50.000 suicidios en España en
lo que va de siglo
3.602 fallecimientos anuales y
10 muertes diarias
Línea móvil prevención del
suicidio 717 003 717
10 de septiembre: Día Internacional
de la Prevención del Suicidio
El programa Alienta, que lleva
a cabo el Teléfono de la Esperanza con el Ayuntamiento de Málaga desde 2014, ha
atendido a unas 100 personas en situación de riesgo y ha formado a 60
profesionales de los Servicios Sociales en la detección de este grave problema
En 2017 se han atendido 84
llamadas de temática suicida y se han realizado 18 consultas presenciales en la
sede de Málaga
Con motivo de
la celebración del Día Internacional de la Prevención del Suicidio, el Teléfono de la Esperanza inaugura una línea de teléfono
móvil (717 003 717) para optimizar
los servicios de prevención del suicidio que presta a la sociedad española. Con
el lema ROMPE EL SILENCIO iniciará
una campaña de sensibilización por toda la geografía española para concienciar
sobre la necesidad de invitar a las administraciones a elaborar programas de
atención y a la opinión pública a incorporar
el discurso sobre la prevención del suicidio. Unido a esto, queremos hacer un
llamamiento a cuantos se sienten perseguidos por el fantasma de suicidio a que ROMPAN EL SILENCIO y compartan su
dolor.
A finales de febrero de 2017 el Instituto Nacional de Estadística ha
publicado las cifras sobre las causas de
fallecimientos en España en 2015. El
suicidio se mantuvo como la primera causa de muerte externa, con 3.602
fallecimientos, 2680 hombres y 922 mujeres. Por detrás se situaron las
caídas accidentales (2.783 muertes) y el ahogamiento, sumersión y sofocación
accidentales (2.672 muertes). Por
accidente de tráfico fallecieron 1.880 personas y por Violencia de Género 57
mujeres.
El Teléfono de la Esperanza considera necesario trasladar a la sociedad
española algunas reflexiones con motivo del Día internacional de la Prevención
del Suicidio:
El suicidio se mantuvo como la
primera causa de muerte externa superando ampliamente a los fallecimiento por
accidentes de tráfico o violencia de género .
Estamos sorprendidos de la escasa
repercusión mediática de las muertes por suicidio. Mientras que las
víctimas de los accidentes de tráfico o de la violencia de género tienen una
amplia cobertura mediática y se emplean cuantiosos medios para su prevención y
erradicación, el suicidio sigue siendo
el gran olvidado. Esto a pesar de duplicar a las del tráfico y multiplicar
por 60 a las de la violencia machista.
La OMS aconseja, desde el 2002, que se dé
visibilidad al suicidio con normalidad, por tanto, piden a los periodistas "alejarse de las leyendas urbanas que tanto
daño hacen. Y nos referimos a esa leyenda que dice que hablar del suicidio
produce un efecto contagio". Hablar
adecuadamente del suicidio ayuda a prevenirlo.
No entendemos el retraso con el que
se publican estas estadísticas y la falta de un análisis en profundidad de
las mismas. Sobre todo cuando comparamos este trabajo con el que se nos ofrece
de las cifras macroeconómicas o el
seguimiento de las víctimas de tráfico o de la violencia. Esto tiene su
importancia dado que la baja disponibilidad y calidad de los datos disponibles
mediatiza la posibilidad de establecer políticas adecuadas de prevención.
Estamos convencidos, y en esto coincidimos con muchos otros profesionales,
que muchos suicidios consumados son
contabilizados como muertes naturales o por accidente. Las razones son
múltiples, pero sin duda el tabú y el ostracismo que rodea a estos
fallecimientos tiene mucho que ver.
La experiencia acumulada por nuestra ONG en 45 años de historia nos ha
enseñado que el suicidio es una de la
formas de morir más trágicas y dolorosas. El suicida muere solo y el grado
de sufrimiento que tiene que soportar antes de terminar con su vida es
difícilmente comprensible para quienes no hemos vivido esa experiencia. Hemos
aprendido que a ese sufrimiento personal hay que añadir las severas secuelas
emocionales que provoca en su entorno socio-familiar y que, en muchos casos,
acompañan de por vida a los afectados. La experiencia nos permite afirmar con
rotundidad que la conducta suicida se
puede prevenir.
El Teléfono de la Esperanza quiere trasladar a la opinión pública algunas propuestas para avanzar en el camino de
la prevención:
- Necesidad de un Plan Nacional de Prevención del Suicidio que genere un marco para la creación de planes autonómicos y dotación presupuestaria para su puesta en marcha y ejecución.
- Mejora de la Atención Primaria de salud en referencia a la detección de personas en riesgo.
- Incrementar la calidad de los servicios de Salud Mental hoy colapsados y con escasos recursos humanos y económicos, al tiempo, que se implementan campañas que aminoren el estigma social que acompaña al enfermedad mental.
- Plan de formación para sanitarios, profesionales de la enseñanza trabajadores sociales, personal de los servicios de emergencia y de los cuerpos de seguridad, y trabajadores en el ámbito de tercera edad incorporando la prevención del suicidio a los planes curriculares.
- Solicitar al INE una mejora sustancial en los estudios estadísticos.
- Apoyo y escucha a las organizaciones dedicadas a la prevención y a aquellas que aglutinan a los afectados y sus familias.
- Compromiso de los medios de información para ofertar una comunicación veraz y preventiva, dando visibilidad al problema y a las estrategias preventivas.
- Plan de actuación en la Redes Sociales para la detección temprana de riesgo de los más jóvenes.
El Teléfono de la Esperanza, con sus limitaciones, trabaja en estas líneas
de actuación. Hemos presentado en el Congreso
de los Diputados, de la mano de UPN,
para presentar una Proposición No de Ley
en relación a un Plan Nacional de Prevención. Hemos colaborado en la creación y
puesta en marcha de planes preventivos en Navarra, La Rioja, y los Ayuntamientos de
Málaga y Zaragoza. Mantenemos una coordinación permanente con Facebook y Google para la prevención en
las redes sociales. Aprovechando el 10 de septiembre, Día Internacional de la Prevención del Suicidio, organizamos una
campaña de concienciación en todo el territorio nacional. Y, finalmente,
abrimos la línea 717 003 717 para facilitar la atención a personas en situación
de riesgo. Entre tanto, seguimos con la tarea cotidiana de atender telefónica y
presencialmente a los afectados y sus familias. En 2016, recibimos 1.517
llamadas de temática suicida
de las cuales en 32 de ellas el llamante declara que el acto suicida está en
curso. Ofertamos atención terapéutica a 730 personas con riesgo de
conducta suicida, realizando un total de 4.918 sesiones terapéuticas. Y
contestamos 11.321 llamadas consideradas preventivas dadas la situación
de riesgo de los llamantes. En 2017 se han atendido 84 llamadas de temática suicida y se han realizado 18 consultas presenciales en la sede de Málaga.
Málaga, ciudad pionera en la prevención
El suicidio es además de un drama personal y familiar, un
importante problema de Salud Pública. 161 personas fallecieron en Málaga como
consecuencia de suicidio en 2014. Según
estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, habría que multiplicar
hasta por 20, las cifras de suicidios para obtener el número de intentos. Se
calcula que un suicidio tiene un serio impacto sobre al menos otras 6 personas
y que en el caso de jóvenes, este impacto es mucho mayor.
Es decir, se trata de un problema que produce no solo muertes,
sino sin duda, graves consecuencias físicas y emocionales derivadas de dicha
conducta.
En los últimos años se multiplican las iniciativas para prevenir
los suicidios. Las encabeza la Organización Mundial de la Salud,
que en 1999 lanzó el programa SUPRE (Suicide Prevention/Prevención
del Suicidio). La Comunidad Europea a través del programa Euregenas (del que
el Teléfono de la Esperanza, forma parte) se suma también a su
preocupación por este tema.
En este contexto, en 2014 el Ayuntamiento de Málaga, plantea una
propuesta ambiciosa con la finalidad de prevenir la conducta suicida desde el
ámbito de los Servicios Sociales, desarrollando el 'Programa Alienta' con
la participación del Teléfono de la Esperanza y la colaboración y el trabajo de
asesores expertos de la Unidad de Gestión Clínica -Salud Mental- del
Hospital Regional Universitario y de la Universidad de Málaga.
Los objetivos
Aurelia González, coordinadora del programa Alienta en el Teléfono de la
Esperanza,, explica que los objetivos son “prevenir la conducta suicida en
usuarios de los Servicios Sociales, capacitar a los trabajadores de dichos
servicios (informantes clave) en la identificación de población en riesgo
suicida, conocer la relación entre fortalezas personales y riesgo de
suicidio y dar respuesta de apoyo, asesoramiento y tratamiento psicológico
a los casos detectados en los distintos distritos”.
González ha destacado que “se ha impartido formación en detección de
personas en riesgo de suicidio participando, hasta el momento, 60
profesionales entre, trabajadores sociales, educadores sociales,
enfermeros y psicólogos de los distritos de: Bailén-Miraflores, Carretera de
Cádiz y Campanillas y trabajadores de Puerta Única, Alberge y Menores del
Ayuntamiento de Málaga.
Por otro lado, y atendiendo a la prevención primaria de la conducta suicida, se trabaja el
conocimiento de las emociones, aprender a ser fuertes en la vida diaria y el incremento de la
satisfacción de la vida personal. La intervención
secundaria, va dirigida a apoyar a aquellas personas que directa o
indirectamente tienen relación con la conducta suicida.
El Teléfono de la Esperanza, mediante su equipo de orientadores,
atiende telefónicamente a las
personas que se encuentran en situación de crisis y necesitan de forma
inmediata atención psicológica. Además, psicólogos especialistas del Teléfono
de la Esperanza, realizan intervención
terapéutica, tanto en la propia sede como en los distintos distritos
sociales. Hasta este momento, se han atendido, por estas tres vías a más
de 100 personas.
Taller de Supervivencia
Otro recurso que ofrece el Teléfono de la Esperanza es el Taller
de Supervivencia dirigido a personas cuyos familiares han llevado a cabo un
suicidio o intento de suicidio. En dicho taller, se trabajan la comprensión y canalización
de las emociones, se ayuda a los familiares a comprender el acto suicida,
a dar un nuevo sentido a la estructura familiar e integrar en sus vidas el
acontecimiento suicida. El número de asistentes, hasta este momento, es
de más de 60 personas, con gran implicación de sus miembros y la percepción
personal de mejoría significativa.
Este proyecto es un proyecto vivo en el que se seguirán
implicando nuevos distritos de la ciudad con sus Servicios Sociales, organizaciones y recursos
necesarios para poder paliar lo que se considera la plaga del siglo XXI.
Para más información sobre esta nota de prensa, pueden ponerse en contacto
con:
Actividades de la Campaña de
Sensibilización del Teléfono de la Esperanza de Málaga
Jueves 7 de septiembre:
Pegada de carteles en toda la ciudad
Viernes 8 de septiembre :
Jornada de puertas abiertas en nuestra sede. Calle Hurtado de Mendoza, 3.
Sábado 9 de septiembre. De 10 a 12 horas. Reparto de
folletos informativos ‘ROMPE EL SILENCIO’ por voluntarios del Teléfono en los
siguientes puntos:
Mercado Central, Mercado de Huelin,
Teatinos, Arroyo de los Ángeles, Puerto de la Torre, Calle Larios y zona
centro.
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