Francisco García
Coordinador de 'El Chat de la Esperanza'
Me pide Luis Santiago, la persona que lleva el blog de nuestra asociación, que escriba unas líneas sobre mi experiencia como coordinador en el 'Chat de la Esperanza'. Explicaré aquí sobre qué, cuál ha sido mi función en el mismo y cómo he terminado respondiendo a los mensajes en el chat y cuál ha sido mi experiencia al respecto.
¿Qué es el Chat de la Esperanza?
Como muy bien dijo Aurelia González en un artículo publicado en este blog el 30 de junio :
“El Teléfono de la Esperanza proyectó y puso en marcha 'El Chat de la Esperanza' después de observar en las estadísticas de de llamadas de 2020 que solo el 1% fueron hechas por menores de 18 años.
Los adolescentes y jóvenes no suelen utilizar sus teléfonos para hablar con otras personas. Los usan para comunicarse a través de mensajes escritos, audios y vídeos en las redes sociales y, muy significativamente, en la app de mensajería instantánea WhatsApp. Por esa razón, nuestra asociación se decidió trasladar la orientación telefónica habitual a un chat que es donde pasan mucho tiempo los más jóvenes.
El objetivo es que la app sea conocida por familiares, amigos y educadores de chicos que tienen pensamientos suicidas o se autolesionan. Otra actividad de los voluntarios es acudir a los centros educativos para dar a conocer la nueva herramienta para la atención.”
https://eltiempodelaesperanza.blogspot.com/search?q=chat
Me parece muy emotivo que Bernardo Orejuela, cuyo hijo se quitó la vida, fuese la persona que diese testimonio de su dolor y destacase la importancia de prevenir conductas suicidas en un vídeo elaborado para dar a conocer el programa. Y me resulta incluso más paradójico porque hace años tuve trato personal con él y me imagino lo que ha tenido que sufrir, tanto con la pérdida temprana de su esposa (con la que trabajé) por enfermedad, como por el fallecimiento de su hijo; algo que ignoraba. Doy las gracias a Bernardo en nombre de mis compañeros por haber sabido trascender su dolor para hacer que su mensaje de apoyo al chat llegase a muchas personas, tanto en el vídeo como en un discurso muy emotivo que dio en el Ayuntamiento de Málaga.
https://www.youtube.com/watch?v=sy1q8yyCMEI
¿Cómo llegué al Chat? Experiencias de los primeros meses
La dirección del centro pensó en mí como coordinador de turnos. También se pensó que era mejor que fuese al Curso de Formación de Prevención del Suicidio de los futuros orientadores del chat para poder tener un trato más personalizado con los mismos en la organización del chat. Y también para que supiese cómo iba el programa. Esa es la razón por la que, durante unos meses, de octubre de 2021 a marzo de 2022 asistí a las sesiones del curso previas a la puesta en funcionamiento del chat. A las mismas, conducidas principalmente por Aurelia González, también asistió Lucía Pérez Costillas, psiquiatra especializada en temas de suicidio y que colabora de forma habitual con nuestra asociación:
Es importante también destacar que la formación no es sólo la formación inicial del Curso de Prevención del Suicidio. Como estamos atendiendo a personas con una problemática tan grave como la que he mencionado, se pensó que la formación debía ser permanente, con reuniones quincenales donde se trabajan distintos aspectos de la atención a nuestros usuarios.
Buena parte de los voluntarios son menores de 40 años y eso no es casual porque se pensó en un primer momento en fomentar ese tipo de voluntariado joven para este programa porque comparten un lenguaje común con aquellos que son el objetivo fundamental de nuestro programa, los jóvenes. En ese sentido, ha sido para mí muy grato observar la excelente predisposición de todos nuestros voluntarios, tanto jóvenes como mayores. Son unas personas que tienen una sensibilidad especial y que están dispuestos a entregarse en el silencio de sus casas y delante de una fría pantalla de ordenador al sufrimiento de personas a las que no conocen.
