jueves, 7 de agosto de 2014

"Comprender los sentimientos es más importante que tener un coeficiente intelectual alto y es la clave para la satisfacción personal"



El próximo 17 de septiembre a las 19.00 horas se iniciará en el Teléfono de la Esperanza de Málaga una nueva actividad, el taller 'Inteligencia Emocional'. Nuestra compañera, la psicóloga Ludivina García Verdes, nos da en esta entrevista las claves sobre esta eficaz forma de trabajo para el desarrollo personal. Son pistas muy interesantes que nos ayudan a mejorar nuestra salud emocional. Los que queráis participar en este taller podéis inscribiros ya en este enlace

Estamos acostumbrados a vivir con las emociones por un lado y la inteligencia por el otro. ¿En qué consiste la Inteligencia Emocional?
Pues si porque culturalmente se nos ha enseñado a no confiar en las emociones porque "distorsionan" la información supuestamente más exacta que nuestra inteligencia nos suministra.  Incluso el término emocional significa débil, sin control... "No seas niño" decimos a la persona que llora desconsoladamente. (Algo que a la mujer siempre se le ha "colgado" como muy emocional y eso le impedía tomar decisiones racionales, sobre todo a nivel laboral).
Nuestra sociedad nos va diciendo que para seguir adelante hay que ser objetivos y racionales, pero de alguna manera vamos descubriendo que la persona no ha sido hecha para actuar solo como un ser pensante. Vamos descubriendo que nuestros sentimientos son fácilmente heridos y que, a veces, nuestro estado emocional se va arriba porque nuestras necesidades son satisfechas y descubrimos también que las personas que nos rodean funcionan de la misma manera. Nuestro coeficiente intelectual puede ayudarnos a comprender y afrontar el mundo a un determinado nivel, pero precisamos nuestra emociones para entendernos y tratar con nosotros mismos y a su vez, entender y tratar  a los demás.  
Un coeficiente intelectual alto no basta para el éxito.  Hay muchas investigaciones que explican que cualidades como un adecuado conocimiento de si mismo y de los demás, comprender los sentimientos de los demás y los propios y la expresión de los mismos, son más importantes que poseer un coeficiente intelectual alto y son la clave del triunfo personal y la satisfacción con uno mismo.

¿Cómo definirías entonces la Inteligencia Emocional?
Una definición de Inteligencia Emocional que a mi me gusta, de las muchas que hay, es : "La capacidad potencial de que disponemos para aprender las habilidades prácticas basadas en los siguientes elementos que la componen: la conciencia de uno mismo, la motivación, el autocontrol, la empatía y la capacidad de relación"

¿Cómo podemos aplicarla al día a día en la vida?
En la definición de Inteligencia Emocional están presentes las habilidades necesarias para desarrollarla, que son: 
Conciencia de uno mismo ó reconocer las propias emociones es el primer paso.  Solo sabiendo porqué se siente y cómo se siente, se pueden manejar las emociones, moderarlas y ordenarlas, de manera consciente y constructiva para si mismo. 
Autocontrol. Saber manejar las propias emociones. Emociones como el miedo, la ira, la tristeza forman parte de nuestro bagaje emocional y son mecanismos de supervivencia. No podemos elegir nuestras emociones, ni las podemos desconectar, pero si está en nuestras manos conducir nuestras reacciones emocionales.
Motivación.  La Inteligencia Emocional nos permite motivarnos y permanecer motivados positivamente.
Empatía.  Apertura a los demás. Aptitud para ponerse en el lugar del otro. Comprender los pensamientos y sentimientos del otro es esencial para unas buenas relaciones interpersonales.
Crear relaciones sociales.  No solo observar a la gente sino hacer algo en común con ellos, entenderse con los demás, sentir la alegría de estar con los demás.  Crear relaciones sociales puede aprenderse y desarrollarse y esto se consigue a través del esfuerzo consciente de percibir las propias emociones y las de los demás. Cultivando estas habilidades seria la forma de llevar la Inteligencia Emocional a la vida cotidiana.

¿Cómo ayuda la inteligencia emocional a detectar, asumir y gestionar las emociones negativas que todos tenemos?
La capacidad de sentir una emoción es un don que compartimos todos los  seres humanos.  Sin embargo, con frecuencia no nos gusta lo que sentimos. Cada emoción posee un sentido y tiene un mensaje.
La tristeza aparece cuando hemos perdido ó estamos a punto de perder a alguien a quien queremos.
El miedo advierte de una pérdida, de un dolor (la posibilidad) o de un fracaso.
La rabia nos dice que lo que nos sucede es indeseable.
En si mismas no son buenas ni malas, son fuente de energía e información. Lo importante es lo que hagamos con esa información. Y lo primero es la aceptación de nuestras emociones, tanto las que nos gustan como las que no nos gustan. En la medida en que aprendemos a sentir, aceptar, comprender, nuestras emociones y a actuar de acuerdo con ellas, aprendemos a comprender y a valorar las de los demás y, eso nos ayudará a mantener relaciones interpersonales más sanas y gratificantes.

La crisis económica, de valores y personas, ¿facilita que la gente se centre en las emociones y las valore más allá de proyectos y cálculos de futuro?
La crisis económica parece que nos ha llevado a prestar mucha atención a las emociones negativas, sobre todo en los medios de comuncación. Están pasando por alto las muchas historias de solidaridad y apoyo que si hay, ya sea a familiares, amigos, vecinos o asociaciones que prestan ayuda, que también se están dando. Los sentimientos positivos también están ahí y hay que prestarles atención, mucha atención para no quedarnos solo con lo negativo.

¿En que consistirá el taller?
El taller se impartirá en 12 sesiones, una a la semana de hora y media de duración.  Se trabajará sobre material elaborado que se irá repartiendo en la sesión anterior. Cada persona lo trabajará durante la semana y en sesión, con el resto del grupo,  se pondrá en común.

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