jueves, 20 de julio de 2023

El perdón, una decisión que libera del sufrimiento

 



José Portillo, orientador y dinamizador de talleres del Teléfono de la Esperanza.

¿Qué nos sucederá si no perdonamos a quienes nos han hecho daño? Perpetuaremos el daño recibido de nuestros victimarios, nos será prácticamente imposible desprendernos del resentimiento, y quizás desearemos vengarnos de quienes nos ofendieron.

Perdonar no consiste en olvidar para no recordar, ya que quienes olvidan, al no tener nada que recordar, tampoco tienen nada que perdonar. Olvidar equivale probablemente a vivir muchas veces una misma experiencia sin extraer ninguna enseñanza de la misma. Una señal inequívoca de la capacidad de perdonar, es recordar los errores cometidos y las ofensas recibidas sin rencor y sin perder la paz interior.

Perdonar tampoco consiste en poner la otra mejilla. Las personas que adoptan esa actitud, cargan con las culpas que no creen tener para no prolongar las situaciones problemáticas. Esto les hacer sentirse  personas apáticas, desilusionadas y cómodas, pues, aunque no dejan de creer que se cometieron injusticias contra ellos, no se atreven a dar los pasos necesarios para resolver sus situaciones conflictivas. Quienes se dan por vencidos a la hora de intentar resolver conflictos recurriendo al perdón, se frustran e incluso pueden experimentar deseos de vengarse de sus ofensores.

Aunque no podemos minimizar el daño que se nos ha hecho, gracias al perdón, tenemos las oportunidades necesarias de cambiar el significado de nuestros conflictos.

Independientemente de que quienes nos hicieron daño merezcan ser perdonados, no merecemos vivir sufriendo por lo que no podemos cambiar. Por otra parte, quienes recibieron la enseñanza de sus victimarios de que carecen de valía personal, al perdonarse y contemplarse desde el amor, también perdonan a sus ofensores, porque su rencor, que es dependiente de su dolor, ha disminuido  mucho. Esto ocurre no porque se lo han exigido, sino porque, al perdonarse, no aceptan como verdades descriptivas de sí mismos las críticas autodestructivas comprendiendo que cada cual es responsable de sus pensamientos, y saben que no son lo que nadie cree de ellos, sino lo que creen y saben que son.

Finalmente, reflexionemos sobre el hecho de no ver el perdón

como una imposición moral, sino como una decisión liberadora

del sufrimiento, que sucede cuando deseamos dejar de sufrir y

trabajamos para sanar nuestras heridas.


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