Las primeras dificultades iniciales una vez puesto en funcionamiento el Chat fueron técnicas, pero se han ido solventando sobre todo por la buena voluntad y la capacidad de improvisación de los voluntarios. La buena disposición al trabajo en grupo ha ayudado mucho. Desde octubre hasta la actualidad Aurelia González ha formado a dos grupos de voluntarios del Chat y en septiembre comienza una tercera formación a la que esperamos asista un buen número de nuevos voluntarios. ¡Todavía estáis a tiempo para inscribiros!
Una buena acogida
Para ser una iniciativa nueva, la respuesta ha sido bastante buena: 729 mensajes se recibieron entre el 21 de marzo y el 21 de junio, lo que supone una media de 8 diarios.
La mayoría de los usuarios son adolescentes y el tiempo de las conversaciones es muy superior al de las llamadas por motivos obvios, hablamos más rápido de lo que escribimos. Los adolescentes, además, como todos podemos suponer necesitan más tiempo, dedicación y cariño. Buena parte de los usuarios tiene perdidos a sus referentes adultos y muchos de ellos se sienten culpables y con miedo de hacer daño a sus familiares.
De orientador a “chateador”
Una vez que tuve menos trabajo, a partir de finales de junio, me asigné un turno por semana para así poder comprender mejor el funcionamiento del chat desde dentro. Tengo sentimientos ambivalentes al respecto. Aunque ya he cumplido mi “mayoría de edad” como orientador telefónico, la atención por vía escrita ha sido una novedad para mí que me resultó complicada al inicio. De hecho, tengo la sensación de que en las primeras conversaciones no manejaba muy bien la situación y no respondía como debía. Me sentía como el protagonista que interpreta Fernando Fernán Gómez, un actor de teatro que intentaba adaptarse al cine con un resultado no deseado:
https://www.youtube.com/results?search_query=el+se%C3%B1orito+fernando+fernan+gomez+
He ido aprendiendo pronto, con la ayuda de mis compañeros y ya me estoy adaptando, aunque al principio sentí un poco de vergüenza por no saber hacerlo bien.
Un aspecto positivo que destacaría es que el lenguaje de nuestros nuevos y jóvenes usuarios, por el medio en el que se da la ayuda, es diferente. En ocasiones, más auténtico, si se me permite la expresión, sin máscaras.
Algunos de ellos nos han trasladado que se ven incapaces de hablar por teléfono pero la herramienta del chat les posibilita esa comunicación, que puede llegar a ser en ocasiones decisiva para sus vidas. Tal es el caso de una chica de otra comunidad con un acto suicida en curso, que había ingerido un buen puñado de pastillas y que accedió a dar sus datos personales y su dirección a nuestra voluntaria para que llamase al 112 y así permitió que la policía y una ambulancia la salvasen. Sólo por un caso como este merece la pena haber montado nuestro servicio.
Acceso universal
Al Chat de la Esperanza se puede acceder tanto por la aplicación Conéctate Social, que está en Play Store como por la página web de nuestra asociación:
https://telefonodelaesperanza.org/malaga
En esta primera etapa el chat está funcionando entre las 18h y las 00.00 h de lunes a viernes.
Paradójicamente, aunque el principal objetivo de nuestra asociación son los jóvenes, al abrirse el Chat hemos atendido conversaciones difíciles de buena parte de España y de otras partes del mundo: Argentina, Inglaterra, Polonia, entre otros países. En ese sentido el Teléfono de la Esperanza de Málaga amplía lo que se dice en el himno de nuestra comunidad autónoma, si se me permite la broma: “Por Málaga, Andalucía, España y la Humanidad”.
Ahí estaremos, contacte con nosotros quien sea y de donde sea.
Contactad con nosotros en el chat. Como decía mi familia maña, el que tiene vergüenza ni come ni almuerza. Que no os de vergüenza escribirnos, ni tampoco contactar con nosotros por teléfono.
