Se acerca el Día Mundial para la Prevención del Suicidio y el Teléfono de la Esperanza lanza en las calles y en la red su campaña 'Rompe el silencio' con el objetivo de sensibilizar a la opinión pública sobre la importancia de prevenir conductas suicidas y a las administraciones de la necesidad de impulsar planes ambiciosos para detener este gran problema de salud mental, considerado una lacra por la Organización Mundial de la Salud (OMS). No en vano, cada año mueren solo en España por esta causa 3.600 personas y diez se quitan la vida cada día.
El Teléfono de la Esperanza, por su dilatada experiencia, la exigente formación de su voluntariado y el aumento constante de programas de colaboración con ayuntamientos, comunidades autónomas e instituciones como la Guardia Civil, ofrece una amplia línea de recursos para detectar a la población en riesgo de suicidio y atenderla de forma especializada. Como dijimos el pasado 5 de agosto en este blog somos un antídoto contra la soledad en los tiempos de la comunicación tecnológica masiva.
Además, en 2016 atendimos 1.517 llamadas de temática suicida, 32 de ellas con el acto suicida en curso, y dimos atención terapéutica a 730 personas. De la mano de la campaña 'Rompe el silencio', con motivo del Día Mundial para la Prevención del Suicidio que se celebra el 10 de septiembre lanzamos un nuevo recurso, la linea de teléfono móvil 717003717 para optimizar los recursos.
Trabajamos en la prevención y demandamos a los poderes públicos un impulso decidido a las políticas de salud mental y la prevención. Hace unos meses, a través del grupo parlamentario Unión del Pueblo Navarro (UPN), presentamos en el Congreso de los Diputados una proposición no de ley para la creación de un Plan Nacional de Prevención del Suicidio. Demandamos una mejora de la detección de este problema en los servicios de atención primaria, un incremento general de los recursos humanos y materiales destinados a la salud mental y, entre otras cuestiones, un plan en redes sociales para la detección temprana de jóvenes en riesgo de quitarse la vida. Sobre la gravedad de este último problema viene advirtiendo la OMS desde 2012: es la segunda causa de muerte entre jóvenes de entre 15 y 29 años. La actualidad más reciente lo confirma, con el desmantelamiento esta semana de un grupo impulsado desde Argentina que iba a suicidarse colectivamente. Una menor guipuzcoana estaba entre ellos.
La causa de salvar vidas no admite más demoras. Ni de la opinión pública y los medios, que deben informar de forma seria aportando información de los recursos existentes, ni de las administraciones públicas en la apuesta económica y humana que se necesita para afrontar una plaga mayor que la de los accidentes de tráfico.
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