Mari Carmen López, superviviente al suicidio de un hijo. Marcos Álvarez / Sur
El Día Mundial de la Prevención del Suicidio 2021 ha sacado a los voluntarios del Teléfono de la Esperanza a la calle para mandar a la sociedad un mensaje de alerta ante el aumento de los suicidios y también de esperanza porque hay recursos para prevenir que una persona, aprisionada en su dolor, llegue a quitarse la vida.
Todos los centros territoriales del Teléfono de la Esperanza nos unimos en la campaña de vacunación #SaludEmocional50. Nuestro 'medicamento' contiene cuatro componentes que son un escudo infalible para cultivar y sostener una vida plena:
Cuidar del cuerpo 25%
Cuidar de las emociones 25%
Cuidar de las relaciones 25%
Encontrar propósito y sentido 25%
En la campaña de marketing desarrollada este mes de septiembre hemos tenido numerosos impactos en los medios de comunicación. Uno de ellas, ha sido la pieza publicada por el 'El Español Málaga' que explica pormenorizadamente el prospecto de nuestra vacuna:
Salud Emocional 50, la campaña en forma de vacuna que previene el suicidio en Málaga
El hecho de que cada año se quiten la vida más de 3600 personas en España y 134 en la provincia de Málaga, según datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2019, provoca un gran impacto de dolor y sufrimiento en el entorno de los fallecidos. Los voluntarios y profesionales del Teléfono de la Esperanza trabajan con las madres, padres, hermanos, hijos y familiares en general de los que se fueron para ayudarles a sobrevivir y continuar con sus vidas. Es posible afrontar el dolor y seguir adelante con esa pérdida por devastadora que sea.
En el encuentro que mantuvimos con los malagueños en la Plaza de Félix Sáenz, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, leyó nuestro manifiesto por el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, junto a nuestro presidente, Juan Sánchez. También estuvo allí una superviviente, Mari Carmen López Narváez, que perdió a un hijo porque se suicidó. Arropada por nuestros voluntarios, se atrevió a contar su testimonio de vida al diario 'Sur'.
Mari Carmen: tienes dos opciones, irte con él o quedarte. Yo elegí vivir
El encuentro de nuestros voluntarios con los malagueños fue fructífero. Las psicólogas Adriana Altube y Ana Ruiz atendieron varios casos de personas en crisis, una de ellas por haber sufrido el suicidio de un familiar. Se la orientó e informó de los recursos existentes en nuestra asociación. En el caso de la persona que había perdido un familiar se les dio pautas para aceptar y elaborar esa dolorosísima pérdida.
Fueron muchas y muchos los que pidieron información y en algunos casos expresaron su alivio por contar, aunque fuera de manera rápida y en la calle, su experiencia de sufrimiento personal. También se comprueba como el estigma de pedir ayuda por problemas de salud mental en general se va resquebrajando. "Si te rompes una pierna, te dan unas muletas. Si tienes un problema de la mente, te tienen que dar unas muletas para la mente. Y no hay que avergonzarse". De esta forma tan gráfica se expresó una de las mujeres que pidió información a nuestras voluntarias.
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