jueves, 27 de noviembre de 2014

Conocerse mejor para ser felices




Laura López

En la sociedad actual, donde las prisas y la falta de tiempo tiñen nuestra rutina diaria, olvidamos dedicar una parte de nuestra existencia a lo que debe ser lo más importante, nosotros mismos. Pudiera parecer una actitud egoísta, pero no es así. Mientras más conocemos el yo interior, mejor vamos a vivir en armonía con nosotros mismos y con los demás; mejor capacidad tendremos para amar, y también para ser amados.
Un objetivo básico resume la finalidad del curso 'Conocimiento de sí mismo', que el Teléfono de la Esperanza desarrolla todos los años (en otoño y primavera), y al que este post le dedica unas líneas para dar a conocer sus bondades, sus fortalezas y sus virtudes: “Hacer fácil la vida de los demás, siendo tú feliz”.
Salir de la zona de confort y ser valiente para descubrir quién eres y cuál es el objetivo de tu vida marcan las pautas de este curso que se desarrolla de jueves a domingo y que reúne año tras año a un amplio grupo de personas libres, fuertes y con ganas de cambiar y/o mejorar su día a día.
Las dudas, los miedos y la inseguridad suelen ser los obstáculos que paralicen la decisión de participar en el curso. Pero cuando descubres que esos temores son compartidos por todos los participantes, se activa el mecanismo de la escucha, de la empatía y las ganas de tomar partido en esta oportunidad que se te presenta y de la cual se puede aprender ilimitadamente.
Este curso no está diseñado para personas que defiendan la tan popular aseveración “yo soy así y no voy a cambiar”.  La reconocida plasticidad del cerebro que la ciencia ha tenido oportunidad de descubrir permite derribar esos mitos, teniendo siempre la oportunidad de cambiar para mejorar y ser más libre, más feliz.
Algunos de los asistentes han transmitido en una frase su grata e intensa experiencia:

-Tremendamente humano. (David)
-Conocerte a través de los demás. (Valme)
-Me estoy planteando muchas cosas. (Francisco)
-Conociéndome he entendido, entendiendo he sido capaz de perdonar y con el perdón he alcanzado la sanación. Ahora, la ilusión embriaga mi corazón. (Celia)
-Salgo fortalecida, con más ganas de vivir, de dar, de amar y de disfrutar. (Laura)
-Un despertar interior a todos los niveles. ¡Cuánto amor me  llevo! (Carmen)
-Me he descubierto a mí misma. (Beatriz)
-Más vale sentir que pensar. (Rosa)

Todos necesitamos fortalecer y dar sentido a nuestro ser. No debería ser una tarea para mañana sino para hoy. No debería ser una tarea para unos pocos sino para todos. No debería ser una tarea a ocultar sino a expandir y difundir.
Este curso permite iniciar esta senda de la mano de grandes profesionales que saben guiar con gran sabiduría y con humor. Nosotros ponemos el tiempo y nuestra disposición y ellos nos dan las herramientas y el impulso para
avanzar.

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