La vergüenza y su superación. Bradshaw y Borges
Termino mi artículo con una nota literaria que conecta con algo que he visto como asistente a dos cursos de Mindfulness en nuestra asociación y con algo que hemos comentado los orientadores del chat, el tema de la vergüenza, dado que buena parte de los adolescentes que nos llaman tienen ese sentimiento.
Carlos López, mi monitor de Mindfulness, me daba la referencia del libro de John Bradshaw, 'Sanar la vergüenza que nos domina'. En ese libro se afirma que “La vergüenza es una cualidad humana que puede convertirse en una terrible enfermedad del alma: la vergüenza tóxica, capaz incluso de destruir la vida de una persona”. Pongo la referencia de un vídeo que he visto, el primero de una serie, y que no por ser antiguo deja de estar de actualidad:
https://www.youtube.com/watch?v=5q2tZa1gp8Q
Borges y Shakespeare también nos dan la solución. Aquello que soy, mi esencia, me tiene que hacer vivir. Como dijo Sahakespeare: Simply the thing I am /Shall make me live.
Concluyo con el poema borgiano, del que el propio autor argentino nos da la clave lectora y os deseo un feliz verano.
The Thing I Am*
He olvidado mi nombre. No soy Borges
(Borges murió en La Verde, ante las balas)
ni Acevedo, soñando una batalla,
ni mi padre, inclinado sobre el libro
o aceptando la muerte en la mañana,
ni Haslam, descifrando los versículos
de la Escritura, lejos de Northumberland,
ni Suárez, de la carga de las lanzas.
Soy apenas la sombra que proyectan
esas íntimas sombras intrincadas.
Soy su memoria pero soy el otro
que estuvo, como Dante y como todos
los hombres en el raro Paraíso
y en los muchos Infiernos necesarios.
Soy la carne y la cara que no veo.
Soy al cabo del día el resignado
que dispone de un modo algo distinto
las voces de la lengua castellana
para narrar las fábulas que agotan
lo que se llama literatura.
Soy el que hojeaba las enciclopedias,
el tardío escolar de sienes blancas
o grises, prisionero de una casa
llena de libros que no tienen letras
que en la penumbra escande un temeroso
hexámetro aprendido junto al Ródano,
el que quiere salvar un orbe que huye
del fuego y de las aguas de la Ira
con un poco de Fedro y de Virgilio.
El pasado me atrae con las imágenes.
Soy la brusca memoria de la esfera
de Magdeburgo o de dos letras rúnicas
o de un dístico de Ángelus Silesius.
Soy el que no conoce otro consuelo
que recordar el tiempo de la dicha.
Soy a veces la dicha enrarecida.
Soy el que sabe que no es más que un eco,
el que quiere morir enteramente.
Soy acaso el que eres en el sueño.
Soy la cosa que soy. Lo dijo Shakespeare.
Soy lo que sobrevive a los cobardes
y a los fatuos que ha sido.
(*) The thing I am. Parolles, personaje subalterno de All's Well That Ends Well , sufre una humillación.
Súbitamente lo ilumina la luz de Shakespeare y dice las palabras:
Captain I'll be no more;
But I will eat and drink, and sleep as soft
As captain shall. Simply the thing I am
Shall make me live.
En el verso penúltimo se oye el eco del tremendo nombre Soy El Que Soy, que en la versión inglesa se lee I am that I am. (Buber entiende que se trata de una evasiva del Señor urdida para no entregar su verdadero y secreto nombre a Moisés.) Swift, en las vísperas de su muerte, erraba loco y solo de habitación en habitación, repitiendo I am that I am. Como el Creador, la criatura es lo que es, siquiera de manera adjetiva.
* Ya no seré más capitán.
Pero comeré y beberé y dormiré tan suave
como deben hacerlo los capitanes. Simplemente la cosa que soy me hará vivir. (Traducción propia)
1 comentario:
Gracias por enriquecernos con tus experiencias y con tus citas. Os deseo muchos éxitos en ese chat, los adolescentes son el presente y el futuro.
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