Esta sección de buenas noticias intenta transmitir cada sábado una mensaje de esperanza. Pone el foco informativo en alguna historia positiva conocida durante la semana y propone una reflexión sobre los protagonistas de la noticia y los valores humanos que muestran. Hoy la protagonista se llama Lucía. A sus 59 años, discapacitada y sola, vivía en una habitación de un piso del centro de Málaga por la que pagaba 244 de los 350 euros que percibe de pensión. Después de 15 años en el mismo inmueble, un problema administrativo la llevo al impago de la renta y al desahucio por parte de los propietarios. Otra persona más en la calle. Sin apenas dinero y sin vivienda. ¿Hasta cuando seguirá ocurriendo esto?, nos preguntamos muchas personas. Una semana más tarde, Lucía ha encontrado un nuevo alojamiento, más amplio y cercano al anterior. La suma del apoyo de Stop Desahucios, Cáritas y uno de los tres propietarios de la vivienda y el edificio lo ha hecho posible.
Los propietarios de su antigua casa -por contrato- pagarán 200 euros mensuales del nuevo alquiler, Lucía abonará 100 euros y Cáritas 50. La sensibilidad de un propietario, la presencia de un colectivo que da la cara por la gente empobrecida a la que desahucian y la ayuda de Cáritas, siempre presente donde hay gente sufriente, han garantizado una vida digna a Lucía. Los pequeños milagros de cada día garantizan un futuro mejor a sus protagonistas, aunque no generen titulares llamativos,
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