martes, 6 de febrero de 2024

Velada mágica en el Teléfono de la Esperanza con Ángel Idígoras dando vida a su niño interior y Natalia Blagulyak al piano



Los voluntarios y amigos del Teléfono de la Esperanza vivimos la tarde del pasado viernes una velada mágica gracias al boceto teatral musical que nos regalaron el dibujante Ángel Idígoras y la pianista Natalia Blagulyak. Fue una preciosa ambientación de una emotiva historia vivida por Ángel con inicio en su infancia en Rincón de la Victoria y final cinco décadas después en París.

Todas las personas que hemos tenido la suerte de hacer los cursos de crecimiento personal del Teléfono de la Esperanza hemos conocido e incluso de alguna forma tomado contacto con lo que en Psicología se llama 'el niño interior'. 

La idea del niño interior o niño herido nació de la terapia Gestalt. Para esta vertiente de la Psicología los primeros años de la vida de una persona conforman la estructura psicológica más vulnerable y sensible de su "yo". Se forma a partir de las experiencias, tanto positivas como negativas, que tenemos en nuestra niñez. Según la terapia Gestalt este niño se va escondiendo en lo más profundo de nuestro ser, pero sale a la luz en determinadas circunstancias como cuando necesitamos afrontar un proyecto que demanda mucha imaginación o cuando revivimos un miedo que, como adultos, no debería atemorizarnos. El niño que todos llevamos dentro flotó en el ambiente de nuestro salón gracias a la imaginación que ofreció Ángel para recrear su fugaz encuentro con el pintor japonés Kota Taniuchi, grabado en su memoria de niño de 9 años, y el eco de esa experiencia en su vida. Esos recuerdos imborrables los expresó en canciones como "Cuéntame lo que recuerdes", "Los óleos de Kota" o "Noche estrellada". Durante más de una hora, Ángel cantó acunado por los sones del piano de Natalia Blagulyak, improviso dibujos y creo silencios emotivos. 



En otros momentos lo de la representación el piano sonó a cuatro manos y varios voluntarios participaron en una pequeña dinámica musical.


Fue una tarde de emoción y creación artística en vivo, que así han visto algunos de los presentes y personas en redes sociales.

Juan Sánchez. Una muy bonita historia contada con creatividad. Fue un disfrute donde el arte de Ángel Idígoras y Natalia Blagulyak en sus distintas facetas nos hizo disfrutar y emocionar y a la vez vivir un encuentro de voluntarios y amigos.

Carmen Orellana. Fue precioso, emotivo, tierno. Gracias por regalarnos un rato inolvidable.

Salvador Martín Reyes. ¡ Enhorabuena por todo !

Marisa del Prado. Maravilloso escucharte, otro descubrimiento de tus talentos. Un abrazo maestro.

 





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