El Diccionario de la R. A. E. define el optimismo en
su primera acepción, en los siguientes términos:
"Propensión a ver y juzgar las cosas en su
aspecto más favorable."
Ver el aspecto más favorable de las cosas, indica el
hecho de reconocer que todos los acontecimientos vitales no son positivos. Las
dificultades existen, y los optimistas aprenden a superarlas en la medida que
les es posible, sirviéndose tanto de sus capacidades, como de las ayudas que se
les pueden prestar cuando las requieran. A modo de ejemplo, los optimistas
realistas creen en sus capacidades para superarse a sí mismos, los pesimistas
creen que si se superan en algún aspecto es porque les sonríe la suerte, una
dicha que no les durará mucho tiempo, y los optimistas no realistas creen que
jamás tendrán dificultades, porque la vida siempre les dará lo que necesiten,
de manera que no se encuentren con grandes dificultades.
El optimismo irreal está basado en la noción de
pensamiento positivo que caracteriza tantos libros de autoayuda, los cuales
enseñan, por ejemplo, que podremos tener todo lo que deseemos en la vida sin
esforzarnos para conseguirlo, ya que, al desearlo, nos vendrá mágicamente a las
manos.
Echa la distinción entre optimismo real y optimismo no
realista, veamos una lista de cualidades de los optimistas realistas.
1. No se comparan con los demás. Mientras que la
sociedad occidental competitiva nos enseña a compararnos a la baja con quienes
nos superan con creces en algún aspecto, los optimistas no malgastan su tiempo
intentando agradar a los demás independientemente del coste que eso les pueda
suponer, y, por consiguiente, no se preocupan por lo que los tales puedan
pensar o decir de ellos. No dejarse influir por las opiniones y
puntos de vista de los demás, no significa que los optimistas ignoran sus
limitaciones, ya que son tan conscientes de las mismas, como también lo son de
sus cualidades. Superarse a sí mismos constantemente, tiene
la consecuencia de que han averiguado el gran impacto que la actitud positiva
tiene en su vida.
2. Perciben los fracasos como oportunidades de
superación y crecimiento. Mientras que los pesimistas se quejan por la
percepción que tienen de sus errores, los optimistas realistas piensan que
todas sus circunstancias vitales les pueden aportar enseñanzas útiles. Los
optimistas se fortalecen según se percatan de que las situaciones adversas son
precisamente las que más les ayudan a crecer, porque, más importantes que las
veces que se caen, son las ocasiones en las que se levantan. Es así como se
hacen entusiastas por naturaleza.
3. Son sinceros consigo mismos. Los optimistas no
tienen la necesidad de fingir que no tienen problemas. Saben que las
dificultades existen, y que las tienen para resolverlas, y obtener enseñanzas
importantes de ellas. Su mentalidad es constructiva, y no está
fundamentada en ideas absurdas. Esta es la razón por la que viven dispuestos a
mejorar su vida día a día. El optimismo realista logra muchas veces resolver
problemas tales como conflictos de pareja.
4. Son realistas. Los optimistas no
realistas ignoran los problemas e incluso en ciertas circunstancias afirman que
no existen, lo cual tiene la consecuencia de evitar el miedo característico del
afrontamiento a corto plazo, pero, a largo plazo, hace que exageren la gravedad de
las dificultades por su negación a resolverlas. Por contra, los optimistas
realistas son conscientes de su realidad, y buscan la manera de resolver sus
problemas adecuadamente, evitando resignarse pensando que no los pueden
resolver.
5. Se valoran positivamente. Tienen alta la
autoestima, y saben manejar sus emociones y las emociones de los demás.
Obviamente, no consiguen todo lo que se proponen, pero son resilientes, y son
capaces de buscar diferentes soluciones a los problemas, hasta que logran
resolverlos, en la medida que les es posible.
6. Han aprendido a automotivarse. Los optimistas
realistas permanecen activos cuando las situaciones les son adversas. Viven
desarrollando constantemente una mentalidad constructiva, que les permite vivir
orientados al alcance de sus objetivos.
7. Viven en el presente, y lo disfrutan. Viven el aquí
y ahora, y no se atormentan pensando en un pasado mejor que el presente que
jamás volverán a vivir, ni en un pasado catastrófico que los dejó
traumatizados, ni imaginando un hipotético futuro infernal, que, aunque no
tienen todas las garantías de que lo van a vivir tal como lo piensan, podría
causarles un sufrimiento tan estéril, como innecesario y dramático. Saben que
el pasado ya no existe, y que el futuro aún no les ha llegado. Vivir y
disfrutar el momento presente plenamente, favorece su bienestar mental.
8. Establecen objetivos a corto, medio y largo plazo.
Vivir en el presente, no significa carecer de objetivos y expectativas. Los
optimistas son soñadores que no se resignan pensando que dejarán de esforzarse
para superarse a sí mismos alcanzando nuevas metas. Tienen una gran seguridad
de poder alcanzar lo que se proponen, y dan la vida por eso,
porque, superarse a sí mismos, les produce una gran satisfacción. Saben que sus
resultados son muy dependientes de su autoconfianza y de su compromiso personal
de autorrealizarse.
9. Tienen una alta autoconfianza. Al creer en sí
mismos y en sus posibilidades, desarrollan la creencia de que pueden lograr la
gran mayoría de logros que desean alcanzar. Su propensión a alcanzar el éxito
es dependiente de la destreza que adquieren al seguir esforzándose cuanto más
se les complican las dificultades que se proponen resolver.
10. No se dejan afectar por las críticas malintencionadas. Dado que se valoran positivamente, analizan las
críticas que se les hacen para averiguar si las mismas contienen mensajes
útiles, de manera que aceptan las críticas constructivas e ignoran las
críticas destructivas. Los optimistas realistas saben que todas las opiniones
ajenas, independientemente de que les sean favorables, siempre están sesgadas.
11. Tienen el control de su vida. Desarrollan una gran
autoconfianza, luchan por lo que quieren, aunque les sea muy difícil
conseguirlo, y cuanto más se les agravan sus dificultades, más se automotivan
para alcanzar sus metas. Dichas cualidades, unidas a la valoración positiva que
hacen de sí mismos y sus circunstancias vitales, les fortalece mentalmente, y
por eso ejercen un gran control sobre su vida.
12. Desarrollan el sentido del humor. El humor viene a
ser como una luz que les indica a los optimistas la salida del laberinto de sus
dificultades, y por eso encuentran algún aspecto cómico en las mismas que les
ayuda a reducir el impacto característico de los pensamientos limitantes. El
humor ayuda a los optimistas a relativizar sus dificultades.
13. Observan sus circunstancias vitales en su
contexto. Relativizan sus circunstancias vitales, porque, lo que les está
sucediendo actualmente, no tiene por qué seguir sucediéndoles mañana.
14. Son auténticos. Son un ejemplo a seguir para los
demás, a modo de ejemplo, porque, sus reflexiones y actitudes, suelen ser
percibidas como inspiradoras.
Otro artículo de José Portillo:
No hay comentarios:
Publicar un comentario