sábado, 20 de septiembre de 2014

CON OTRAS GAFAS / Periodismo de raza contra las violaciones


                        


El rostro suave y la mirada cansada de la mujer de la imagen transmiten un espeso aire de melancolía. Sus labios se han cerrado, pero no su corazón. La población congoleña es testigo de su lucha, una lucha que es la de todas las mujeres y niñas que han sido agredidas sexualmente durante el largo conflicto bélico que ha causado más de un millón de muertos en Congo. Caddy Adzuba denuncia, a través del periodismo, las torturas y violaciones de las que son víctimas las mujeres y las niñas congoleñas y promueve su reinserción en una sociedad en la que son, por este hecho, repudiadas.
Su activismo por la libertad de prensa, la reconstrucción de la paz y los derechos humanos, especialmente los de la infancia y las mujeres en zonas de conflicto le ha valido el reconocimiento de diferentes instituciones, entre ellas la Universidad de Málaga y la Federación de Sindicatos de Periodistas. Vive amenazada de muerte desde hace años.
Caddy es la voz de los sin voz que claman porque los acuerdos internacionales se ejecuten, no sean papel mojado. A través de las ondas de Radio Okapi, emisora de la Misión de Estabilización de Naciones Unidas, clama porque dos resoluciones que condenan la violencia contra mujeres y niños se ejecuten al tiempo que insta a los gobiernos de los países desarrollados y las multinacionales con presencia en esa zona que inviertan en el desarrollo de su sociedad.
La Fundación Príncipe de Asturias ha acordado entregarle el próximo mes de octubre el premio a la Concordia reconociendo su trabajo titánico por los derechos humanos. La buena noticia de esta semana nos la trae una periodista valiente. El gran reportero Kapusinscki centró su trabajo en "descubrir, escuchar y comprender al otro", dedicando buena parte de su ejercicio profesional a contar al mundo los temores y esperanzas de la gente africana que vivía bajos los conflictos bélicos, las dictaduras y los golpes de Estado. Caddy confirma que el periodismo actual puede hacer mucho más que servir las imágenes de los desastres y matanzas producidas por las grandes agencias para consumo de los ciudadanos occidentales a la hora de la comida. Contar, alzar la voz y denunciar. El periodismo, como decía el gran maestro polaco "no es un oficio de cínicos". 



No hay comentarios: