martes, 4 de abril de 2017

El Teléfono de la Esperanza apoya a UPN en su petición al Gobierno de crear un Plan Nacional de Prevención del Suicidio


Íñigo Alli con Álfonso Echávarri, José María Jiménez y Juan Sánchez de ASITES

El diputado Íñigo Alli de Unión del Pueblo Navarro (UPN) ha registrado una proposición en el Congreso de los Diputados que insta al Gobierno Central para que desarrolle, en el plazo de seis meses, un Plan Nacional de Prevención contra el Suicidio con medidas, políticas y programas concretos actualmente inexistentes en España. Tratándose de un grave problema con especial incidencia entre la población adolescente,  anciana y entre quienes  presentan un trastorno mental, se hace urgente proporcionar pautas prácticas de actuación a educadores, familiares, agentes sociales, cuidadores y profesionales sanitarios, así como difundir una información veraz y científica respecto al suicidio que contribuya a eliminar el estigma que este dramático hecho puede llevar asociado.
El Presidente del Teléfono de la Esperanza, Juan Sánchez Porras, estuvo presente en el momento del registro de la proposición no de ley visualizando el apoyo de la sociedad civil a la iniciativa del político navarro y ofreciendo la experiencia de la Asociación que preside para trabajar, junto con otros colectivos, en la prevención del suicidio.
A finales de febrero el Instituto Nacional de Estadística publicó las cifras sobre las causas de  fallecimientos en España en 2015.
El suicidio se mantuvo como la primera causa de muerte externa, con 3.602 fallecimientos, 2680 hombres y 922 mujeres (un 7,9% menos que en 2014). Por detrás se situaron las caídas accidentales (con 2.783 muertes y un aumento del 1,2%) y el ahogamiento, sumersión y sofocación accidentales (con 2.672 y un incremento del 12,7%).
Para hacerse una idea de la importancia de esta cifra, baste decir que en el año 2015 el número de fallecidos por accidente de tráfico fue de 1.880 personas. A nivel mundial, en torno a un millón de personas se suicidan todos los años. Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, habría que multiplicar hasta por 20 las cifras de suicidios para obtener el número de intentos.
Por comunidades autónomas, Asturias y Galicia poseen las mayores tasas de suicidio por 100.000 habitantes, mientras que las menores las registran Extremadura y la Comunidad de Madrid, situándose la tasa media estatal en 7,76. Las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla mantienen tasas, muy por debajo de la media nacional e inferiores a todas las comunidades.
La comunidad andaluza registró 682 suicidios (525 hombres y 157 mujeres) durante 2015 con una tasa de 8,12 / 100.000.
En España son varias las Comunidades Autónomas que cuentan con documentos encaminados a la prevención del suicidio y el Ministerio de Sanidad publicó en 2011 la “Guía de Práctica Clínica de Prevención y Tratamiento de la Conducta Suicida” orientada al ámbito sanitario.


Programa pionero en Málaga
El Teléfono de la Esperanza de Málaga atendió el pasado año 2016 un total de 99 llamadas relacionadas con la temática suicida (81 por ideas suicidas, 15 en crisis suicida y 2 por actos suicidas).
Nuestra asociación desarrolla en colaboración con el Ayuntamiento de Málaga y la Unidad de Salud Mental de Carlos Haya, el Programa Alienta con un doble objetivo; formar a los profesionales de los Servicios Sociales de los distritos en la detección de conductas suicidas y atender a las personas que el programa detecta en esa situación.
El programa Alienta se puso en marcha en 2014 en el distrito Bailén-Miraflores. El balance de actuaciones de 2016 fue el siguiente:
Personas en seguimiento telefónico     30
Atendidos en crisis suicida                        27
Taller de Ayuda Mutua                               12
Profesionales formados                             40
Cursos a profesionales de los distritos  2

Carretera de Cádiz y Cruz del Humilladero
El trabajo del pasado año se centró en los distritos Carretera de Cádiz y Cruz del Humilladero. De las 27 personas en crisis suicidas, 12 sufrían ideaciones, 9 suicidios fallidos, 4 fueron ayudados por otras personas en suicidios frustrados y 2 atendidas por planes suicidas. Los profesionales y voluntarios intervinieron con ellos en sesiones presenciales y también por teléfono en los casos en los que no se podían celebrar. Problemáticas diversas llevaron a estas personas a sus situaciones de crisis: depresión mayor, crisis puntuales (duelo, separación, riesgo de exclusión social…). Eran hombres y mujeres y sus edades más frecuentes estaban entorno a los 30 años.


Otra importante actividad llevada a cabo en 2016 fue la celebración en octubre de las Jornadas Técnicas para la Prevención del Suicidio a la que asistieron 180 personas llegadas de toda España. Entre los 9 ponentes, estuvo la fundadora de la  primera asociación de supervivientes al suicidio de un familiar.
El fenómeno del suicidio requiere para su correcto abordaje la atención de las  autoridades públicas (no solo sanitarias) y de las organizaciones de la sociedad civil. En concreto, en España es la Asociación Internacional del Teléfono de la Esperanza, ASITES, quien lleva más de 45 años trabajando activamente en diversos programas tanto de prevención de la conducta suicida como de intervención ante la misma, liderando y colaborando en diferentes protocolos junto a diferentes administraciones públicas, como pueden ser el Gobierno de Navarra y el Gobierno de La Rioja, entre otros.
Diversas investigaciones indican que la prevención del suicidio requiere una serie de actividades tales como la creación de las mejores condiciones posibles para la educación de jóvenes y niños, el tratamiento eficaz de los trastornos mentales o el control de aquellos factores que, según los expertos, son factores riesgo. Por tanto, es necesaria la colaboración y coordinación de distintas instituciones para hacer frente a este importante problema social y de salud. La trasmisión apropiada de información y la sensibilización ante este problema son igualmente necesarias para el éxito de los programas de prevención.

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