miércoles, 20 de marzo de 2019

Vivir centrados en el sufrimiento o en la alegría


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José Portillo
Coordinador del Taller 'La alegría de vivir'


El próximo día 2 de abril, de 19 a 21 horas en la sede del Teléfono de la Esperanza, tendrá lugar el Taller 'La alegría de vivir' una actividad grupal pensada para quienes desean seguir creciendo, para quienes, a pesar de sus caídas, se levantan y siguen deseando alcanzar nuevas metas.
En las doce sesiones de dicho taller trabajaremos sobre el hecho de que la vida es maravillosa si queremos que lo sea. Para ello es necesario que pulamos las piedras de nuestra mochila para encontrar el mayor tesoro que jamás podamos tener. Debajo de las piedras que tanto pesan hay diamantes que le dan valor y sentido a nuestra vida, cuando descubrimos que nos ha sido necesario recorrer el camino que hemos vivido, para llegar a ser quienes somos. Es por eso que nadie valorará tanto la luz como quienes han vivido sumidos en la oscuridad. Todas nuestras vivencias tienen un ¿para qué? que justifica su existencia.
Hay respuestas referentes a nuestras vivencias que jamás vamos a encontrar, pero, aunque buscar no significa que siempre que lo hagamos encontraremos lo que deseemos, nos ayuda a profundizar en nuestro autoconocimiento, y a desarrollarnos para darnos a nosotros y a quienes queramos ayudar, lo mejor que tenemos.
Aceptémonos tal cuales somos. Aceptar nuestros defectos y problemas no significa que nos vamos a estancar contemplándolos, sino que el tiempo y la energía que empleamos al juzgarnos y maltratarnos, vamos a utilizarlos para hacer los cambios que nos impulsarán a crecer, para que podamos ser más felices. La alegría de vivir no es la alegría que experimentan quienes se divierten para olvidar sus dificultades, sino la satisfacción de ser quienes somos, ser lo que somos, encontrar nuestro tesoro interior para aprender, comprender y llegar a creer que somos inmensamente valiosos, tener relaciones de calidad con gran calidez, ayudar a quienes sufren a que busquen la luz que los iluminará para que disfruten de cada uno de sus días de vida, etcétera.
La alegría de vivir es saber que, aunque experimentemos dolor, no dejaremos de ser felices. Podemos echar de menos a un familiar que ha fallecido y alegrarnos porque otro ha superado una enfermedad, se ha casado o ha encontrado trabajo. De nosotros depende vivir centrados en el sufrimiento o en la alegría.
La alegría de vivir consiste en pensar más en quienes nos aman que en quienes han decidido separarse de nosotros.
La alegría de vivir es pensar más en lo que tenemos que en lo que nos falta o en lo que hemos perdido, y no podemos recuperar.
Soy orientador, y atiendo a muchas personas telefónicamente y en la sede del Teléfono de la Esperanza que no encuentran razones lo suficientemente poderosas como para superar sus frustraciones y la negatividad. La mayoría se alegran cuando trabajamos en la creación de hábitos sanos que les ayudan a salir lenta y eficazmente de los bucles en que se encierran a lo largo de varias semanas. Para crear hábitos sanos, es necesario:


1. Anotar lo que se quiere hacer y tenerlo en un lugar visible.
   
2. Pensar en los hábitos que se desea adquirir para alcanzar la citada meta.

3. Pensar en los beneficios motivadores que ayudarán a adquirir los hábitos, superando los "no puedo" y los demás mensajes que atentan contra la seguridad, la confianza y la motivación.



A modo de ejemplo, si quiero adelgazar, necesitaré adquirir el hábito de consumir alimentos saludables, y acostumbrarme a hacer ejercicios físicos. No me pondré a dieta. Cuando quiera consumir un alimento que tenga muchas calorías, como hacen quienes desean dejar de consumir alcohol, me diré: "Por hoy no consumiré éste alimento". Si pienso que no podré consumirlo durante mucho tiempo me desanimaré, pero si pienso en no consumirlo día a día cuando me lo quiera comer, me será más fácil habituarme a comer sanamente. La recompensa de cuidarme adecuadamente, será la pérdida de peso que me motiva a alimentarme apropiadamente.
Si quiero adquirir el hábito de hacer ejercicios físicos, necesitaré buscar una recompensa que me estimule. Tal recompensa puede ser hacerme un regalo cuando pierda los primeros tres kilos, salir de mi rutina hogareña para hacer algo nuevo que me gusta, encontrarme con gente conocida en el gimnasio...
Nuestra escala de valores nos ayuda a conocernos y nos da pistas para que podamos encontrar la manera de superarnos.
Quienes sufren por causa de la actuación de sus familiares, no pueden cambiar a los demás para conseguir lo que desean de los mismos, pero sí pueden cambiar su manera de reaccionar ante lo que le dicen y le hacen los demás, de tal manera que las situaciones que les preocupan pueden cambiar.
Aceptémonos como somos, cambiemos lo que no nos gusta de nosotros sin agredirnos, con amor, tiempo y paciencia, aprendamos que cada persona tiene su camino de crecimiento, y gocemos la alegría de vivir, una alegría que va más allá del sufrimiento, y que nos rejuvenecerá interiormente y por consiguiente nos hará más fuertes mentalmente, según aprendamos a descubrirla y a disfrutarla.


Para inscribirte en el taller, llama al 952-652651
o rellena este formulario:


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