"¿Te dan miedo los árabes? ¿Te dan miedo los judíos? Con nosotros no hay árabes ni judíos. ¡Con nosotros hay gente! ¡Y hummus y falafel! Oferta especial: 50% de descuento en las mesas en las que árabes y judíos se sienten juntos", señala el mensaje que colgó Kobi Tzafir, propietario de un restaurante israelí, en Facebook, y que ha causado una auténtica revolución. La suya es una oferta de paz en forma de receta gastronómica tradicional. No en vano, el hummus es un plato muy popular en todo los países de Oriente Medio, Turquía y Grecia. Se trata de un puré de garbanzos con variados ingredientes, que comparten las personas profesen la religión que profesen -se elabora respetando las normas alimentarias kosher de los judíos y halal de los musulmanes- y bajo cualquier bandera territorial o estatal. El pequeño gesto, en mitad de una nueva ola de violencia que ha acabado con la vida de 40 palestinos y 9 judíos, es un auténtico reto a los prejuicios, el miedo y la ira. "Todos pueden venir. Todos los estamos pasando mal, por eso creo que tenemos que vivir juntos", insiste Tzafir.
Comer en una sencilla mesa y mirar a los ojos a la persona de enfrente surte más efectos sanadores que llenar una pomposa mesa oficial de políticos o diplomáticos que desarrollan largas e interesadas negociaciones.
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