sábado, 13 de junio de 2015

CON OTRAS GAFAS / Lluvia de estrellas en Los Asperones


Vista parcial de la barriada Los Asperones Foto: La Opinión de Málaga

Muchos adolescentes malagueños han celebrado hace unos días su graduación del Bachillerato, la puerta que les abre el acceso a la Universidad. Mientras tanto, en un barrio lejano para la mayoría y olvidado de casi todos, se inauguraba un mosaico con los nombres de los 26 adultos que han conseguido acabar la Enseñanza Secundaria Obligatoria. Es el Mural de las Estrellas del colegio 'María de la O' en la barriada Los Asperones, un poblado "provisional" de viviendas públicas levantado en 1987 para alojar a familias chabolistas y desalojadas de viejos corralones de los barrios de Málaga que aún sigue en pie.
Las administraciones abandonaron el barrio, faltaba la luz y el saneamiento en las calles y los niños de la guardería convivían con un vertedero poblado de ratas a unos 50 metros. Dos bebés murieron por problemas respiratorios en 1990. La droga hizo estragos en los años 80, 90 y hasta bien entrada la primera década del siglo XXI. La crisis económica frenó en seco por falta de recursos económicos un plan de actuación de la Junta y el Ayuntamiento en la población del gheto para promover su formación, empleo y socialización con el resto de los malagueños hasta integrarlos en viviendas en diferentes barriadas. Pero mientras cesaba la lenta e indecisa actuación administrativa, nacía, se asentaba y crecía la flor de la solidaridad en el lodazal del abandono. Chavales del barrio lograban avanzar en sus estudios y crecía el número de adultos que conseguía un puesto de trabajo dejando la miserable recogida de chatarra. Los Asperones empezaron a abonarse a la esperanza. La labor de identificación, censo de la población, atención, acogida y formación ejecutada por un puñado de profesionales y voluntarios de Cáritas y Misioneros de la Esperanza fue la semilla. Esta creció. Y empezó a dar frutos en un entorno hostil en el que los padres creían que el colegio "no servía para nada" y algunos no vacunaban a sus hijos porque las jeringuillas eran instrumentos malditos que habían segado las vidas de padres, hermanos o tíos. 
Esta semana los 26 de Los Asperones han sido noticia. Chamara, Rocío, El Chere....y otros muchos lo consiguieron. Tienen el título de la ESO, algunos de ellos a los 24 años. Transmiten satisfacción por su esfuerzo personal y planifican un futuro autosuficiente estudiando ciclos de Formación Profesional o carreras universitarias. Otros dos están ya cursando Bachillerato. El barrio y los voluntarios los miran con ternura y orgullo. El camino de la esperanza empieza a dar frutos. Hoy en Los Asperones hay padres que trabajan -aunque muchos prefieren evitar decir donde viven por el pesado estigma de barrio marginal- y jóvenes que construyen su futuro. Enhorabuena a todos estos hijos del olvido por tomar en sus manos las riendas de sus vidas. Ellos son las estrellas que iluminan a vecinos y familiares.

Lee aquí:
Hasta alcanzar las estrellas

25 años de provisionalidad y rechazo social 

No hay comentarios: