lunes, 11 de agosto de 2014

Navarra integra al Teléfono de la Esperanza en una comisión para prevenir e intervenir en conductas suicidas


El Gobierno de Navarra ha dado un gran paso adelante en la prevención e intervención en las conductas suicidas de la población. Toda la ayuda a las personas que viven esas situaciones o pueden caer en ellas es poca y por eso se ha contado con la experiencia del Teléfono de la Esperanza para tratarlas.

El ejecutivo de esta comunidad, en la que el suicidio es la primera causa de muerte no natural desde 2007, ha creado una comisión que coordinará los recursos existentes, tanto públicos como de entidades sociales, para prevenir y mejorar la respuesta ante las conductas suicidas.
Recordamos que el Ayuntamiento de Málaga, la ONG Justalegría y el Teléfono de la Esperanza hemos acordado poner en marcha un programa de prevención e intervención en el suicidio en la capital malagueña.
La comisión navarra la preside la consejera de Salud del Gobierno de Navarra, Marta Vera, y en él participan representantes de Educación y Políticas Sociales, de la dirección de Salud Mental, de la Policía Foral, de la Agencia Navarra de Emergencias, así como del Teléfono de la Esperanza, de la Asociación de Periodistas de Navarra y de asociaciones de usuarios o familiares del ámbito de la salud mental.
El ejecutivo ha aprobado por primera vez un protocolo que recoge un conjunto de actuaciones de intervención y prevención ante estas conductas y establece un sistema de coordinación entre los profesionales de la salud, la educación, los servicios sociales y la atención de emergencias.


UNA PROPUESTA DEL TELÉFONO DE LA ESPERANZA
Con estas medidas se pretende evitar, en la medida de lo posible, las muertes por suicido, reducir las tentativas, mejorar la detección de los casos de riesgo, y apoyar tanto a las familias como al entorno de las víctimas.
   Ambas iniciativas han sido presentadas por el director general de Política Social y Consumo del Gobierno foral, Mariano Oto, que estuvo acompañado por el director de Salud Mental, Alfredo Martínez, y el psicólogo del Teléfono de la Esperanza de NavarraPedro Villanueva.
   Mariano Oto señaló en la rueda de prensa que "la propuesta, la idea de llevar a cabo esta actuación, partió del Teléfono de la Esperanza", que la planteó "ante la situación en la cual ninguna comunidad autónoma en toda España dispone de un protocolo de actuación coordinada interdepartamental". Además, añadió que les parecía "interesante y necesario" llevarla a cabo "porque el suicidio es un problema de salud pública en todo el mundo".
Por su parte, Alfredo Martínez destacó que "durante muchos años ha habido un intento de no hablar mucho del suicidio por la complejidad que llevaba".
Esta tendencia, según Martínez, "se ha ido modificando en la medida en que hemos visto que la no visualización de este fenómeno hacía que se mantuviera en el tiempo", mientras que "otros fenómenos de características parecidas que se han visualizado y sobre los que se han intervenido han mejorado y pensamos que puede suceder lo mismo con las consecuencias de las conductas suicidas".


Susana, voluntaria en el Tlf de la Esperanza de Navarra / Foto: www.noticiasdenavarra.com

LA REFERENCIA DE LAS MEJORES PRÁCTICAS
Por otro lado, Pedro Villanueva explicó que la intervención del Teléfono de la Esperanza en el protocolo se ha centrado "en la aportación de documentación en la revisión de literatura de referencia sobre las mejores prácticas en este tema a nivel mundial". Asimismo, recordó que llevamos mucho tiempo trabajando en materia de prevención de suicidios sobre todo "aportando un soporte emocional a aquellas personas que así lo necesitaban" y que esto "supone un refuerzo importante en nuestro compromiso y nuestra disposición a seguir colaborando en este tema".

PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA
La Organización Mundial de la Salud (OMS) identifica al suicidio como uno de los problemas más graves de salud que pueden afectar a las personas. Según los últimos datos disponibles del Instituto Nacional de Estadística, en 2012 hubo más fallecidos en Navarra por suicidio que por accidentes de tráfico, 48 frente a 45.
Desde el año 2007, el suicidio se sitúa en Navarra como la primera causa no natural de defunción. No se observa un incremento en el número de suicidios desde el inicio de la crisis económica. De hecho, el peor año de la serie histórica es 2007, con una media de 10,3 suicidios por cada 100.000 habitantes.   Esta cifra supone una media de 7,5 suicidios por cada 100.000 habitantes, por debajo de la media española, en el 7,6, y muy inferiores a la media europea, situada en 2010 en el 11,8 según Eurostat.
En Navarra, durante la última década han muerto cada año por suicidio entre 41 y 62 personas, de las que la mayoría eran varones. Además, según la OMS, se calcula que hay entre 10 y 20 intentos de suicidio por cada fallecimiento de este tipo.
De las 48 personas muertas por suicidio en Navarra en 2012, 39 eran varones y 9 mujeres. Según el rango de edad, 14 tenían entre 50 y 59 años, 11 entre 40 y 49, 7 entre 30 y 39, y 6 más de 80 años. El grupos de edad con menor número de suicidio fueron los menores de 29 años, con 2 fallecidos.

FUNCIONES DE LA COMISIÓN
La comisión interinstitucional creada por el Gobierno de Navarra propondrá acciones preventivas de las acciones suicidas entre las que se incluyen la sensibilización de la población y la formación de profesionales y determinados agentes sociales.
Por otra parte, coordinará y supervisará la ejecución de las actuaciones previstas en el protocolo y el establecimiento de los mecanismos de coordinación previstos en él para dar respuesta a las situaciones de riesgo detectadas y mejorar la atención de las personas que han llevado a cabo un intento de suicido y de sus familias y entornos. Otras funciones de esta comisión serán evaluar el protocolo, revisarlo anualmente y establecer un sistema de seguimiento de la incidencia de las conductas suicidas.

CONTENIDOS DEL PROTOCOLO
El documento, compuesto por 150 páginas divididas en 16 puntos, tras clarificar los conceptos relacionados con el suicidio y ofrecer una serie de datos comparativos sobre esta realidad en Navarra, proporciona una descripción de los factores asociados con la conducta suicida y un marco legal y ético.
Seguidamente, profundiza en las actuaciones realizadas ante el suicidio por el sistema de salud, los centros educativos, los servicios sociales y los cuerpos que atienden emergencias en Navarra, así como por otras entidades como el Teléfono de la Esperanza. Asimismo, ofrece mecanismos de coordinación y comunicación entre ellos.


Finalmente, se centra en el programa de formación para los profesionales implicados con la atención de las personas con conductas suicidas y establece un sistema de seguimiento y evaluación de las medidas recogidas en el propio documento.

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