sábado, 13 de agosto de 2022

CON OTRAS GAFAS / Solidaridad después de una lesión medular

 

                                Rocío y los cuatro nadadores que la apoyan. Foto: Málaga Hoy


Rocío Martín es una joven malagueña que llevaba una vida normal hasta el 14 de julio de 2021. Ese día se sintió mal mientras estaba en su puesto de trabajo en una gasolinera de Alhaurín el Grande. Acudió a urgencias donde le diagnosticaron que sufría ansiedad, pero de vuelta a su casa descubrió que no podía ir al servicio por lo que fue a urgencias del Hospital Clínico Universitario de Málaga. Le hicieron diferentes pruebas, espero varias horas los resultados y finalmente le comunicaron que había sufrido un infarto medular. Permaneció tres días en la unidad especializada en ictus.

Días después Rocío fue trasladada al Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo donde ha permanecido ocho meses luchando, trabajando y adaptándose a una vida marcada por la movilidad muy limitada. Sus músculos, desde el abdomen a los pies, no le responden. Toda su horizonte vital ha quedado condicionado por la lesión medular. Ella y su marido tienen que hacer frente a importantes obras de adaptación de su casa como instalar un ascensor y adquirir un vehículo adaptado para desplazarse. El presupuesto total alcanzaba los 25.000 euros, pero Grupo Badía, la empresa para la que trabajaba, se ha hecho cargo de la parte mayor de los costes, los 20.000 euros de instalación del ascensor.

Rocío empezó a vender pulseras y a difundir su necesidad de conseguir fondos captando el apoyo de cinco jóvenes malagueños que al conocer sus necesidades se han volcado en iniciativas como vender camisetas, convocar una cena benéfica el próximo mes de septiembre y atravesar el Estrecho de Gibraltar a nado para fomentar la visibilidad de la campaña. David García, Daniel García, Cristian Palos y Alberto Morales han impulsado una hermosa ola de solidaridad que les llevará sobre las aguas hasta la costa marroquí. La cresta de la espuma llevará el nombre de Rocío en volandas

Además del apoyo de Grupo Badía se ha conseguido el de otras seis empresas que han hecho donaciones para que Rocío cuente con una motocicleta adaptada, lo que le permitiría desplazarse con normalidad y ganar en calidad de vida. La ola de solidaridad puesta en marcha por Rocío y los nadadores crece y no se detiene. Un ejemplo de empatía hacia una mujer que ha visto como su movilidad de persona joven quedó truncada un mal día de julio de 2021.


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