española habría explotado si no existieran las redes familiares y los millones de manos solidarias que sostienen cada día a los caídos en esta batalla desigual de los últimos años. Son muchos también los que no se rinden a llevar uno o varios años en el desempleo. Intentan crear su propia forma de trabajo mediante el autoempleo, crean nuevos y emprendedores negocios o impulsan soluciones colectivas como esta Lanzadera Málaga, un proyecto de 20 desempleados malagueños siguiendo una idea del gran dibujante e investigador del arte, Peridis, que los visitó recientemente.
PD: Nótese que los integrantes de este grupo tienen entre 30 y 55 años. Parte de ellos, más de 45 años, una edad 'maldita' para la retórica oficial y causante de extrañas desconfianzas en buena parte de los empresarios.
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