El sábado fue el #díainternacionaldelsupervivientedesuicidio.
La muerte de un familiar o allegado es una de las situaciones más estresantes por las que puede pasar una persona. Pero cuando esta muerte se produce a causa de un suicidio, suele hacerse todavía más complicada, causando un dolor intenso y prolongado que será diferente y único en cada persona que lo sufre.
¿Qué podemos decir cuando acompañamos a una persona en esos momentos?
Los expertos, psicólogos y psiquiatras, a veces no son capaces de detectarlo, menos aún una persona sin conocimientos previos sobre suicidio. El grado de ocultación de la ideación suicida con el fin de evitar el rescate, impide la detección y la posibilidad de actuar en consecuencia.
Es común cometer el error de analizar el pasado con los conocimientos que ahora tenemos. No debemos olvidar que en muchos casos nuestro ser querido lo ocultó y no aceptó o no pudo aceptar nuestra ayuda.
Ahora sabemos que no teníamos ningún conocimiento sobre la conducta suicida y no podíamos haber adivinado lo que podía ocurrir. Aunque hubiera señales que ahora vemos, en aquel momento no podíamos reconocerlas.
El suicidio se puede prevenir, es cierto, pero en algunos casos, por mucho que hayamos cambiado nuestros hábitos cotidianos para estar vigilantes y alerta, probablemente no hayamos podido evitarlo. No somos todopoderosos.
Te preguntas….¿Cómo pudo hacerme esto?
La investigación médica demuestra que los trastornos psiquiátricos serios conllevan cambios en el funcionamiento del cerebro que pueden alterar gravemente el juicio, el humor y el comportamiento de la persona que padece dicho trastorno. La enfermedad produce en la persona cambios biológicos que generan el dolor emocional y físico (depresión, incapacidad para disfrutar de las cosas, desesperación, etc.) que participa en casi todos los suicidios.
Aceptamos que cada persona tiene una parcela privada que no comparte con nadie, aunque seamos personas cercanas y de su confianza; a veces, porque creen que nadie les puede ayudar o también por protegernos y no hacernos sufrir o simplemente porque pertenece a su privacidad.
A pesar de que la situación de cada uno de nosotros es única, todos pasamos por etapas parecidas en nuestro duelo. Cuando conocemos a otra persona que ha pasado por lo mismo, nuestro caos personal y nuestros secretos aislados parecen un poco menos aterradores.
Escuchar cómo otras personas han luchado durante el proceso y cómo han sobrevivido al dolor, la confusión, las preguntas y el estigma de la pérdida por suicidio es una parte importante del proceso de recuperación para muchos supervivientes.
Si has perdido un ser querido por suicidio es muy importante que busques ayuda, existen asociaciones y grupos de ayuda para familiares que han perdido a una persona por suicidio que reclaman atención y soluciones para esta realidad que durante demasiado tiempo ha estado silenciada.
EL DUELO POR SUICIDIO ES DIFERENTE A CUALQUIER OTRO TIPO DE DUELO
Algunas de las causas que diferencia el duelo por suicidio de otros tipos de duelo es la culpa irracional, la estigmatización social, pensamientos reiterados buscando el por qué y, en algunos casos, la ocultación y la vergüenza. Reúne una serie de circunstancias que no se dan en otros tipos de duelo. Es una muerte autoinfligida que puede ser INEXPLICABLE para la persona superviviente además de repentina o inesperada. Todo ello genera una serie de alteraciones a nivel de pensamientos, emociones, de comportamientos y físicas.
Algunas de las causas que diferencia el duelo por suicidio de otros tipos de duelo es la culpa irracional, la estigmatización social, pensamientos reiterados buscando el por qué y, en algunos casos, la ocultación y la vergüenza. Reúne una serie de circunstancias que no se dan en otros tipos de duelo. Es una muerte autoinfligida que puede ser INEXPLICABLE para la persona superviviente además de repentina o inesperada. Todo ello genera una serie de alteraciones a nivel de pensamientos, emociones, de comportamientos y físicas.
El dolor constituye una respuesta inevitable a la pérdida de la persona querida. Lograremos salir adelante si comprendemos también que nuestras emociones son las normales ante un hecho como es el suicidio, y que con ayuda profesional y familiar lograremos un equilibrio emocional y podremos retomar de nuevo la vida cotidiana.
NO ESTÁS SOLO, NO ESTÁS SOLA
TELÉFONO DE LA ESPERANZA EN MÁLAGA
952 26 15 00
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