viernes, 29 de agosto de 2014

Volver a la ‘cruda’ realidad





Victoria Souvirón es psicóloga y voluntaria en el Teléfono de la Esperanza

Termina agosto. Los días ya empiezan a ser algo más cortos y la luz anuncia la llegada del otoño. Para la mayoría supone la vuelta al trabajo, a la rutina, a todos aquellos problemas que dejamos aparcados cuando nos fuimos de vacaciones y que nos están esperando con la operación retorno. Resulta muy común que, después de los meses estivales, nos sintamos faltos de energía y sin ganas de retomar las obligaciones diarias que nos toca afrontar de nuevo. Se trata de un breve periodo de adaptación lógico que, sin embargo, en ocasiones se agrava, generando un hondo malestar psíquico y emocional.
Como cada año, en estos días los medios de comunicación hablarán hasta la saciedad del síndrome postvacacional, que afecta, según estudios recientes, al 60% de los españoles. Este síndrome se caracteriza por sentimientos de irritabilidad, angustia, estrés, apatía o, incluso, depresión ante la incorporación laboral después de haber desconectado por unos días. Otra noticia típica de estas fechas es el aumento de los divorcios a la vuelta del verano. Se calcula que el 28% de las rupturas de pareja se producen tras el periodo vacacional, ya que es en este tiempo cuando las familias pasan más tiempo juntas y afloran los problemas que durante el invierno estaban latentes.

Escucha y apoyo
También con la cercanía del otoño, se agudizan muchas veces los síntomas de depresión, ansiedad o soledad, llegando en algunos casos a constituir lo que se denomina en psicología Trastorno Afectivo Estacional (SAD). La reducción de horas de luz afecta a los ciclos circadianos de vigilia-sueño y a algunos neurotransmisores cerebrales, como la serotonina, llamada también hormona del bienestar.
En definitiva, para muchas personas septiembre es un mes de crisis, de conflicto, en el que la visión de los problemas y dificultades de la vida se torna más oscura y pesimista. 
De hecho, en el Teléfono de la Esperanza advertimos cada año en esta época un considerable aumento de llamadas de personas que necesitan ser escuchadas acerca de sus preocupaciones y desvelos emocionales. 





Aceptar y prorizar tareas
Para combatir la tristeza y el desánimo, recuperar la motivación perdida y salir airoso de este comienzo de curso es importante aceptar la realidad desde una actitud, ante todo, positiva. En lugar de lamentarse porque hay que volver al trabajo y empezar a calcular cuándo será la próxima vez que toque irse vacaciones, es mejor sentirse agradecido y reconfortado por haber disfrutado de unos días de descanso y relax. 
La acumulación de tareas pendientes sobre la mesa de la oficina debe afrontarse sin sufrir ansiedad. Es bueno establecer una serie de prioridades. Hay que ser consciente de que uno no puede ponerse al día nada más llegar. Además, posiblemente, en las primeras jornadas se tenga bastante falta de concentración, pero es algo absolutamente normal, así que hay que tomarlo con calma. Las personas que no tienen empleo pueden, en vez sentirse frustradas, ver en esta etapa del año el principio de nuevas oportunidades para buscar trabajo, ya que después del verano el mercado laboral retorna a la normalidad y empieza a moverse.

Retorno gradual
También resulta muy útil volver a la rutina de forma gradual. Recuperar poco a poco los horarios habituales para que el impacto de tener que madrugar y acostarse más pronto no provoque alteraciones de sueño. Una alimentación sana y hacer ejercicio al aire libre contribuyen a recuperar esos ritmos de la vida diaria que durante las vacaciones se han descuadrado por completo. Si los conflictos familiares o personales están a flor de piel, quizá sea bueno esperar un poco a que las cosas vuelvan a su cauce antes de tomar decisiones drásticas.   Ser consciente de  que septiembre trae consigo la melancolía, como las hojas que caen de los árboles, es un pensamiento que aporta tranquilidad y una mayor estabilidad emocional a quienes la llegada de septiembre les afecta de forma especial en su estado de ánimo.

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