jueves, 4 de julio de 2024

Cambiar de hábitos para cambiar mi vida

 


Carlos López

Coordinador
de talleres del Teléfono de la Esperanza

Siempre he querido realizar cambios en mi vida: comer más sano, hacer más ejercicio, reducir el estrés, dormir mejor, ser feliz etc. y generalmente nunca he llegado a alcanzarlos. Al final he llegado a la conclusión de que cambiar es difícil y que no está a mi alcance porque me faltaba motivación.

¿Pero qué es eso de la motivación?

Es el deseo de adoptar un comportamiento específico para hacer algo concreto (cenar hoy espinacas) o algo en general (me voy a cuidar más). El conflicto me surge cuando mis motivaciones se manifiestan como un tira y afloja psicológico, convirtiéndolas al final como fuente de sufrimiento psíquico: «Quiero suprimir de mi dieta el azúcar refinado, pero oye, quiero ese pastel de chocolate». 

Mi Dificultad

Yo siempre había pensado que el cambio conductual y la adquisición de nuevas formas de funcionar consistían en ponerse el listón muy alto, tirar de motivación y fuerza de voluntad, mostrar determinación e ir a por todas. Al final me di cuenta de que depender de la motivación para avanzar no me funcionaba nada bien, porque la motivación y la fuerza de voluntad no son aliados muy fiables; es genial cuando hacen acto de presencia, pero tienden a esfumarse bastante a menudo.

Mensajes como “si quieres puedes” o “tu puedes con todo”, que podemos escuchar con frecuencia hoy día, son contraproducentes porque trasladan la sensación engañosa de que solo con la fuerza de voluntad se puede conseguir cualquier cosa.

Encerrado en el ciclo Pensar – Sentir - Sentir – Pensar

De pronto me encontré en un ciclo interminable entre pensamiento y sentimiento. Realizar un cambio desde aquí es como quedar atrapado en un laberinto de inseguridad donde cada pensamiento de duda y temor alimentaba el fuego de la incertidumbre, es un ciclo del que es difícil escapar, un bucle que define no solo cómo me siento sino también quien soy, es la prisión de mi propia creación, pero también era la llave maestra para liberarme hacia una nueva realidad.

Si Soy Tan Listo, ¿Por Qué Cometo Tantos Errores?

Me di cuenta que la información por sí sola no cambia el comportamiento. Se trata de un error corriente que cometemos las personas, incluso los profesionales bien intencionados. Se basa en la siguiente suposición: si informamos bien a las personas, sus actitudes cambiarán y las actitudes cambiarán los comportamientos.  Manejar buena información sobre el cambio de hábito que queremos hacer será muy positivo para mi, pero no lo es todo. De hecho, acceder a esa información será el principio, una pista para comenzar con los pequeños cambios. Por ejemplo, puedo ver todos los vídeos de un canal de Youtube acreditado en el mundo del crecimiento personal, pero después tendré que aplicar a mi vida aquello que favorezca mi bienestar personal. La inteligencia puede ayudarnos a aprender, evocar datos y a procesar información compleja rápidamente, pero para realizar cambios necesitaba un sistema de control y equilibrio para usar correctamente la fuerza del cerebro. Al final me comprobé, que el problema no está en la voluntad ni en la inteligencia, sino en el enfoque que adopto a la hora de realizar el cambio. Se trata de un defecto de diseño de cómo realizar el cambio, no de un defecto de mi persona.

"Uno cambia su vida cambiando sus hábitos"Aristóteles

Los hábitos son todas aquellas acciones o conductas que hemos repetido regularmente hasta poder hacerlas sin tener que pensarlo y casi sin fuerza de voluntadMuchos de estos hábitos se realizan de forma inconsciente. Cuando nuestro cerebro se acostumbra a algo, es muy difícil sacarlo de esa rutina ¿por qué?, porque de entre todas las opciones que tiene siempre va a acoger aquella en la que está más habituado a realizar. Entre todo el abanico de posibilidades que tiene el cerebro decide aquella opción que sea más fuerte en el cerebro, es decir, que más veces haya sido utilizada.

