Los voluntarios, colaboradores y amigos del Teléfono de la Esperanza en Málaga pusimos el miércoles un granito de arena para hacer crecer nuestros servicios de ayuda psicológica gratuita y promoción de la salud emocional. El Teatro Alameda se llenó de malagueños que disfrutaron del humor de los diálogos del genial Jardiel Poncela escenificados por los amigos del grupo del teatro 'El carromato'.
Al inicio de la gala, Juan Sánchez, comunicó unas cifras que evidencian el momento de crecimiento que experimenta la actividad en la asociación. Solo en lo que va de año, se han atendido casi 5.000 llamadas de teléfono, 62 de ellas con temática suicida y 1.250 entrevistas en sede. Además, 334 personas han participado en los 23 talleres impartidos. Por otro lado, está siendo un año de extensión en la colaboración del teléfono con otras entidades, gracias a los convenios suscritos con la Universidad de Málaga, la Unidad de Víctimas de Accidentes de Tráfico y la Guardia Civil después del firmado con el Ayuntamiento de Málaga en 2014.
Juan Sánchez trasladó al público el mensaje de que "ayudamos para crecer, crecemos para ayudar" y se apoyó en Teresa de Calcuta para redordar que "se dejamos de poner nuestro granito de arena, al desierto faltaría ese granito".
Después subió el telón y aparecieron Leticia, Pepe, Paco, Elías y la nómina de más de veinte personajes que hicieron reir al público unos diálogos disparatados y a ratos enloquecidos. La loca historia de una mujer viuda que se casa con el mejor amigo de su difunto esposo y las constantes apariciones de este en forma de espectro para perturbar la paz de la nueva pareja y ponerlos en evidencia.
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