"¿Por qué no dejas nunca de hablar de mis pasados errores?", le preguntó el marido a su mujer. "Yo pensaba que habías perdonado y olvidado".
"Y es cierto. He perdonado y olvidado", respondió la mujer. "Pero quiero estar segura de que tú no olvides de que yo he perdonado y olvidado".
Un diálogo:
El discípulo: "¡No te acuerdes de mis pecados, Señor¡".
El Señor: "¿Pecados? ¿Qué pecados?
Como tú no me los recuerdes...Yo los he olvidado hace siglos".
El Amor no lleva cuenta de las ofensas
Thony de Mello
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