martes, 21 de julio de 2020

¿Podemos ser felices pese a la amenaza del Covid-19?


Foto:www.lavanguardia.com

José Portillo
Orientador y coordinador de talleres del Teléfono de la Esperanza    

Era impensable el hecho de que los habitantes de un país avanzado como España fuéramos confinados por causa de una pandemia, pero sucedió en marzo. De repente se suspendieron muchos trabajos, y cambiamos nuestras rutinas. Fue entonces cuando la sensación de miedo empezó a recorrer el país, y gracias a la visión que muchos tuvieron de la misma, iniciaron una gran actividad solidaria en favor de quienes sufren carencias diferentes.

Quedarnos en casa reinventándonos para superar la nueva situación ayudó a salvar vidas. El   confinamiento nos ayudó a centrarnos en nuestro interior detenidamente, y a mantener relaciones de calidad y con gran calidez con nuestros familiares, y compañeros de trabajo y de voluntariado, y los vecinos a quienes hemos visto a la hora de socializar y aplaudir a los sanitarios. Mantengamos firme la esperanza de superar esta situación, cumpliendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias y trabajando nuestro crecimiento personal contribuyendo a la creación de una sociedad cuyos miembros puedan desarrollarse en todos los ámbitos que sean posibles.

Ser feliz es una opción. La vida nos concede posibilidades de superarnos a nosotros mismos venciendo obstáculos como el que tenemos enfrente actualmente.
Jamás olvidamos a quienes no superaron el virus y fallecieron, y porque les amamos y les recordamos, aportaremos lo mejor que somos y tenemos para superar esta situación trágica, homenajeándolos.
Aceptémonos y amémonos tal como somos a pesar de nuestros defectos para seguir creciendo.
Enmendemos nuestros errores en cuanto sea posible evitando sucumbir bajo los sentimientos de culpa.

Si hemos cometido errores, perdonémonos en beneficio nuestro y de quienes amamos. Mantengamos el buen humor para que nuestras sonrisas ayuden a quienes nos rodean a mantener la esperanza. Aunque se nos oscurezca la felicidad, y experimentemos al mismo tiempo tristeza, impotencia, rabia, miedo y alegría, mantengamos la felicidad, y convirtámosla en nuestro estado natural.


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