Mi cerebro está habituado a funcionar de esta forma, y aunque yo sé que es perjudicial para mí, si me centro en decir “esto no lo tengo que hacer” al final lo que estoy haciendo es reforzar el comportamiento.

¿Estoy mal Construido?

Los hábitos, según los científicos, surgen porque el cerebro siempre está buscando una forma de ahorrar energía. Si dejamos que utilice sus mecanismos, el cerebro intentará convertir casi toda rutina en un hábito, porque los hábitos le permiten descansar más a menudo. Este instinto de ahorrar energía es una gran ventaja. Un cerebro eficiente nos permite dejar de pensar constantemente en las conductas básicas, como caminar, comer, manejar, cepillarnos los dientes, así podemos dedicar nuestra energía mental a inventar y desarrollar.

El secreto del cambio es enfocar toda tu energía, no en la lucha contra lo viejo, sino en la construcción de lo nuevo (Sócrates)

Por lo tanto, lo mejor es no luchar contra los hábitos que tenemos establecidos ya que lo único que hacemos es reforzamos. ¿Qué es lo que tengo que hacer? La solución es la introducción de nuevos hábitosEl éxito del cambio es la realización de pequeños hábitos cotidianos, no de transformaciones drásticas que se realizan una vez en la vida.

Fui consciente de que, en las etapas tempranas, suele haber lo que se denomina en psicología el abismo de desilusión. Uno siempre espera realizar progresos de manera lineal y ascendente, por ello fue frustrante cuando por períodos de días o semanas los cambios parecían no funcionar teniendo la sensación de permanecer en el mismo sitio. Es el sello de cualquier proceso acumulativo: los resultados más poderosos toman su tiempo y se retrasan. Al principio requiere de cierta constancia sobre todo durante el periodo de consolidación. Durante este periodo, el hábito es débil y hay que prestarle mucha atención para que vaya cogiendo fuerza.

Un requisito que hay que tener es la simplicidad, hacer que las cosas resulten muy fáciles de hacer, es con diferencia la mejor forma de cambiar nuestro comportamiento

Otra característica es lo pequeño es rápido. Los cambios pequeños no dependen de la motivación ni de la fuerza de voluntadMantener los cambios en tono menor y las expectativas a la baja es una forma de tratar con amigos inconstantes como la motivación y la fuerza de voluntad. Cuando algo es pequeño, resulta fácil hacerlo. Los circuitos cerebrales no tardarán en incorporar nuevos hábitos que se desarrollarán de manera natural. Empezar por lo pequeño significa que puedes comenzar a crear un cambio importante sin preocuparte por lo que vas a tardar.


Conclusión. El cambio es cuestión de consciencia

Actualmente estoy asistiendo a un taller y uno de las cosas que me hablo mi profesor fue sobre el error de quien realiza el cambio. El me pregunto ¿en todo ese proceso Y tú dónde estás? Efectivamente nos falta tener consciencia de que para realizar cambios tengo que ser consciente de que vida llevo. Volviendo otra vez a Sócrates "Ten cuidado con el vacío de una vida muy ocupada", la cual me invito a reflexionar sobre cómo uso mi tiempo y cómo mis actividades diarias pueden afectar a la hora de querer realizar cambios. Fui consciente de la falta de tiempo para la reflexión personal, el crecimiento espiritual, las relaciones significativas, el disfrute de los placeres simples de la vida, y otras actividades que podrían proporcionar un verdadero sentido de propósito o satisfacción. Frase que me invita a que si deseo realizar cambios tengo que SOLTAR cosas de mi vida diaria, pasar del Hacer al Ser y ESTO SÍ QUE ME CUESTA TRABAJO.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Genial el artículo Carlos!! Tus aportaciones invitan a la reflexión!