Madrid y Alicante han sido esta semana los escenarios de una
esperanzadora cumbre de líderes religiosos. Representantes de las tres "las religiones del libro", las tres confesiones monoteístas
que se identifican con el profeta Abraham, se han comprometido a ser
instrumentos de paz en la educación y la convivencia cotidiana en Israel y
Palestina, la Tierra Santa. Ya en el post 'Religiones
contra el fanatismo terrorista' nos
hicimos eco de la importancia de este tipo de encuentros porque las confesiones
religiosas construyen sistemas de valores y creencias que están en las culturas
de diversas zonas del mundo e influyen en la convivencia.
La novedad de los encuentros en España radica en que los
representantes de judíos, cristianos y musulmanes son líderes en una región que
lleva décadas en conflicto. La población sufre de forma constante el odio al
diferente, al otro. Se trata del presidente del Centro Adán para el Diálogo Interreligioso
en Gaza, Imad Al-Falouji; el rabino de Jerusalén, Michael
Melchor, y el arzobispo católico de Jerusalén, William Shomaly; además del Alto Representante del Secretario
General de Naciones Unidas para la Alianza de Civilizaciones, Nassir Abdulaziz
Al-Nasser.
El documento
consensuado indica que «las tres religiones son responsables del
establecimiento de una convivencia pacífica» y que los líderes religiosos tiene
la obligación de fomentar «una vida de respeto mutuo
basada en la justicia y la seguridad, en el espíritu de la
palabra de Dios, tal como nos fue transmitida por sus profetas».
Sobre el uso de
las religiones por los terroristas, advierten que «la violencia que se
ejerce, supuestamente en el nombre de Dios, es una profanación de su nombre, un crimen contra
aquellos creados a Su imagen y un envilecimiento de la fe», y subrayan que «los
únicos medios adecuados para resolver los conflictos y el desacuerdo son la
negociación y la deliberación».
Tras pedir el
«cese de la incitación, de la tergiversación y la distorsión de la imagen del
otro y del vecino», los firmantes se comprometen a «educar a las futuras
generaciones en la preservación del respeto mutuo»,
al tiempo que demandan «una solución que reconozca el derecho de ambos pueblos
a existir con dignidad».
La noticia es una invitación a construir caminos de esperanza para
pueblos que llevan décadas sufriendo por el fanatismo, el odio y la violencia.
Leer más:
No hay comentarios:
Publicar un comentario